Huelva

El IES Diego de Guzmán de Huelva prepara el nuevo curso del Bachillerato Internacional

  • El insituto ha implantado la modalidad este año y convoca para informar de cara al siguiente

El IES Diego de Guzmán y Quesada de Huelva.

El IES Diego de Guzmán y Quesada de Huelva. / Rafa del Barrio (Huelva)

El IES Diego de Guzmán y Quesada convoca hoy a una reunión para los interesados en la obtención del Diploma de Bachillerato Internacional, una modalidad implantada este mismo curso en el instituto.El próximo año académico saldrá la primera promoción tras la finalización de los dos cursos necesarios. Son 28 los alumnos que lo estudian actualmente, 18 de ellos en Ciencias y el resto en Humanidades y Ciencias Sociales. El Guzmán y Quesada es el centro de referencia para toda la provincia y aunque la mayoría de los estudiantes son de la capital onubense, también los hay de otras localidades.

“Ha sido un salto de calidad”, afirma el director del centro educativo, José Antonio Vélez, que añade que “ha venido a reforzar nuestra manera de hacer las cosas”. Esta manera supone fomentar la iniciativa del propio alumno una vez que “el profesor abre un poco el camino” y también la enseñanza multidisciplinar “para que las asignaturas no sean tan estancas”. Toda esta metodología ha tenido su recompensa, puesto que en 2019 el instituto recibió el Premio a las buenas prácticas bilingües.

El Bachillerato Internacional “es muy exigente”, admite Vélez, y añade que por ello, la obtención del Diploma supone “una reputación muy considerable”. Los estudiantes que lo cursan en los centros que lo tienen implantado a lo largo y ancho del mundo cuentan con un currículum común, además de que los exámenes son exactamente iguales para todos ellos y se desarrollan en los mismos días. Además, deben compatibilizarlo con el Bachillerato de cada país. Esta circunstancia “en algunos casos puede suponer un máximo de cuatro horas más a la semana”, explica José Antonio Vélez, aunque en el IES Diego de Guzmán son 32, dos más de las 30 habituales.

Los estándares de calidad son revisados anualmente pero lo que no cambia es su carácter “práctico e indagador; en la rama de ciencias se pasan la vida en el laboratorio”, explica el director. El balance del primer año de implantación es positivo a pesar de “la mala suerte de la pandemia, que ha provocado que sea especialmente difícil”. Sin embargo, los alumnos “están hartos de trabajar pero muy contentos, lo más importante es que sepan organizarse” porque “se exige un nivel académico y también social, no sólo estudiar”.

Al final de la etapa deben presentar un trabajo monográfico de alguna de las materias y también actividades de creatividad sobre las que deben realizar una memoria. En el aspecto más curricular, el carácter multidisciplinar se traduce también en que los alumnos de una rama cursan asignaturas de otras y viceversa.

La Organización del Bachillerato Internacional es una fundación sin ánimo de lucro con sede en Ginebra que tiene como fin “formar a jóvenes solidarios, informados y ávidos de conocimiento”.

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