Huelva, en la media de presión fiscal pero con el IBI al límite

El cuatrimestre de los cobros tributarios se enfila en Huelva con diferenciales para todos los gustos, subidas fiscales y una nueva Oficina de Recaudación Municipal, emprendiendo una campaña con la que el Ayuntamiento de la capital ingresará más de 50 millones de euros en impuestos directos: sigue abierta la polémica -como se verá próximamente en el Pleno- por la operación financiera de Aguas de Huelva y su inminente impacto en la tasa de saneamiento de la ciudad, circunstancia a la que se suman las revisiones que afectan este año al Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (17,5%), al IAE (4,9%) y, en general, a todas las tasas y precios públicos, elementos nucleares de la financiación local.

La perspectiva mejora en el contexto de Andalucía, dejando cierta ventaja a los onubenses en lo que atañe a los índices de presión fiscal. Con todo, el tributo más general, la contribución urbana (IBI), sigue congelada, pero rozando su techo legal desde el catastrazo de 2005, algo que en los últimos años no ha sido óbice para que la recaudación por unidad de renta sea en Huelva la más baja, después de Jaén y Cádiz. Así lo pone de manifiesto el último informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) sobre Competencias, financiación y gestión de los entes locales. Un estudio que abunda en el principio de beneficio de las políticas fiscales (el quid pro quo entre la Administración y los ciudadanos por la prestación de servicios públicos) y que sitúa a la capital onubense como la tercera de la comunidad autónoma andaluza con menor esfuerzo fiscal por habitante, entendiendo por éste la carga que asume el contribuyente en el momento de pagar impuestos, tasas y precios públicos, en función de su nivel de renta.

Coinciden los economistas en que el esfuerzo fiscal es un parámetro un tanto subjetivo, para cuyo cálculo existen varias versiones, tomándose como una de las más sencillas la división entre la presión fiscal [impuestos más cuotas de la seguridad Social dividido por el PIB] por la renta per cápita. En este ranking, utilizando la población como indicador de capacidad, Huelva registra un índice de 95 en esfuerzo fiscal por habitante (tomando como valor 100 la media global); 110 según ingresos por renta y 132 según ingresos por la base imponible del IRPF.

Aunque la capital onubense se coloque en el ecuador de esta clasificación regional, hay que tener en cuenta -como recoge el informe de Fucas remitiéndose a los datos del Ministerio de Economía y Hacienda-, que Andalucía es la cuarta autonomía con mayor presión fiscal, sólo superada por las Isla Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

En el caso de Huelva, resulta determinante la evolución del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), que cambia las tornas del ranking. Si tenemos en consideración todos los cobros fiscales -impuestos, tasas, precios públicos, incluso sanciones-, la presión fiscal relativa de Huelva está, decimos, en los niveles andaluces. Sin embargo, si ponemos la lupa sólo en la popularmente conocida como contribución, el IBI urbano, la capital onubense mete cabeza entre las de mayor esfuerzo fiscal absoluto de España. Y es que la Ley de Haciendas Locales -que regula los tributos cedidos a los ayuntamientos- establece una horquilla de tipos de gravámenes que en el caso de Huelva, con un tipo impositivo de 1,062, está próximo a cumplir su cota máxima, que sería 1,1.

Como recoge el último dossier de la Agencia Tributaria de Madrid, el 'Ranking Tributario de los Municipios españoles 2008', Huelva es la capital de provincia con el tipo de gravamen más alto de todo el territorio nacional (sólo Melilla supera igualmente la barrera del 1), colocándose en la novena posición de esta clasificación, detrás de Lérida, Tarragona, Ciudad Real, Salamanca, Almería, Sevilla, Jaén y Huesca.

Según dicho informe, en lo que respecta al Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), la capital onubense ocupa el vigésimo lugar, un puesto intermedio-alto en la relación nacional; y la decimotercera en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Un supuesto distinto es el del tributo que grava la propiedad de vehículos, que en este ranking de la Agencia Tributaria de Madrid se sitúa en el furgón de cola, perspectiva que ya ha desfasado la subida del 17,5% que se aplicó en las vigentes ordenanzas fiscales.