El Ifapa mantendrá la Naútico-Pesquera potenciando su labor en el sector agrario

La Escuela Naútico-Pesquera de Huelva tiene garantizado su futuro y sus trabajadores mantendrán sus puestos de trabajo, aunque esta infraestructura sufrirá cambios organizativos para dejar bien atado su futuro: ajustará su oferta formativa a las necesidades de la limitada población pesquera (cubiertas, en gran medida, por la Delegación de Educación) y potenciará las actividades relacionadas con el ámbito agrario, que en la provincia presenta carencias y un amplio margen de mejora.

Con este mensaje tranquilizador llegó ayer a la sede de la Sociedad Cooperativa Andaluza Santa María de la Rábida, en Palos de la Frontera, el presidente del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), Víctor Ortiz. El responsable inauguró junto a la delegada de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Carmen Lloret, la jornada La I+D del cultivo de la fresa y otros pequeños frutos, a la que acudieron numerosas trabajadores del sector.

"Tenemos que hacer ajustes internos, pero en ningún caso estamos pensando en cerrar centros, sino en dar un mejor servicio y de mayor calidad para apoyar al sector", aseguró el responsable, quien se mostró sorprendido por el temor de los empleados del centro onubense del Ifapa ante un posible cierre de las instalaciones.

Incertidumbre que el pasado miércoles hizo público el comité de empresa de la Delegación de Agricultura y Pesca (hoy se reunirá con el propio Ortiz) al asegurar que la Junta ha diseñado un plan que excluye a la infraestructura onubense al centrar en el futuro la formación de los pescadores en los otros dos centros de este tipo que hay en Andalucía: en Almería y Cádiz.

Al respecto, Ortiz explicó que el Ifapa desarrolla de forma activa en estos momentos con los centros y con una comisión asesora externa un informe, a petición del consejero, que será entregado a finales de mayo, si bien se dará a conocer un borrador en foros públicos para que el sector también pueda tomar la palabra.

Los objetivos de la adaptación que finalmente se lleve a cabo pasan por buscar la eficiencia en el uso de los recursos y, además, por la captación de financiación externa en Europa, ya que la Junta de Andalucía financia el 95% del presupuesto del Ifapa y, cada día, hay más limitaciones de recursos para la investigación por parte de todas las administraciones.

"Tenemos que recurrir a la UE y estar en contacto con empresas. Así, nuestra estructura interna, que está adaptada a gestionar fondos propios, debe cambiar para ser capaz de competir en un mercado muy difícil. Se trata de cambios internos que iremos haciendo poco a poco. Hay que diseñarlos y saber en qué aspiramos a ser fuertes, a especializarnos y a contar con buenos socios. Este es el reto que tenemos", señaló.

De esta forma, el presidente desmintió que la intención de la Consejería sea reducir centros o despedir a trabajadores, sino buscar la eficiencia porque en 2011 el Ifapa costó a la sociedad 47 millones de euros y este año dispone de un presupuesto de 50 que, a su juicio, "deben tener una contrapartida bien clara de valor añadido para el sector en innovación".

El Ifapa, dependiente de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, tiene como objetivo contribuir a la modernización de los sectores agrario, pesquero y alimentario, así como a la mejora de su competitividad a través de la investigación, el desarrollo, la transferencia de tecnología y la formación. Cuenta, para ello, con 18 centros repartidos por toda Andalucía; en Huelva hay dos: el de la capital y Aguas del Pino, en Cartaya.

En el caso del primero, la vocación tradicional del centro es la formación náutica y marítimo-pesquera, enfocada a las enseñanzas regladas y a los títulos o certificados profesionales del sector pesquero. Además, desde 2004 se encarga también de la gestión integral de la formación agraria. Ese modelo formativo se fue transformando, pasando de las enseñanzas tradicionales regladas hacia una formación más especializada en los ámbitos agrario y pesquero.

Precisamente Ortiz destacó ayer la "tremenda fortaleza" que aporta la distribución actual de los centros, ya que "nos permite estar en el territorio". Unos 20.000 alumnos al año pasan por los centros, entre agricultores, ganaderos y pescadores pero, no obstante, el Ifapa "no se puede permitir el lujo de tener instalaciones y personal que no responda, ya que "todos tenemos la obligación de cambiar y adaptarnos a lo que nos demande en estos momentos la sociedad".

Al respecto, Ortiz señaló que la oferta formativa en el ámbito pesquero es tan amplia que cada dos años llega a toda la población activa y es diez veces superior a toda la que se realiza en el ámbito agrario, que es un sector con dificultades y que necesita más apoyo en estos momentos.