Huelva entra en el mapa del YIHADISMO

La página web del Ministerio del Interior incorpora, desde el pasado jueves y por primera vez, en su apartado Lucha contra el terrorismo, dos nuevas infografías con el mapa de España, detallado por provincias y localidades donde se han producido cada una de las operaciones policiales en las que se puede consultar el número total y desagregado de operaciones y detenciones desarrolladas en España durante el año 2016 y otra más amplia que recoge esta información desde 2012, con datos oficiales y actualizados de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Es en ésta donde la provincia de Huelva se ha hecho un hueco en una triste estadística.

En cualquier caso, en aras de tranquilizar a la población, la situación geográfica de Huelva no la hace especialmente vulnerable al terrorismo yihadista, ni tampoco como lugar de paso, por no estar ubicada en las rutas de tránsito de sospechosos especialmente violentos por este tipo de actividades.

La operación en cuestión es la llevada a cabo en la capital onubense por parte de la Guardia Civil el 16 de junio del año 2014, en la que fue detenido el identificado por el alias virtual de Medi en la calle Pedro Argot. Su arresto tampoco difiere demasiado de los que se han relatado en los medios de comunicación en otras operaciones desarrolladas en España. Según fuentes policiales, mantenía una activa participación en un foro radical en el que se buscaba financiación para la causa islámica, reclutaba combatientes y efectivos para cometer actos de terrorismo en los países donde residían y reivindicaba de manera obsesiva la reconquista de Al-Andalus.

La operación contra el detenido fue preparada con extrema minuciosidad. Los agentes pertenecientes a la Jefatura de Información de la Guardia Civil se desplazaron de incógnito hasta Huelva dos días antes de activarse el operativo. Incluso estaba previsto el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia onubense para evitar posibles disturbios en la zona, algo que al final sucedió ya que un vecino del mismo bloque agredió a uno de los agentes al ser confundido con un delincuente.

Donde sí fueron originales es en el tratamiento posterior a la noticia. Huelva Información consiguió entrar en la casa donde residía el detenido y hablar sin tapujos con quienes se convierten, por actos de los que no son culpables, en las otras víctimas: sus familiares. Fue su propia madre la que señaló a este diario que el sentimiento que le embargaba era de "vergüenza" y, después de reconocer que apenas habían podido dormir desde hacía dos noches, "no hemos parado de llorar". Lo más duro lo dejaba para pocos segundos después: "desde ese día, él ya no es mi hijo y yo no soy su madre. Tanto yo como su padre nos hemos conseguido ganar la vida trabajando muy duro. Ahora la gente va a pensar que nosotros somos malos y no lo somos; nos sentimos señalados por todo el mundo que nos conoce".

De su hijo, apenas conocía que fue trasladado a Madrid y que debía declarar ante la Audiencia Nacional ante el juez Santiago Pedraz. Éste decretó su inmediato ingreso en prisión por un delito de colaboración con finalidades terroristas mediante actividades de proselitismo, adoctrinamiento y captación, además de conseguir fondos para la causa yihadista.

A Medi, que llevaba en Huelva desde los 18 años, se le incautó su ordenador, donde escondía pruebas de su tránsito por el foro -fuera de servicio- Jamia Hafsa Urdu, donde se lanzaban constantes proclamas a favor de la yihad y trataba de conseguir dinero y armas. También organizó reuniones en Huelva destinadas a conseguir más adeptos. En el disco duro de su equipo informático aparecían fotografías de las sedes policiales en Huelva, de las que se sospecha que estaban siendo señaladas como posibles objetivos. Así, figuraban las instalaciones de la Comandancia de la Guardia Civil, la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, también de la capital onubense, y vídeos de distintas técnicas y materiales para elaborar artefactos explosivos.

Su madre tenía otro concepto del mismo. "Nos convenció de que instaláramos la conexión a internet. Al principio le dije que se fuera a la Biblioteca de la Universidad, pero nos dijo que lo necesitaba para estudiar. Se pasaba todo el día delante del ordenador y alguna vez cuando entré en su cuarto, me enseñó la pantalla con chicas desnudas. ¿Cómo podía imaginar que se dedicaba a otra cosa?" señalaba su madre encima de la cama de su hijo, vestida con una colcha del Recre.

Medi no respondía al arquetipo de radicalista. Pasar desapercibido parecía haberse convertido en una de sus armas más poderosas. Vestía a la manera occidental, practicaba deporte, tenía relación con un grupo amplio de jóvenes compañeros de estudios e incluso llegó a interesarse por participar en la Congregación Huelva Norte de los Testigos de Jehová, en un intento por no mostrar en público sus verdaderas creencias.

A pesar de que la intención del Ministerio del Interior es "facilitar que toda la información oficial sea accesible a todos y en todo momento de la mejor manera posible", lo que sería deseable es que la detención de Medi fuera la primera y la última que volviera a colocar a Huelva en una estadística tan poco deseable como esa.