"Huelva no está en la lista porque no hay lista, pero eso no significa que no nos pueda tocar"
VOCESDEHUELVARafael Mora Cañizares. jefe de la policía local de Huelva
Al nuevo responsable del cuerpo municipal le ha tocado en menos de un mes trabajar en las funciones asumidas por la amenaza yihadista
Su reto es mejorar el vínculo con el ciudadano
La mesa de su despacho está repleta de papeles. Más que desorden, refleja su grado de implicación con el cargo que ocupa hace solo un mes. Tiene una lista de asuntos pendientes, escrita a mano, que va tachando conforme los completa. Entre ellos, el informe que prepara sobre el estado de la plantilla y sus necesidades, que acompaña con números y cuentas anotados en otro papel. Y su libreta negra, que le acompaña siempre, donde señaló, por ejemplo, los puntos donde colocar maceteros en la ciudad, tras reconocer personalmente las calles, o los detalles del plan de seguridad de las Fiestas de La Cinta. Rafael Mora afronta ilusionado el reto de la Jefatura de la Policía Local de Huelva, con los nuevos cometidos en la lucha antiterrorista para hacer frente a la amenaza yihadista, y convencido de que la única forma de tener un cuerpo policial efectivo es ser cercano al ciudadano y ofrecerle un servicio del que todos puedan sentirse orgullosos.
-Agosto ha sido clave para la Policía Local en España por los atentados de Cataluña.
-Hace unos días que el ministro del Interior y el presidente de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) han llegado a un acuerdo para que la Policía Local se implique más en los sistemas de seguridad y se forme más específicamente a los agentes en materia de terrorismo. He vivido estas circunstancias especiales ya en Huelva y aquí he encontrado una magnífica acogida por parte del comisario del Cuerpo Nacional de Policía, así como del coronel de la Guardia Civil. Mantenemos un contacto diario y tomamos el pulso a la ciudad. Hemos reforzado la colaboración y la coordinación, y estamos aplicando medidas que no vamos a especificar por razones obvias de seguridad. Es la tónica que debemos seguir. Creo firmemente que el trabajo en equipo siempre es mucho más efectivo y, aparte, el ciudadano lo agradece. Y las medidas de carácter técnico que se están adoptando están siendo apoyadas desde el primer momento por el Ayuntamiento, que atiende inmediatamente cualquier cosa que solicitamos.
-Ya en abril pasado, en un congreso de la Policía Local andaluza en Islantilla, se reclamó más protagonismo en la lucha antiterrorista.
-La lucha antiterrorista no es competencia nuestra ni la va a ser, pero sí tenemos que estar formados para saber actuar ante una agresión de ese tipo. La Policía Local es la que está más cercana a la gente y más presente en la ciudad. Si nos encontramos un ataque en cualquiera de nuestras calles, nuestros funcionarios deben ser capaces de responder, y para ello habrá que hacer los cursos técnicos y tácticos necesarios para generar esa confianza.
-¿La necesidad apremia tras los sucedido en Barcelona?
-No ya Barcelona, también en Berlín, Londres, París. Cualquier ciudad es susceptible hoy en día de recibir una agresión de este tipo, y no solo con un vehículo, sino con un arma blanca, con un martillo... Es muy difícil combatirla pero la forma de sentirnos más seguros es tener profesionales formados para ser capaces de disminuir o evitar los efectos de ese tipo de acciones. No se trata ya de que el ciudadano confíe más en nosotros sino en la respuesta que podemos dar. Y la respuesta, creo, debe ser integral, de todos los cuerpos implicados en la seguridad de este país. Todos los que trabajamos aquí, en Huelva, somos responsables de evitarlo. Por eso hay que estar formados: saber perfectamente evacuar una zona, cortar la ciudad para hacer una operación de cierre, evacuar a los heridos... Todo esto hay que instruirlo y ensayarlo. He visto en la plantilla de la Policía Local de Huelva un alto grado de compromiso y unos funcionarios muy ávidos de formación y poder prestar ese servicio al ciudadano onubense.
-Esa preparación debe ir acompañada también de más medios.
-He encontrado en el Ayuntamiento, en este caso en el alcalde, una predisposición y un compromiso para mejorar tanto el número de efectivos como de recursos materiales, muy concienciado sobre la seguridad y la Policía Local. Me ha encargado un informe, que estoy haciendo actualmente, sobre la situación del personal y sobre qué necesitamos realmente y cómo podemos adquirirlo, con partidas presupuestarias de carácter extraordinario para aquello que sea más urgente.
-En Sevilla han creado una partida para chalecos antibala.
-Vamos en esa línea. En las próximas semanas tendremos acabado ese informe, veremos de qué dotaciones presupuestarias disponemos y cómo podemos cubrir las necesidades urgentes, porque al fin y al cabo esto es seguridad, no para la Policía sino para la gente que está en la calle. El alcalde está tremendamente implicado. Vamos a ver hasta dónde podemos llegar y en cuánto tiempo podemos hacerlo, y en no mucho se va a notar en el servicio que la gente recibe.
