Huelva de ayer a hoy

Inmaculada de Nazaret a Huelva

  • La Comisión del Monumento a la Inmaculada realiza como cada año y van veinte, la ofrenda floral que depositan los bomberos, al igual que ocurre en Roma

La Inmaculada en Nazaret y Huelva.

La Inmaculada en Nazaret y Huelva. / Eduardo Sugrañes

Este es el domingo en el que se anuncia o se abre la Navidad cristiana; el tiempo de Adviento que viene abrigado por la celebración tan nuestra como es la Inmaculada Concepción de María.

Los que vivimos una Huelva más sencilla, en el camino entonces que le llevaría hasta la nueva ciudad de hoy, recordamos esos alumbrados sencillos que se encendían días antes de la Navidad. Quizás algo más de un par de décadas la Navidad, ya con mucha más profusión de alumbrados, se encendía en las calles al mismo tiempo que en los templos comenzaba la corona de Adviento.

La Inmaculada, la Virgen MIlagrosa, está con los brazos abiertos en el patio que accede a la basílica de la Anunciación en Tierra Santa. La Inmaculada, la Virgen MIlagrosa, está con los brazos abiertos en el patio que accede a la basílica de la Anunciación en Tierra Santa.

La Inmaculada, la Virgen MIlagrosa, está con los brazos abiertos en el patio que accede a la basílica de la Anunciación en Tierra Santa. / Eduardo Sugrañes

Mientras que desde hace solo uno años, desde 2017 el encendido navideño callejero se hace coincidir con el Black Friday; a algunos le ha podido molestar este cambio, pero quizás esté bien diferenciar el viernes negro con su sentido consumista, el que parece que cubre hoy las luces de la Navidad en las calles, con el que marca el inicio del Adviento, en este primer domingo en el que se encenderá una vela morada.

Esta espera a la Navidad se abre en esta tierra tan mariana con una explosión festiva entorno a la Inmaculada Concepción de María, con cultos y expresiones populares en la calle que ayer arrancaban con la ofrenda floral de los Bomberos de Huelva al Monumento de la Inmaculada, siguiendo una tradición desde su inauguración que recuerda la que en Roma realizan los bomberos de aquella ciudad a la Inmaculada de la Plaza de España. Una iniciativa que promueve la Comisión del Monumento de la Inmaculada y que llega este año a la veinte ofrenda.

Le seguirán luego en las iglesias cultos inmaculistas y también a imágenes dolorosas que estarán en besamanos. Llegarán las tunas, los villancicos de los coros callejeros o los campanilleros para llenar de tradición los templos, pero igualmente desbordándose en las calles para compartir esta fiesta cristiana de la Navidad.

Esa es la luz, la misma que vimos en Nazaret hace tan solo un par de años cuando llegamos en peregrinación a la basílica de la Anunciación y nos encontramos a la Inmaculada en el patio, la Virgen Milagrosa que extiende sus manos, antesala a la grandiosa basílica levantada en la casa de la Virgen María.

Allí, Ella se muestra virginal en el dogma que nos presenta ante el nacimiento de Jesús.

Debo reconocer que me emocionó encontrarme nada más entrar en ese recinto que parece amurallado, fortificado en una ciudad de musulmanes y cristianos, a la Virgen Inmaculada. Un monumento en blanco inmaculado, muy cercano a pie de todos para que la gente pueda acercarse, está en permanente besamanos, ya gastadas por la huella de la devoción.

Rodeada de coronas de flores que me trasladaban a Italia, a las inmaculadas de Roma o la de Cassino que tuve un día la dicha de conocer y rezarle.

Los bomberos en el momento de depositar la ofrenda floral ante la Inmaculada del monumento de Huelva. Los bomberos en el momento de depositar la ofrenda floral ante la Inmaculada del monumento de Huelva.

Los bomberos en el momento de depositar la ofrenda floral ante la Inmaculada del monumento de Huelva. / Eduardo Sugrañes

Me vino la emoción de nuestra Inmaculada de Huelva, la que llevamos a san Juan Pablo II para que le acompañara en su capilla privada en los últimos días de su vida. Esa misma estampa la dejé depositada a los pies de la Inmaculada de Nazaret entre flores. Un espacio único para recorrer por esa galería de vírgenes de tantos países; hay quien piensa que sería bonito llevar desde El Conquero una imagen de la icona mural de la Virgen de la Cinta a ese lugar, sería hermoso, una idea a la que sin duda me apunto.

La Inmaculada de Nazaret. La niña que se hizo mujer y engendró al Niño Dios que en unos días va a nacer de nuevo en Belén. No puedo por menos hoy que sentir dolor y esperanza de que termine el conflicto bélico que se vive en Jerusalén y Gaza. Hace 2024 años de su nacimiento y seguimos en luchas.

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