El sol que ilumina Huelva desprende un sinfín de virtudes para los onubenses, véase la generación de la vitamina D, la regulación de la producción de la melatonina o un beneficio para el estado de ánimo, entre otras. Aun así, entraña un gran peligro para la piel si no se aplican una serie de cuidados intensivos y una correcta hidratación.

La dermatóloga del hospital Quirónsalud Huelva, María del Carmen Vázquez Bayo, advierte en Huelva Información del "peligro" de las radiaciones ultravioletas "para nuestro cuerpo, dado que es una de las causas principales del cáncer de piel, especialmente del tipo melanoma", tumor que "aparece mayormente en las piernas en el caso de las mujeres y en tronco y espalda en los hombres". En este sentido, apunta que vivir en una ciudad con tantas horas de sol como es Huelva "hace especialmente importante el cuidado de la piel por el elevado riesgo que existe si se abusa de la exposición al sol".

El riesgo de padecer cáncer de piel es mayor en las personas con fototipos bajos, es decir, con "piel clara, pelo rubio, ojos claros, presencia de pecas, facilidad para quemarse y mayor dificultad para el bronceado", según exponen desde el centro hospitalario. También es superior el peligro en aquellos que presentan antecedentes personales y familiares de cáncer de piel o en las personas con más de medio centenar de lunares.

A este respecto, Vázquez Bayo recuerda que la piel "tiene memoria", de ahí que "las quemaduras en la etapa de juventud, pese a que aparenten no ser peligrosas por ser eliminadas al poco tiempo de producirse, contribuyen al riesgo de padecer cáncer en edad adulta".

Ambiente en la costa onubense este 2022.

Al llega el período estival, que viene acompañado de más horas de sol y temperaturas más elevadas, la piel requiere de una protección mayor. En verano, tal y como subraya Vázquez Bayo, "aumentan el riesgo de deshidratación, lo que supone un envejecimiento de la misma; el riesgo de infecciones de la piel, por lo que mantener la piel limpia evita infecciones y malos olores corporales; y el riesgo de manchas, que se pueden prevenir si se toman las medidas oportunas". 

Al ser el sol un elemento "muy positivo" para nuestra vida, la dermatóloga de Quirónsalud recomienda una exposición "corta" al mismo. Así, "en verano y primavera es suficiente si nos da el sol y la recomendación es de 10-15 minutos tres veces por semana en horario de 10:00 a 16:00, siendo preferible la franja horaria entre las 10:00 y las 12:00". Además, añade que "en invierno lo ideal son entre 20 y 30 minutos tres veces por semana en el mismo tramo horario que en el período estival". Aun así, "siempre hay que usar protector solar, pues incluso en los días nublados recibimos la cantidad necesaria de rayos UVA", finaliza.

Entre las medidas de protección, figura, sobre todo, el protector solar con un filtro de al menos 30 fps, el cual debe ser aplicado cada dos o tres horas, así como después del baño. En este punto, María del Carmen Vázquez aconseja "aplica cantidad suficiente (2mg/cm2), la cual debe ser extendida por todas las zonas corporales", al tiempo que subraya que deben emplearse "cremas que llevan filtros físicos, antioxidantes y/o pigmentos", las cuales protegen frente a la radiación ultravioleta B (RUVB) y A (RUVA).

De otro lado, explica que la ropa puede reducir hasta un 93% la radiación ultravioleta, "en función del tejido y el color".  "La protección es mayor cuanto menor son los espacios entre los hilos y cuanto mayor es el peso y grosor del tejido, así como con los colores oscuros", sostiene.

Un hombre se protege del sol con un sombrero.

También es recomendable el uso de sombreros (antes que gorra), prendas de manga larga cuando la exposición sea larga o la sombrilla, que "nos protege de la radiación directa pero no de la indirecta", afirma la dermatóloga. Además, son importantes las gafas de sol de calidad para evitar daños oculares y evitar la exposición al sol entre las 12:00 y las 17:00.

Una de las dudas que afloran sobre el verano, según Vázquez Bayo, es si es conveniente la suspensión de algunos tratamientos. La dermatóloga considera que "hay determinados medicamentos que son fotosensibilizantes, es decir, que nos hacen mas vulnerables a quemarnos al exponernos al sol", entre los que figuran "antibióticos, diuréticos (tiazidas), algunos antiinflamatorios, ansiolíticos y tratamientos frente al acné". Si bien es cierto que no es necesaria la eliminación de los mismos, la recomendación es "una adecuada protección del sol con las medidas anteriormente mencionadas".

Del mismo modo, también es conveniente conocer que los tratamientos hormonales-anticonceptivos favorecen "las manchas en la piel" y la exposición al sol "potencia este problema, por lo que aplicar las medidas preventivas explicadas es fundamental", apuntan desde Quirónsalud.

Por último, queda desaconsejado el uso de los geles hidroalcohólicos en playas y piscinas, pues es "irritante", de manera que "sumado al sol, puede aumentar la probabilidad de irritaciones, sobre todo, en personas predispuestas, con piel sensible y tendencia a los eccemas", finaliza María del Carmen Vázquez.