Huelva vuelve a ser protagonista una vez más en una macrooperación contra el narcotráfico. Coordinada por la Europol, la Guardia Civil ha logrado desmantelar una organización criminal dedicada al dibujar rutas de cocaína y hachís entre la provincia y el Campo de Gibraltar con el sur de Europa, América Latina y el noroeste africano.
Hasta cuatro países han contribuido a dar caza a una banda en la que participaban medio centenar de individuos dedicados al transporte de alijos y fardos principalmente por tierra y mar. En total, en este último operativo, conocido como operación Castle, los agentes han intervenido más de siete toneladas de droga procedente de Marruecos desde el pasado verano.
Los últimos arrestos han tenido lugar en el municipio canario de La Aldea de San Nicolás, donde desembarcó un buque que había quedado navegando en alta mar durante más de una semana y prácticamente sin combustible, tras descabezar a los líderes del operativo, según confirman fuentes del Instituto Armado.
La red iniciaba todas sus operaciones en Huelva, gracias a la enorme capacidad de botadura con lanchas de importantes motores, una red que permitía después la conexión por tierra, principalmente, de enormes cargamentos con dirección tanto sur de Europa como a América Latina. La capacidad operativa de esta red era tal, según describe la Guardia Civil, que permitía este traslado en cuestión de horas y cuya equivalencia (1kg de cocaína por 1kg de hachís) haría más que rentable el negocio.
Las investigaciones que han culminado con la incautación de 4.800 kilogramos de hachís y 1.962 kilogramos de cocaína ha permitido interceptar tres alijos de hachís cerca de la desembocadura del río Guadiana.
Cooperativas del narcotráfico en la ruta del hachís
Otra de las características de esta red, de cuya intervención se encargó íntegramente la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en Huelva (UCO), era su capacidad operativa para sobreponerse. Tras quedarse a la deriva en las costas del atlántico durante más de una semana, después de que los agentes detuvieran a los líderes del operativo, los narcos, organizados en forma de cooperativa, lograron conectar con una red que operaba en el archipiélago canario para desembarcar la mercancía en la playa y huir sin dejar rastro.
Gracias a la pericia de la Guardia Civil se pudo localizar no solo a uno sino a dos grupos de diferente procedencia, a través de un dispositivo que permitió localizar la embarcación, una semirrígida con tres motores de 375 CV, y una furgoneta abandonada, en cuyo interior se hallaron 1.962 kilogramos de cocaína más.
La operación en la costa canaria vino a completar el puzle que comenzó el pasado verano cuando se llevaron a cabo hasta 21 registros domiciliarios en Moguer, Lucena del Puerto, Bonares y Niebla, en los que se detuvo a 19 personas e intervino dos embarcaciones rápidas, ocho motores de 350 CV, 3.750 litros de gasolina, seis vehículos y material electrónico y abundante material para las comunicaciones.
En total, esta operación contra el narcotráfico ha contado con la colaboración del Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el narcotráfico, el Equipo Contra el Crimen Organizado de Canarias de la Unidad Central Operativa, y las comandancias de Sevilla, Huelva y Las Palmas, todas ellas coordinadas por Europol y las autoridades portuguesas, francesas y de Gran Bretaña.
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