El fiscal Justo Gallardo, natural de Andújar (Jaén), deja Huelva. A esta ciudad arribó en junio de 2007, hace justo 12 años. Se marcha, como afirman los que lo conocen a Huelva Información, por motivos personales. Pero esta provincia lo ha marcado para siempre. La siente como su casa y su hijo es onubense.

Gallardo es uno de los fiscales más queridos, admirado por propios y extraños pese a su carácter reservado. Ha estado adscrito al partido judicial de Ayamonte durante varios años, ha pasado por Vigilancia Penitenciaria, ha tratado de cerca con la siniestralidad laboral y los derechos de los trabajadores y ha formado parte activa de la Delegación Antidroga del Ministerio Público.

En esta lucha contra el narcotráfico han reconocido su labor Guardia Civil y Policía Nacional, puesto que siempre ha mostrado su disponibilidad y absoluta colaboración para esclarecer los asuntos con la máxima diligencia.

Su cese se produjo el pasado 21 de junio, pero fue este pasado viernes cuando sus compañeros lo ofrendaron con un almuerzo de despedida, presidido por el fiscal jefe de Huelva, Alfredo Flores, y con el delegado de Menores y Criminalidad Informática, Alberto Campomanes, como maestro de ceremonias.

Jueces, fiscales y abogados asistieron a la despedida.

A la celebración asistieron unas 40 personas. Además de miembros de la Benemérita y del Cuerpo Nacional de Policía, estuvieron presentes forenses, juristas como Gustavo Arduán, el abogado del Estado o letrados de la Administración de Justicia (LAJ), amén del decano de los jueces de Huelva, José Manuel Borrero, el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Huelva, Ricardo Ruiz, los jueces de Instrucción Javier Romero y Javier Pérez Minaya o el magistrado de la Audiencia Luis García-Valdecasas.

Su discípulo, Alberto Campomanes (fue el primero que aprobó las oposiciones de su mano y de la de Pedro Díaz Torrejón), destacó que "es un profesional de perfil muy discreto y poco protagonista, pero es un trabajador minucioso y valiente; ha hecho en estos doce años mucho bien a Huelva, no solo como fiscal, sino también como formador".

Porque Gallardo se percató, cuando llegó a Huelva, de que solo Ana Laso y la teniente fiscal Isidora Solís eran onubenses en la plantilla del Ministerio Fiscal. "Y en solo ocho años estamos en Huelva ocho personas de aquí preparadas por ellos: dos jueces, cinco fiscales y una letrada de la Administración de Justicia".

Un grupo de compañeros del homenajeado.

Flores, en su intervención, le regañó cariñosamente por marcharse de esta tierra porque está muy contento con su trabajo, "pero entiendo que son motivos familiares de peso y aquí siempre tendrás las puertas abiertas", subrayó el fiscal jefe en la despedida.

Gallardo tomó la palabra y enfatizó que para él Huelva ha sido un lugar clave en su vida, porque aquí creció profesionalmente, aquí se enamoró y aquí nació su hijo. Los que le dieron su hasta luego el viernes lo obsequiaron con una acuarela con la ría de Huelva y el Muelle de Riotinto como protagonistas.

La vacante de Justo Gallardo la ocupará (previsiblemente en septiembre u octubre) el fiscal delegado de Criminalidad Informática de Badajoz, Julio Jesús López Ordiales. Campomanes, que lo conoce porque trabajó bajo sus órdenes en Zafra, lo considera un hombre "afable, divertido, un fichaje excepcional", que además conoce bien Huelva y "llevaba mucho tiempo planeando venirse aquí".