Si en algo se ha avanzado en estos cuarenta años en Huelva es en la defensa y reivindicación de su patrimonio histórico. Se ha generado una mayor concienciación en la sociedad en general y se apuesta por su recuperación y conservación, por mostrar los vestigios de la historia y hacerlo preferentemente in situ, contribuyendo además a incrementar con ello la oferta turística del lugar.  

En 2016 cientos de ciudadanos se movilizaron contra los movimientos y extracción de tierras con maquinaria pesada realizados sin ninguna licencia ni autorización en la zona arqueológica de La Orden-Seminario, en la capital onubense. Estos afectaron a alrededor de una hectárea y media de terreno, a varias parcelas, e impidió que se pudiera realizar un completo estudio arqueológico, ya que en uno de los solares nunca se había hecho una cata arqueológica, de manera que nunca se sabrá qué podría haber albergado el subsuelo. A 50 metros de la zona se encontraron ídolos prehistóricos.

Los ciudadanos salieron entonces en defensa de su patrimonio arqueológico y se marcó un antes y un después. Más recientemente, hubo otra movilización ciudadana, en esta ocasión para que no se cubrieran en el solar del antiguo edificio de Hacienda los restos de muros de almacenes portuarios de época tartésica, que finalmente permanecerán en exposición pública una vez se rehabilite la edificación, en un área en el sótano diseñada específicamente para ello, con un acceso independiente al resto de estancias del edificio administrativo de la Junta de Andalucía.

Se ha optado por desmontar las estructuras arqueológicas y y cuando estén finalizadas las obras de mejora del edificio se reintegrarán las estructuras en la misma posición en la que fueron halladas a una cota sobreelevada de cincuenta centímetros. Se trata de mostrar a través del legado existente la estrecha vinculación entre Huelva y Tartessos. Al igual que con el yacimiento arqueológico del Cabezo de la Joya, pendiente de que se realice un proyecto de conservación y puesta en valor sobre el registro arqueológico existente.

Acueducto.

Queda aún mucho por hacer en la integración de los restos arqueológicos en el urbanismo de Huelva. El primer paso se dio con los hallazgos del solar del antiguo colegio Francés, que han pasado a formar parte de la plaza Ivonne Cazenave, un espacio que transporta a la época romana, entre los siglos I y II después de Cristo. Allí se conserva un mausoleo circular, un recinto imperial, parte del acueducto y un monumento funerario. En el establecimiento Sfera, en la calle Vázquez López, hay parte de una edificación romana del siglo I después de Cristo, y en el supermercado El Jamón, de la Plaza de San Pedro, se puede ver lo que pudo ser la primitiva muralla de la ciudad, datada a finales del siglo III a. de C.

En el Cabezo de La Almagra, en el campus del Carmen de la Universidad de Huelva, se puede realizar, a través de hallazgos arqueológicos, un recorrido por distintas etapas históricas de Huelva. Queda por determinar qué se va a hacer con el Centro de Interpretación Arqueológica. Por otra parte, en los jardines de Aguas de Huelva, en la Avenida de Alemania, hay una conducción de agua de la época romana imperial, que fue hallada en el solar número 2 de la calle Pablo Rada. Tras los trabajos de conservación, la conducción se incorporó a la zona ajardinada, dotándola de una original fuente, que forma parte del patrimonio histórico de la ciudad.

En cuanto a la Fuente Vieja, ésta es más accesible tras las obras de remodelación acometidas en el entorno. Al que es el único acceso al acueducto subterráneo romano del siglo I d.C. se llega a través de la nueva plaza pública habilitada en el último tramo de la calle Menéndez Pelayo, en la barriada de La Colonias, que enlaza con la plataforma peatonal construida junto a la histórica infraestructura hídrica, de la que continuamente mana agua.

Entre 1988 y 2001 se llevaron a cabo intervenciones arqueológicas impulsadas por la institución cultural francesa Casa Velázquez y el Museo Provincial de Huelva, en el yacimiento del paraje de El Almendral, en la Isla Saltés, donde se ubicaba la ciudad islámica de Shaltîsh. Posteriormente se realizó otra centrada en la alcazaba, en el extremo nororiental de la isla, sobre un promontorio elevado. Actualmente sólo está al descubierto una manzana de la ciudad islámica, conformada por tres casas (1A, 1B y 1C), el resto está tapado como medida de conservación.

