El Ayuntamiento de la capital onubense y Aguas de Huelva se han reunido para prevenir y adelantarse a una posible situación de sequía en la ciudad. Ambas entidades ya trabajan para poner en marcha medidas que ayuden a paliar este problema.

La alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda y el primer teniente de alcalde, responsable de Urbanismo y Medio Ambiente y presidente de Aguas de Huelva, Felipe Arias, han encabezado junto a Pedro Peña, director gerente de la empresa, una reunión ante la reducción continua de los niveles de los pantanos que proporcionan el agua a la ciudad, confirmando el año más seco en la provincia desde que hay registros, sin referencias de meses tan duros y caídas que superan alrededor del 25% de las precipitaciones normales en este tiempo.

El Plan de Acción evaluaría distintas fases, en función de los niveles de sequía, aportando en cada una de ellas, medidas de ahorro y eficiencia para la reducción del consumo de agua, así como acciones concretas destinadas al ahorro de agua en los servicios o actividades que más consumo generan.

Estas medidas "permitirán aprovechar hasta la mínima expresión cada gota de agua, con el objetivo de anticiparse a épocas críticas”. De esta forma, la alcaldesa de Huelva, en una reunión a la que se sumaron técnicos de la empresa y de distintas concejalías municipales, anunció la elaboración de un “Plan de acción de la empresa, que además de para cumplir la normativa y exigencias de la Junta de Andalucía, nos permitan prevenir y adelantarnos a las posibles situaciones de sequía, estableciendo medidas preventivas y definiendo el modelo de actuación de los servicios municipales por si tuviéramos que afrontar una situación de sequía severa en la ciudad”.

Además, apuntó Pilar Miranda que “se apuesta por acciones de sensibilización y comunicación a la ciudadanía para fomentar más que nunca el ahorro de agua, solicitando a los onubenses un uso responsable porque todos tenemos que poner nuestro grano de arena en forma de pequeños gestos y contribuciones que deben quedar como hábitos afianzados a fin de preservar la conciencia social de unos efectos adversos de la sequía que ya empiezan a ser patentes”.