Isabel Pantoja, "ya muy cansada"

Isabel Pantoja continúa con sus compromisos profesionales y ayer, el mismo día que se hizo público que el juez le pide una fianza de 3,68 millones de euros como imputada en un caso de blanqueo de dinero, actuó en la Casa Colón de Huelva. Con un aforo casi lleno, destacando la ausencia de políticos, la cantante fue recibida con una gran ovación del público en pie. Éste se volcó con la artista, que emocionada se puso la mano en el corazón, mientras daba las gracias.

Un problema de sonido, que no terminó de resolverse durante el concierto, obligó a Isabel Pantoja a comenzar de nuevo la primera canción. "Hay algo que suena mal", comentó sobre el escenario para segundos después indicar "vamos a empezar, que no se acople nada", optando, mientras se solventaba el acoplamiento, por realizar un pase de modelo.

La entrega fue total tanto por parte del público como de la artista. Por parte del público se sucedieron los piropos: ¡Guapa!, ¡Qué bonito! o ¡Quiero ser como tú'!, así como los ¡Ole!. Sus fans estuvieron todo el tiempo pendiente de ella e incluso le entregaron un abanico para que se refescará durante la actuación.

La artista jugó con las letras de sus canciones para lanzar mensajes y manifestar su estado de ánimo. Aprovechó el tema Hoy quiero confesar para decir que "estoy ya muy cansada de llevar esta estrella que cobran tanto y que perdí en el camino tantas cosas, que me hicieron a veces tanto daño", en clara alusión a la situación por la que está pasando.

Asimismo, dejó muy claro que no la van a hundir, "te juro por mi madre que no me vas a hundir", una letra que cantó con tanta fuerza que incluso se le cayó el micro al suelo. Por otra parte, se dirigió a los que la critican con un "cállate ya, silencio", cuando cantaba Silencio cariño mío. Fue también un concierto lleno de simbología y de guiños hacia la Fiesta Nacional. En Capote de grana y oro, la cantante utilizó su mantón como un capote.

La artista realizó un recorrido por su trayectoria musical. Hubo música ligera, boleros, rancheras, copla y flamenco. Los problemas de sonido no fueron un obstáculo para Isabel Pantoja, que demostró una vez más su profesionalidad, avalada por una potente voz, personal y única, unida a su forma de moverse en el escenario. La cantante, que se cambió dos veces de vestido (comenzó con uno lila, a mitad del concierto se puso uno blanco y terminó con uno rojo), cuidó hasta el más mínimo detalle de su espectáculo.

Fueron más de dos horas de concierto, en el que se oyeron temas tan populares como Garlochi, Si tu me dices ven o A tu vera, para finalizar con la Salve rociera.