Huelva recibió todo el cariño de Sus Majestades de Oriente

Por algo se llaman Reyes Magos y por ello, volvieron a derramar toda su magia en la ciudad, cambiando la rutina por la alegría y la ilusión. La jornada que se vivió ayer en Huelva dejará recuerdos imborrables en grandes, pequeños e incluso en sus propias Majestades del Oriente.

Melchor, Gaspar y Baltasar madrugaron de lo lindo. A las 7 horas ya estaban en la Casa Colón acompañados de su corte de pajes. Tras reponer fuerzas dieron comienzo a un intenso recorrido que les llevaría por orden, a la Asociación de Minusválidos 'María de Nazaret' en el Molino de la Vega, la residencia de La Orden, el asilo Santa Teresa Jornet, el hospital Juan Ramón Jiménez, la residencia Virgen del Rocío, el hospital Infanta Elena, el centro penitenciario y el centro social de La Orden.

Cabe también destacar la labor de los dos coros que estaban incluidos en la comitiva: el del centro del Lazareto y el de Amas de Casa 'Virgen de la Cinta' que totalmente inmunes al cansancio, llenaba de alegría todos los lugares en los que los Reyes entraban y compartían. Asimismo, la organización de todo el itinerario fue más que aceptable ya que los horarios se respetaron bastante más que años anteriores.

Pero lo más importante del día fueron las vivencias y emociones que se prodigaron adonde quiera que los de Oriente iban. Por poner un ejemplo: el asilo Santa Teresa Jornet. No hubo dependencia que la comitiva no visitara. Los Reyes y la Estrella de Guía hablaban con los abuelos y les hacían entrega de bufandas para todos y claveles para ellas, sin dejar antes todo bien alfombrado de caramelos. Las monjas les tenían preparado a Sus Majestades un buen desayuno lo que no pudieron llevar a cabo por cumplir el programa que aún tenían por delante.

Acto seguido la comitiva, flanqueada por dos policías locales motorizados y que se movía por Huelva en dos autobuses de Emtusa, llegaba al Juan Ramón Jiménez.

Aunque los Magos hacen ilusión a todos sin excepción alguna, no hay duda de que es el fiesta de los niños por excelencia. Así, derechos se marcharon hacia Pediatría donde Melchor, Gaspar y Baltasar ayudados por sus serviciales pajes. Allí Melchor se encontró con Manuel que recibió un balón y que tenía pedidos a los Reyes una play station y un mp4. En una habitación contigua, Gaspar le entregaba a Alejandro un coche de la película Cars. El chaval tiene pedidos un Transformer y "muchas cosas más". Por su parte, el Rey Baltasar saludaba a Alba y Amanda a quienes entregaba una muñeca y un pato de peluche. Su Majestad las instaba a a que fueran buenas, lo que supone una condición indispensable para que los de Oriente sean generosos. También el rey negro llevaba una muñeca a Ana, quien dentro de la lista de cosas que tenía pedidas había un patinete y un ropero.

En los pasillos del Juan Ramón Jiménez y antes de que todos ellos pudieran recuperar fuerzas, el Rey Melchor compartía algunas de sus impresiones de lo vivido hasta el momento. "Las sensaciones que se tienen son diferentes en cada momento. Cada cara y lugar por el que pasas provocan emociones distintas". Por su parte, el Rey Gaspar indicaba que lo más impactante para él eran las caras de los niños y "la gente que trabaja con ellos en el hospital. Ojalá tuviera una varita mágica para solucionar todos los problemas". Finalmente, el Rey Baltasar se sumaba a esta misma onda de sensaciones y no dudaba en decir que este día era uno de los más importantes de su vida: "Son sensaciones tan intensas que cuesta explicarlas con palabras".

No se quedaba a la zaga la Estrella de Guía que ayudaba a Sus Majestades en esta bella labor de llevar alegría e ilusión por toda nuestra ciudad. Comentaba que "ver todo esto es imponente y no me esperaba que todo esto fuera una vivencia tan intensa". La Estrella deseaba que todos los niños se pusieran pronto buenos aunque también tenía palabras de cariño dirigidas hacia los mayores que eran quienes más le impresionaba.

Tras visitar asimismo el área de Salud Mental, la comitiva se puso en marcha hacia la residencia Virgen del Rocío, donde unos Magos cada vez más entregados, expresaban todo el cariño guardado en su corazón, hacia los abuelos.

Muy cerquita de allí se encuentra el Infanta Elena, siguiente parada en el trayecto. Es curioso comprobar que cuando la comitiva llega a un centro hospitalario el recibimiento es distinto. La visita se recibe en los primeros momentos, con sorpresa y con una cierta sensación de invasión. Sin embargo a los pocos minutos, todos los que se encuentran en el hospital se contagian por la alegría y los que más participan de ésta son el personal que en estos días comparte su trabajo y su compañía con todos los ingresados.

También los Reyes Magos visitarían la Casa Mágica, una iniciativa promovida por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Huelva que ha estado abierta en la Casa Colón, donde los niños han podido pasar momentos entretenidos con juegos, cuentacuentos, teatro... Asimismo algunos de los chavales tuvieron la ocasión de entregarles a Sus Majestades, sus cartas. Hasta la Casa Mágica acudió también el rector de la Onubense, Francisco José Martínez.