-¿Hay preocupación en la plantilla por los medios disponibles para afrontar este nuevo escenario?
-Ahora mismo se ve que quieren formación y parece que la que ha comprometido el Ministerio del Interior es inminente, según nos dijo aquí hace unos días el delegado del Gobierno en Andalucía. Pero el funcionario no tiene especial ansiedad porque ya estamos formados. Todos sabemos cómo tenemos que operar como policías, aunque no es igual para quien durante los últimos 40 años ha trabajado en lucha antiterrorista que para la Policía Local, que debe formarse en algunas actividades específicas.
-Aunque no hagan labores de inteligencia, su cercanía al ciudadano les permite detectar alertas.
-Efectivamente, no tenemos competencias determinadas, lo que no quiere decir que no tengamos información, que la recibimos y evaluamos, y se pasa al cuerpo correspondiente. La gente debe estar tranquila porque cualquier cosa que la Policía Local detecta, inmediatamente se traslada. Estamos muy atentos y, además, hay determinados procedimientos que se están instaurando poco a poco.
-Para todo eso hace falta tener también una plantilla adecuada y con el cien por cien en la tasa de reposición de agentes, como ha garantizado también el ministro.
-A mí me gustaría que superásemos el cien por cien. Por eso esperamos ultimar este informe.
-Se dice que la plantilla de Huelva es de las más cortas de Andalucía. ¿Cuál sería la cifra ideal?
-No es tan corta pero nos hace falta gente. Estamos en ese momento de evaluación para ver a qué nos enfrentamos a corto, medio y largo plazo. Ahora tenemos sobre 220 agentes y deberíamos andar cerca de los 300. En torno a 280. Pero realmente hay que racionalizar el número necesario de miembros operativos que garantice un mínimo del servicio que nos da tranquilidad. Es a lo que aspiramos en la Policía Local de Huelva. Si ahora metiésemos de pronto 80 agentes, tendríamos un problema dentro de treinta años porque serían 80 a reponer, el mismo día, el mismo año. Mejor ahora tener 20 o 25, luego otros 20, y a la vuelta de cuatro o cinco años a lo mejor tenemos los 80 que necesitamos. Hay que buscar la racionalización de los medios, tanto en recursos humanos como en recursos materiales.
-En unos días llegan las fiestas de La Cinta. ¿Una prueba de fuego?
-Ya se ha estudiado de forma coordinada el dispositivo y efectivamente hay un incremento de la colaboración, del número de personas y de cada una de las actividades en la seguridad. Entre todos tratamos que todos los onubenses y los visitantes que vengan pasen unas fiestas extraordinarias y disfruten con moderación. Este procedimiento ya empezó incluso en las propias Colombinas. Allí se vio entonces una mayor presencia policial, hubo más controles y se procedió al cierre de determinadas casetas antes que otros años para garantizar la seguridad. Se hizo también en la Bajada de la Cinta y se está haciendo todos los días, poco a poco.
-¿Todo se ajusta a las recomendaciones ministeriales?
-Sí. Pero incluso antes del atentado de Barcelona, ya trabajamos en mejorar la seguridad. Luego hubo una recomendación más explícita por parte del Ministerio pero, aunque no había habido atentados en España, sí los hubo en Europa y estábamos más pendientes para evitar lo que muchas veces, desgraciadamente, no podemos evitar.
-¿Hay alguna alerta especial para Huelva?
-No, en absoluto. Se están aplicando las mismas medidas en Huelva que en Almonte, en Jaén, en Bilbao o en Barcelona. Que en toda España. Y se va a actuar en La Cinta como en cualquier otra población con fiestas populares. No hay ninguna alerta, y hace unos días nos dijeron en la Subdelegación claramente que no hay nada sobre Huelva ni sobre España.
-Han actuado rápido con barreras en las calles peatonales.
-Cuando se nos recomendó de forma más contundente, actuamos en horas y Huelva fue la primera ciudad que lo hizo. Quizá a algunos les cogió por sorpresa porque fuimos los primeros y llamó la atención. Reaccionamos de forma inmediata pero se intentó también no alarmar de forma innecesaria a la gente. Huelva no está en la lista porque no hay ninguna lista. ¿Eso quiere decir que no le puede tocar? No, es que puede pasar en cualquier sitio, y entiendo que por eso mi ciudad debe ser lo más segura posible.
-¿Cree que va a cambiar ahora la concepción de la Policía Local como cuerpo dedicado a poner multas de aparcamiento?
-El policía local es un policía de proximidad que da el servicio más cercano al ciudadano. Porque actúa además para informar, para arreglar y mediar también en situaciones de estrés que en un momento determinado se producen en la calle. Obviamente tenemos otras competencias más, pero el ciudadano debe ver que somos cercanos y que somos capaces de dar una respuesta a cualquier cuestión que se nos plantee. La buena educación, el respeto en el trato a la ciudadanía, debe ser una premisa que el policía local debe tener.