En Palos de la Frontera, el Ayuntamiento promovió hace casi una década los trabajos arqueológicos para recuperar el antiguo puerto, del que partieron las naves descubridoras. En las excavaciones se encontró un alfar compuesto por diez hornos de fabricación de alimentos así como de cerámica, ladrillo y cal. Entre las peculiaridades del alfar se encuentra un horno de pequeñas dimensiones con las mismas características de uno de los de mayor proporciones y que se usaba para cerámica más delicada o artículos de cristal. También se hallaron los restos de la lota, el edificio está dividido en tres partes: almacén, bodegón y fonda. Recientemente, la Diputación de Huelva ha llevado a cabo la estabilización y recuperación paisajística de las laderas del antiguo puerto.

Antiguo puerto de Palos.

En Cañaveral de León, tras encontrarse en 2018 de manera casual durante unas obras en el Camino de las Capellanías una estela diademada, se han seguido realizando trabajos arqueológicos que hasta ahora han dado como resultado dos estelas más, la última, también diademada, hallada el pasado mes de septiembre. La segunda, con más de un metro de altura, se halló en junio de 2022 encajada en un túmulo funerario de hasta seis metros de diámetro, en un gran complejo funerario prehistórico, ya que se encontraron dos cámaras de enterramiento, así como varias estructuras de tipo cista y de otras características. La segunda estela prehistórica, conocida como del Guerrero, se halló a escasos metros de donde fue encontrada la primera. Las tres están datadas en la Edad de Bronce. 

El castillo de Cumbres Mayores alberga los restos de un monumento megalítico tipo crómlech, un conjunto de piedras en forma circular de alrededor de 6.000 años de antigüedad. Un estudio dirigido por el catedrático de la Complutense Antonio Arnáiz determinó que en esos menhires hay muestras de escritura lineal megalítica mezclada con signos ibero-tartésicos, una prueba de un sistema escrito con unaantigüedad que ronda los 3.000- 5.000 años de antigüedad.

También se han realizado nuevos estudios sobre el Dolmen de Soto, de Trigueros, que estiman que data de las primeras centurias del cuarto milenio. Previamente, en el lugar hubo, al menos, un círculo de piedras que se desmanteló para dar paso a éste. Se han analizado los numerosos grabados, el Dolmen de Soto es una de las mayores construcciones megalíticas de Europa y la que más grabados con figuras armadas tiene en las estelas que dan forma a la estructura.

En Punta Umbría, desde el Ayuntamiento se propició la recuperación del yacimiento romano El Eucaliptal, que salió a la luz en la década de 1990, pero su existencia era conocida desde mucho antes por los habitantes de la localidad. Los materiales encontrados y analizados pusieron al descubierto una asentamiento, que data entre los siglos II y VI d.C. Entre los restos hay una necrópolis y un conjunto de piletas para transformar y elaborar conservas y salazones. Este asentamiento pone de manifiesto que Punta Umbría estaría dentro de la red de relaciones y rutas comerciales que se dirigían desde Roma.

Turobriga.

En Aroche, ha dado comienzo una nueva campaña de excavaciones en Arucci Turobriga. El Ayuntamiento de la localidad junto con la Universidad de Huelva continúa con los trabajos de investigación y puesta en valor de los restos arqueológicos. La excavación se centra en una zona del viario de la ciudad romana, entre la Casa de la Columna y la Casa Norte, con el objetivo de documentar la calle, así como su delimitación por las fachadas de nuevas domus documentadas, hasta ahora, solo por prospecciones geofísicas. También se intervendrá en el suburbium norte.

Por su parte, la ciudad amurallada de Tejada la Vieja, en Escacena del Campo, constituye un legado histórico de las culturas tartésica y turdetana. Data de fines del siglo VIII a.C. a mediados del siglo IV a.C. y uno de los elementos más característicos  lo constituye la muralla que la rodea. Las dimensiones del recintoamurallado indican la importancia del enclave, que alcanza su máximo esplendor durante los siglos VII-VI a. c. debido a los contactos comerciales y culturales con otras civilizaciones, fundamentalmente los fenicios.

En la Finca la Torre y La Janera, de más de 600 hectáreas, que se extiende entre Ayamonte y una pequeña parte del término municipal de Villablanca, se encuentra un yacimiento megalítico conformado por más de un centenar de menhires, decorados, de tamaño de entre los 20 centímetros y los tres metros. Algunos están alineados con el sol y en estructuras circulares tipo crómlech.

Un rico patrimonio arqueológico que tras su hallazgo se ha convertido en seña de identidad de los lugares donde se ubican, en un gran atractivo turístico, que contribuye además a profundizar en la historia, e incluso a reescribirla con datos constatables.