Investigan la relación de los fosfoyesos con el episodio de contaminación del domingo

El grupo CSIC-UHU dirigido por Jesús de la Rosa estudiará si el agua de las balsas fue el origen de una "niebla ácida" La Junta insiste en que no hubo riesgo y pide una reunión con Aiqbe

Vista aérea de las balsas de fosfoyeso.
Vista aérea de las balsas de fosfoyeso.

El pasado domingo por la noche un fuerte olor se desplegaba por toda la ciudad de Huelva. De su impacto daban fe los teléfonos del 112, que recibieron numerosas llamadas de ciudadanos alertados por la posibilidad de que hubiese algún escape. Sin embargo, las cabinas medidoras de la Junta de Andalucía no registraron anomalías, según informaba el propio 112, aludiendo a las condiciones atmosféricas como principal causante del episodio. Más allá del tiempo meteorológico, los investigadores de la Unidad Asociada CSIC-UHU de Contaminación Atmosférica se planteaban ayer una hipótesis de trabajo: la posibilidad de que este episodio contaminante, como quizás otros anteriores, tenga relación con la presencia de las balsas de fosfoyeso junto al casco urbano.

Los investigadores buscan una respuesta a un hecho que causó una fuerte alarma en la capital. Vecinos de diferentes barrios alertaban, por teléfono y a través de las redes sociales, de síntomas como escozor y picor en garganta y ojos, e incluso dificultad para respirar. "Los síntomas de un ambiente ácido", señala el responsable del grupo, Jesús de la Rosa.

Según explica el científico, cuyo grupo gestiona los datos de calidad del aire en toda Andalucía, el domingo efectivamente no se registraron niveles altos de los contaminantes directamente relacionados con el impacto de la actividad industrial, como son el dióxido de azufre (SO2) y el dióxido de nitrógeno (NO2). En el segundo caso, se detectaron picos en algunas cabinas medidoras durante la noche, pero lejos de los límites establecidos por la legislación. Más llamativo es el caso del SO2, el principal marcador del impacto de la actividad industrial en la capital: no se detectó su presencia en la noche del domingo. "Puede que la humedad y la alta concentración de partículas favoreciese la neutralización del SO2, pero tampoco parece que ese sea lo ocurrido", señala. En cuanto a las partículas, sí hubo altas concentraciones de las mismas desde el mediodía, pero debido a la entrada de una masa de aire norteafricano.

Con esos datos en la mano, y teniendo en cuenta que tampoco se detectaron anomalías en los medidores de emisiones, apunta De la Rosa, se busca una explicación distinta al impacto de las emisiones de las fábricas en la ciudad. Y el investigador mira directamente a las balsas de fosfoyeso como hipótesis para explicar la contaminación del domingo. "Se dio un episodio de ambiente ácido y tenemos al lado de la ciudad una cantidad enorme de aguas ácidas en los fosfoyesos". De la Rosa plantea un escenario en el que al calar el agua por los fosfoyesos se genera una reacción química y se crea una "niebla ácida", que en lugar de quedar en las balsas es llevado por los vientos a la ciudad. Esto se suma a una situación de inversión térmica, en el que la contaminación está más concentrada, "y puede que también haya alguna interferencia industrial".

Ese escenario es el que estudiará su equipo de investigadores, con recogida de datos históricos también para analizar lo ocurrido en ocasiones anteriores, puesto que el fenómeno no es ni mucho menos nuevo. ¿Por qué no se relacionó antes con las balsas de fosfoyeso? Según el científico, anteriormente había una mayor actividad industrial y había otros impactos que ahora no están y que podían enmascarar esta fuente. No obstante, remarca, "esto es sólo una hipótesis que tendrá que ser comprobada".

La Junta de Andalucía insistía ayer en que no ha habido riesgo alguno para la salud según los datos recogidos en las 31 estaciones de medición repartidas en la zona de influencia de la capital. En un comunicado, recordó que "desde el 112 en todo momento se verificó y así se informó a los ciudadanos y a los medios de comunicación que los niveles de SO2 eran normales y que las condiciones atmosféricas eran los factores que estaban influyendo en la situación generada". No obstante, prosigue la Administración autonómica, "la Junta de Andalucía trasladará a Aiqbe la necesidad de adoptar medidas para evitar que se repitan situaciones de este tipo, que generan gran alarma entre la población". Para ello, asevera, mantendrá una reunión con la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas.

El gerente de esta entidad, Juan Manuel Díaz del Valle, mostraba ayer la disposición a "colaborar en todo lo que sea factible y esté en nuestra mano", aunque advertía que "no sabemos qué podremos hacer, porque no hemos detectado nada anormal en nuestros procesos productivos". Díaz del Valle apuntaba que durante la mañana de ayer llamó a muchas de las empresas asociadas y "nadie vio nada extraño en la tarde del domingo". El representante de las industrias afirma que tampoco ellos tienen por tanto una explicación al suceso, pero "somos los primeros en querer conocerla, porque todo el mundo nos mira".

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