-Uno de sus retos es entonces mejorar el vínculo con el ciudadano.
-El trato al ciudadano es la base de cualquier actuación policial. Huelva se tiene que sentir orgullosa de su Policía Local, y nosotros tenemos que trabajar para que el onubense se sienta querido y respetado por nosotros, y nosotros queridos y respetados por nuestra ciudad. Eso se hace con la implicación por parte de los agentes en los problemas de la ciudad. Y he visto que hay un número elevadísimo de policías locales en esta plantilla muy consciente de que tenemos que mejorar todavía más esa implicación con el ciudadano. Y cuando alguien tenga alguna queja, las puertas de este despacho están abiertas para cualquier onubense.
-¿Qué objetivos específicos tiene para Huelva?
-Tenemos que mejorar lo que hablamos de la ratio para prestar un mejor servicio. Tengo el firme compromiso del Ayuntamiento de apoyarlo económicamente y me consta, además, que se están haciendo movimientos importantes para ver cómo vamos a adquirir determinada infraestructura material. También debemos hacer que la academia de la Policía Local de Huelva funcione realmente, porque la formación en cualquier funcionario es lo que garantiza un buen servicio.
-¿Y en delincuencia?
-Me he encontrado en Huelva una ciudad bastante tranquila. Más que delincuencia hay que actuar ante algunas actitudes de carácter poco cívico; el gamberro, que decía mi padre. Esas actitudes de carácter incívico a veces son más graves objetivamente que el delito en sí. Los números sobre delitos en la provincia y en la ciudad de Huelva son estadísticamente muy buenos, pero la presencia policial, esas unidades de a pie en las zonas peatonales, en los barrios, cercanas, es lo que también da otra imagen de la Policía Local, y es hacia donde vamos avanzando. Es también el encargo que tengo del alcalde, acercar la Policía a la gente.
-¿Qué le movió a dejar Marbella después de 27 años?
-Conocí a una persona de Huelva, me habló de esta posibilidad, que había salido la oposición, y vine a Huelva y la visité. No conocía a nadie aquí, ni tengo familia. Para mí era un reto, en el sentido de que me quedan once años de servicio. Y me he encontrado una ciudad con mucha calidad de vida. En Marbella era un estrés diario porque todos los días había no uno sino 17 eventos, fiestas, y aquí he visto tranquilidad. Es un proyecto que me ilusiona y veo mucha gente aquí que quiere mejorar aquello que se pueda mejorar. ¿Qué me mueve venir a Huelva? Estar mejor, porque he visto que esto es mejor, personalmente.
-Ha sido un acto de valentía.
-Tengo la gran suerte de tener una mujer extraordinaria que ha estado conmigo en los momentos fáciles y difíciles. Mis hijos y mi mujer me han ayudado a tomar esta decisión. El impulso y el apoyo de la familia es fundamental.
Del estrés de Marbella a una nueva vida en Huelva
Cuando aprobó las oposiciones y sacó su plaza de jefe en Huelva, algunos colegas le llamaban incrédulos, tomándose a broma que acabase aquí su carrera. No era por desprecio a la capital onubense ni a su cuerpo policial, más bien desconocimiento de los motivos que le han traído hasta aquí. Por trayectoria, desde luego, bien podría haber elegido cualquier gran ciudad española. No le gusta presumir de ello, e incluso se reserva detalles, pero destaca su formación militar desde edad muy temprana, con paso en distintas etapas por la Guardia Civil e incluso la Legión. Pero su trato, y la concepción que tiene del servicio que debe prestar la Policía Local, no está marcada precisamente por esa formación castrense. En aquel último destino en Ronda, en Operaciones Especiales, decidió presentarse hace 27 años a las oposiciones a segundo jefe de la Local de Marbella. Y ese ha sido su destino este tiempo, también como jefe durante diez años, tras estallar en el municipio la Operación Malaya y hasta hace 15 meses. En ese tiempo se dedicó también a los libros, a licenciarse en Derecho, y completar también sus estudios de Criminología en la Universidad de Málaga, donde, además, ha sido durante ocho años profesor colaborador del Departamento de Derecho Procesal, mientras era docente también en la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía, en Sevilla. Rafael Mora Cañizares (Andújar, 1963) tiene claro que vino a Huelva a ganar calidad de vida. En un mes ya se precia, con orgullo, de haber hecho grandes amigos, de haber enganchado a sus cinco hijos a los chocos y hasta de tener en su cartera el carné del Recre. En noviembre espera a su mujer, funcionaria que también ha pedido el traslado a Huelva. Es su principal apoyo. Entonces su nueva vida apacible estará ya completa, con el apoyo clave de su familia para afrontar un trabajo y un reto que realmente le apasionan.
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