La joven escritora onubense Sandra Guerrero Delgado ha publicado su primera novela de ficción Treeg y la insignia mágica. Con sólo 12 años, esta nervense saca a la luz un proyecto que empezó a escribir a principios de 2022. La protagonista Abril, una niña huérfana que vive con sus dos hermanos, recibe una carta de admisión para ir al gran colegio Treeg. Allí, hace nuevos amigos e intentan pasárselo bien, pero… ¿Puede un objeto brillante y desconocido arruinarles su estancia en Treeg, junto a su directora?

Con este libro, Sandra nos descubre una interesante obra de ficción contemporánea, que destaca por su original propuesta narrativa, su dominio de la prosa ágil y amable, pero también explícita y dura. Además, toda la narrativa está impregnada de unos diálogos muy bien construidos en diferentes espacios donde se desarrollan la trama y los personajes, que presentan una complejidad importante, lo que les hace bastante poliédricos, y con altas dosis de contenido subjetivo y psicológico, otorgando a la obra una madurez superior a la propia historia. El simbolismo de la insignia nos hace reflexionar sobre las relaciones y sensibilidad humanas.

Desde el primer momento, la trama engancha al lector y consigue que empatice con la situación y las vivencias de los protagonistas. Una novela de la escritora onubense, que es muy recomendable para leer en estas fechas venideras, disponible para pedir por internet en Amazon y a partir de febrero en librerías.

Sandra Guerrero, una niña adelantada a su edad

Cuando tenía tan solo unos meses solía quedarse dormida con historias y cuentos que le contaban sus padres. "Siempre pedía más y con 14 meses ya era capaz de reproducir las propias historias, como la de La habichuela mágica", explica su padre, Jorge Fabio.

Sandra siempre ha sido una niña muy precoz, con un gran interés en aprender. Siempre ha estado ligada a la pintura. "Desde pequeña ha pintado, llegando incluso a crear obras con un toque Picassiano", cuenta orgulloso Jorge. Incluso, ha ganado algunos concursos de pintura en la provincia. 

Pero el mundo de las letras es lo que más le apasiona. El pasado mes de enero comenzó a escribir una historia junto a sus amigos de clase. Con el tiempo, ellos abandonaron pero ella, entusiasmada, decidió seguir escribiendo. "Se pasaba los fines de semana con su cuaderno en la mano", recuerda el padre. 

Tras terminar de escribir la historia a finales de agosto, su padre no quiso esperar a que fuera publicado físicamente y decidió él mismo maquetarlo para ponerlo en venta a través de Internet.

"Una historia que ya se puede disfrutar y que, más allá de la fantasía, lanza un mensaje humano cargado de sensibilidad", asegura Fabio.

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