El salón de la vivienda de Jorge Márquez transforma su interior todas las tardes para convertirse en un centro deportivo. Lejos de asemejarse a un espacio repleto de material para hacer ejercicio, la citada habitación se presume como un lugar cotidiano en el que todos pueden practicar deporte sin la necesidad de adquirir equipamiento específico. Precisamente, la accesibilidad es uno de los ingredientes que ha posibilitado que este onubense pasase a ser el entrenador de parte de la población confinada en Huelva a raíz de la propagación del coronavirus. 

Cuando el reloj marca las 18:00 Jorge Márquez, con su cámara programada para emitir en directo en Facebook, activa el altavoz para que la música sumerja su salón en el clima alegre y divertido que asoma en sus clases. Este onubense, monitor deportivo en el gimnasio Forus, organiza así clases de zumba con la particularidad de que "no son bailes tal cual", sino que son ejercicios de gimnasio al ritmo de "canciones modernas y movidas". 

Uno de los principales escollos que pueden presentas las clases dirigidas a distancia es el desconocimiento de los participantes. Por ello, Márquez introduce adaptaciones en cada uno de los ejercicios al objeto de que todos puedan seguir la clase "sin perder el hilo". En este sentido, las modificaciones más usuales vienen dadas por una reducción en la flexión de los músculos o un ritmo más calmado en ejercicios de cardio. 

La venda que la pantalla pone en los ojos de Jorge Márquez hace "necesaria una intensidad más baja que en una clase habitual de gimnasio", en tanto que tiene constancia de que "hay muchas familias o, incluso, personas mayores como mi vecina". La disparidad de edades no representa un problema para el entrenador quien ha visto cumplir su objetivo de que "la gente se divierta durante una hora haciendo ejercicio, pues la situación de aislamiento hace que no nos movamos apenas".

Una hora antes de que den comienzo las sesiones, Jorge se pasa por su cuenta de Facebook para informar a sus seguidores del material necesario para seguir la clase. "Les doy una hora para que puedan disponer de él y preparar todo" asegura el onubense, si bien es cierto que todo lo empleado está al alcance, pues suelen ser "botellas de agua o sillas".

El primer día que los directos de Jorge Márquez aparecieron en Facebook fue el lunes 30 y, en tan solo una semana, son más de 20 los conectados, aunque es reseñable apuntar que por cada persona conectada hay dos o tres más participando. 

Uno de los mayores atractivos que esta actividad despierta en el protagonista es el "cariño de la gente", en tanto que son muchos los mensajes que recibe de agradecimiento. En este sentido, "ver como haces feliz a un grupo de personas en una situación así enorgullece muchísimo", asegura Márquez.

En primera instancia la cabeza de este onubense no contemplaba la realización de vídeos en directo, "en tanto que nunca lo había hecho". Por eso, al principio, y por petición de su gimnasio, se grababa haciendo flexiones y abdominales para compartir la técnica por redes sociales. Estas mini sesiones no pasaron desapercibidas para sus amigos, quienes le animaron a hacer directos y, gracias al boca a boca, la comunidad de Jorge sigue creciendo cada día, "señal de que Huelva sí quiere hacer deporte".