Las caras de admiración al contemplar los avances de las obras de rehabilitación del IES La Rábida eran palpables este jueves durante la visita realizada por el consejero de Educación y Deporte, Manuel Alejandro Cardenete. Ha estado acompañado por el delegado del Gobierno de la Junta en Huelva, Álvaro Burgos, la delegada territorial, Estela Villalba, miembros de la Corporación Municipal y el director del centro, Juan Moreno Caro. También, los arquitectos de la empresa constructora que realiza las obra, Díaz Cubero, y miembros del claustro que no veían el interior desde enero.

Obras de enjundia que comenzaron en julio de 2020 con una inversión de la Consejería de Educación de 6,2 millones de euros cofinanciados con fondos Feder. El centro alberga Secundaria, Bachillerato, ciclos formativos y Educación para Adultos y que ha llegado a contar con más de mil alumnos. Cuando regresen, se encontrarán con un centro mucho más luminoso, puesto que han eliminado falsos techos que tapaban la parte superior de las ventanas. También con nuevos espacios, ya que el  dedicado a las aulas se ha dividido y su número será mayor. Un interior más refinado, puesto que en los pasillos antes de paredes lisas se han colocado zócalos a media altura. 

El vestíbulo principal que distribuye las dos alas que conducen al piso superior.

Además, se le ha dotado de un nuevo sistema de canalización de aire por todo el suelo para evitar las humedades y sus consecuentes problemas de salubridad que atenazaban al IES La Rábida con frecuencia.   

De arriba abajo, la rehabilitación ha supuesto la transformación del sótano para darle más seguridad. En esta misma planta se ubicará el archivo, donde antes estaba la cafetería. Albergará los incunables y documentos más importantes del IES La Rábida, fundado en 1856. Tiene en este edificio su sexta sede, que abrió sus puertas en el curso 1933/1934. El archivo contará con un mostrador para facilitar las consultas también de investigadores externos. Esta planta inferior albergará también talleres tecnológicos donde antes se ubicaban almacenes.

Ya un piso más arriba, la portada principal que conduce al vestíbulo es el ejemplo más notorio de esa luz multiplicada, un espacio colindante con patios que antes estaban cegados que igualmente se recuperan. Nada más entrar, la parte derecha se destinará a oficinas donde estará el personal administrativo y más al fondo, el despacho de la dirección. En la parte izquierda está el acceso a la sala de profesores. 

Los techos han ganado altura y las ventanas su parte superior, antes tapada.

Entre ambas alas, esa luz dará aún más valor a esa entrada a la que también se le da uso expositivo para toda la ciudad. Ya camino de las aulas, se observa la redistribución de espacios a través de la división de las antiguas, de dimensiones excesivas. Los techos, ya elevados antes, han ganado altura al eliminarse los falsos de antes. Falsos techos que tapaban la parte superior de los vanos de las ventanas, e incluso molduras de escayola en los pasillos que han sido redescubiertas gracias a la rehabilitación.

En la misma planta se ubicará también la cafetería, que contará con entrada propia, y se ha construido una escalera que antes no existía para acceder a los cursos superiores. Arriba, en la segunda planta se ha dispuesto un conjunto de aulas en el espacio que antes ocupaba la biblioteca. Otra actuación común a las aulas ha sido la ampliación de los dinteles. 

Los miembros de la gran comunidad educativa del IES La Rábida contemplaba también con gran satisfacción el nuevo aspecto de la sala de usos múltiples. El antes suelo inclinado ya está a ras y desde este espacio se observa en la planta superior la biblioteca, dotada de un gran ventanal que lleva vidrio acústico, para aprovechar también toda la luz que entra por las ventanas de esta sala multifuncional.