Interesan, saben y además torean bien

Ganadería: Novillada de Salvador Domecq, buena en lineas generales con un quinto novillo al que se le dió la vuelta al ruedo. TOREROS: José Luis Galloso, oreja; Javier Jimenez, oreja tras aviso; Jesús Espaliú, oerja tras aviso; David Galván, dos orejas; Angel Jiménez, oreja tras aviso; Juan antonio García 'El Nieto', oerja tras aviso; Incidencias. Buena entrada rozando el lleno.

Galloso dejó destellos de lo que un día fue un torero ampliamente considerado por el aficionado. Fino estilo y maneras grandes en el muletazo por la izquierda donde el del Puerto se sintió a gusto. Ya se sabe que su presencia ayer era testimonial, pero estuvo en torero y su sitio en la crónica lo tiene desde la consideración de haber disfrutado con él en la plaza.

Se hace patria en el toreo con novilladas como las de ayer. Se hace también con la apuesta de fomentar este tipo de novilladas que debe ir formando con el tiempo, no solo a toreros sino también a muchos aficionados.

Desde esa atalaya debe mirarse la importancia de un festejo como el de ayer que de paso rubricó varias cosas a tener en cuenta. Una, la presidencia seria y lógica desde la que el Baena Bocanegra ejerció de oficiante presidencial. La otra, importante, cuatro novillos excelentes de Salvador Domecq puestos a disposición de los que empiezan. Todo un lujo verlos embestir y rematar con bravura en las tablas de burladeros. Primero, quinto, tercero y sexto tuvieron clase y bravura. El segundo conjugó la clase con los destellos de mansedumbre buscando querencias extrañas a la bravura. Nada que objetar. Lo dicho, en conjunto, un encierro de hechuras buenas y bravura noble.

La tercera consideración debe ir para un chaval que anda echando los dientes en esto y que ayer se equivocó al no asimilar como debe portarse un torero en la plaza. Me refiero al astigitano Ángel Jiménez en el feo gesto de lanzar la oreja con rabia al tendido por entender quizás que le habían dado una de menos. Uno en cambio, sigue convencido de que la rabia debe gastarla Jiménez hoy tempranito, casi al lucir el alba, frente a un carretón y dos pacas de paja para destrozarlas a estocadas. Uno solo puede llegar a figura siéndolo primero como persona y después como torero. Posiblemente cuando el chaval le de vueltas al lance encuentre en la figura de a quien le brindó el novillo - Juan Antonio Ruiz Espartaco - todo esto que hoy le digo públicamente. Se lo digo sin rencor porque es joven, pero se lo digo por si alguien no se lo ha dicho, que su gesto al arrojar la oreja de mala forma, no gustó.

Sí gustó como estuvo con un novillo tan importante como el quinto de la tarde. Un bombón, exquisito y dulce para moverlo como lo movió en la muleta aprovechando la brava codicia del único castaño del encierro.

Faena donde apreciar los buenos recursos capoteros del de Ecija que como digo, en cuanto a toreo gusta y tiene maneras.

Estuvo de nuevo en pleno hilo conector con el tendido, el primero de los noveles anunciados. El Jiménez de Espartinas se nota cuajado frente a los erales. Sobrado y suficiente para calentar faena con las dos largas cambiadas capoteras y muy centrado para bajarle con dominio la mano al buen eral que le dejó el sorteo y conformar una faena maciza donde no se dejó arrebatar el sitio. Torero muy firme al que si el tiempo cuaja, gustará ir a verlo torear. Entendió que el izquierdo era el pitó potable de un novillo noble pero rajado al que entendió muy bien.

Espaliú es otro de deja recuerdo cuando se estira. Excelente el concepto del temple con el que maneja el capote. Suyos fueron unos preciosos lances a la verónica y suyo fue también uno de los toreos mas cadenciosos y templados con la tarde.

¡Con que belleza sometió Espaliú al tercero de la tarde en su comienzo de faena!

Tiene una elegancia natural para hacer el toreo y si el resultado que cuaje como torero es el mismo que apunta como proyecto seguro que tendrá tirón entre el aficionado de paladar fino.

David Galván le tuvo que buscar las vueltas al cuarto de la tarde. Entre cabezazos y mal estilo del novillo, el chaval de Jerez le buscó las vueltas con serenidad y buen oficio hasta meter al público en la faena, estando muy por encima de las condiciones del eral.

Cerró plaza Juan Antonio García 'El Nieto', más verde en oficio que sus compañeros y que tuvo enfrente un eral muy interesante que no terminó de verse del toro.