Innovación y responsabilidad, claves del avance sostenible de Atalaya Mining en España

Atalaya Mining se ha convertido en un productor de cobre relevante en Europa, y es consciente de su responsabilidad a la hora de proveer de metales críticos necesarios para el crecimiento de su industria e imprescindibles para construir las infraestructuras que van a permitir la transición energética hacia un modelo sostenible. La estrategia de Atalaya es crecer de manera sostenible para cumplir con esta misión, con una visión centrada en la responsabilidad económica, social y medioambiental, y redoblando su apuesta por el territorio, el desarrollo local y el respeto por el entorno.

De esta manera, las operaciones mineras que realiza en la Mina de Riotinto siguen mostrando resultados sólidos. En el tercer trimestre de este año, Atalaya Mining ha cerrado una producción de 12.541 toneladas de cobre, una cifra relevante en términos de sector. Así, la compañía minera realiza su aportación al objetivo estratégico europeo de reducir su dependencia de terceros países en cuanto al suministro de materias primeras críticas, como es el caso del cobre. La falta de estos elementos esenciales para el desarrollo a nivel local se percibe como una amenaza para el bienestar de nuestros países, por lo que la Unión Europea ha acordado establecer el objetivo de alcanzar un 10% de producción propia de materias primas esenciales de aquí al 2030.

En este nuevo marco normativo, la actividad minera se vuelve más estratégica que nunca, y la compañía Atalaya Mining está dispuesta a mantener su apuesta por España y por el crecimiento y asentamiento de operaciones en base a la excelencia, innovación, la sostenibilidad y todas las garantías de calidad y seguridad que aporta la minería moderna.

Proyectos ilusionantes e innovadores

Una de las iniciativas más ilusionantes e innovadoras que propone Atalaya Mining es la nueva planta de tratamiento con el proceso E-LIX, una un nuevo sistema que permite la producción verde de cobre y zinc puros a pie de mina. Esta iniciativa parte del concepto pionero de la empresa Laín Tech, que, tras años de investigación y desarrollo, y con la financiación de Atalaya, está construyendo su primera planta a escala industrial. Situada en las instalaciones de la mina de Riotinto en Huelva, la nueva planta permitirá producir hasta 10.000 toneladas de estos recursos al año. Este proyecto puede marcar un antes y un después en el sector, presentando grandes ventajas incluyendo la posibilidad de valorizar minerales polimetálicos, que incluyen metales adicionales al cobre, como el zinc, o una menor huella de carbono.

Asimismo, otros retos vinculados a la innovación y la sostenibilidad prometen seguir impulsando la industria minera. Entre ellos, el proyecto Touro (Galicia), donde la compañía filial Cobre San Rafael trabaja actualmente en la depuración de aguas lixiviadas de la actividad minera histórica con muy buenos resultados. O Masa Valverde, proyecto localizado entre los municipios de Valverde del Camino y Beas, que ya cuenta con la autorización minera y ambiental y está a la espera culminar varios trámites para iniciar la explotación. Además, el equipo de exploración geológica continúa con los sondeos para ampliar la actividad más allá de los 11 años del proyecto ya previstos.

La sostenibilidad como eje de toda actividad

Durante el ejercicio 2022 Atalaya ha desarrollado múltiples iniciativas alineadas con el cuidado del medioambiente y la protección del entorno donde opera. Un ejemplo se encuentra en la construcción de la planta solar fotovoltaica con la que cubrirá en torno al 22% de su demanda energética para garantizar el autoabastecimiento de las operaciones con energía renovable y que se espera que entre en funcionamiento a principios de 2024.

Además, impulsa otras medidas beneficiosas para la conservación del entorno, como la disminución en un 17% de la producción de residuos no mineros, con más de un 90% destinado al reciclaje, o la restauración de terrenos dañados por los incendios. La empresa apuesta por la eficiencia en sus operaciones y mantiene un control del impacto de su actividad mediante el cálculo de su Huella de Carbono y Huella Hídrica. Así, ha logrado un descenso de más del 50% de las emisiones en su actividad, demostrando estar comprometida con la lucha contra el cambio climático. También la gestión del agua es importante: Atalaya ha logrado el vertido cero de aguas en su operación de Riotinto. Una apuesta por el crecimiento y la innovación, que se conjuga con los principios de respeto por nuestro planeta, y que contribuye a cumplir con el compromiso de dejar un futuro mejor a las generaciones venideras.