El movimiento asociativo de Cocemfe ha presentado DisOrganic, el símbolo internacional de la capacidad orgánica, en el marco de una campaña que se ha extendido a 41 ciudades del país repartidas en las diferentes comunidades autónomas que lo conforman. El diseño del mismo ha corrido a cargo del diseñador gráfico, Rafael Garcés, quien ha permitido que el emblema pueda ser empleado libremente en publicaciones, materiales y todo tipo de soportes.

La presentación se ha producido en el Mercado del Carmen, donde se ha leído un manifiesto que reivindicaba una mayor visibilidad de la discapacidad. Además, en este espacio se dispuso una pizarra junto al nuevo logo donde las personas podían escribir mensajes en favor de la discapacidad orgánica. Para la presidenta de Cocemfe en Huelva, Rocío Pérez, se trata de una iniciativa "indispensable" para dar voz a un problema que "parece que no está". De este modo, el fin reside en que la población asocie esta problemática con un símbolo, al igual "que se relaciona la movilidad reducida con la silla de ruedas".

En base a las palabras de Pérez, el motivo de la implantación del nuevo símbolo radica en la falta de reconocimiento, invisibilidad e incomprensión que rodean a las personas que se enfrentan a una discapacidad orgánica. La misma viene derivada por alteraciones que se originan en el interior del cuerpo y que desencadenan la pérdida de funcionalidad de ciertos sistemas corporales, ya sea de forma congénita o adquirida. Entre las enfermedades que se agrupan dentro de esta discapacidad figuran las renales, hepáticas, cardiopatías, hemofilia, alzhéimer o párkinson, entre otras.

Pese a que son trastornos que pueden pasar desapercibidos para la mayoría de la población, lo cierto es que entrañan problemáticas de diversa índole, como limitaciones en la vida diaria, la necesidad de seguir tratamientos, grados de dolor elevados o una vulnerabilidad mayor a las infecciones. 

En relación al carácter invisible, DisOrganic persigue concienciar a la población y poderes públicos acerca de su existencia, así como empoderar a quienes la padecen a través del conocimiento y el ejercicio de sus derechos.