Huelva

Huelva registra una agresión a sus sanitarios cada tres días

  • Los actos violentos en la provincia onubense aumentan en 57 respecto a 2020

Imagen de archivo de un centro de salud en la capital.

Imagen de archivo de un centro de salud en la capital. / Rafa del Barrio (Huelva)

Huelva registró el pasado año en el ámbito sanitario un total de 141 agresiones, de las cuales 14 (un 10%) fueron físicas y 127 (90%) verbales, como gritos, amenazas o insultos. Estos datos suponen que cada tres días se produce una agresión en la provincia de Huelva.

Del total de agresiones físicas y verbales que se registraron en la comunidad andaluza el año pasado -explica el sindicato CSIF- las cifras en el ámbito onubense supusieron un 11,6% sobre el total de 1.208 agresiones en Andalucía. Huelva es la cuarta provincia en número de agresiones de Sevilla, Cádiz, y Málaga. La provincia onubense es la que presenta una mayor tasa de agresiones de toda la comunidad, en relación al número de trabajadores, con un 17,33%. En relación a los datos comparativos con el año 2020, las cifras reflejan un aumento de 57 agresiones, ya que entonces fueron 84, 11 de ellas físicas.

Sobre esto, el responsable provincial del sector de Sanidad de CSIF, César Cercadillo, ha indicado que “el significativo aumento de las agresiones respecto al año 2020 refleja “la necesidad, en primer lugar, de contar con vigilantes de seguridad en todos los centros sanitarios y, en segundo lugar, la importancia de contratar a más personal ante la creciente demanda asistencial”. En este sentido Cercadillo explica que “aumentan los pacientes y las consultas, en este contexto de pandemia, con el mismo personal que no da abasto para poder atender a los usuarios, y lógicamente los tiempos de demora crecen. Esto provoca que, a veces, los pacientes muestren su descontento con los profesionales que son los que están expuestos, en primera línea, pero los que menos responsabilidad tienen en todo esto”.

El portavoz sindical apunta, además, que “hay muchas más agresiones de las que constan en este registro oficial ya que no todas se denuncian”. Asegura, asimismo, que “esta situación, que se repite año tras año sin mejorar, sigue provocando un clima de inseguridad para los profesionales. Algo está fallando; desde los planes de prevención hasta los protocolos de intervención. No es lógico ni justo que los profesionales tengan que acudir a sus puestos de trabajo con miedo, con tensión y con la preocupación no sólo de atender a sus pacientes sino también de poder ser agredidos en cualquier momento”.

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