La violencia machista no tiene edad ni límites. Basta con echar un vistazo al Boletín Estadístico del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad del mes de marzo para percatarse de que el espectro de víctimas en Huelva alcanza desde la más tierna adolescencia hasta la senectud, un silencioso calvario que aflora en los datos del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), donde se incluyen, ni más ni menos, que 1.093 casos activos en la provincia.

De ellos, solo el 1,6% corresponde a menores de edad. Son 18 en total, pero hay que tener en cuenta que estas son las que sí se han atrevido a denunciar a sus maltratadores. El sistema VioGén permite a policías y guardias civiles hacer un diagnóstico, a través de entrevistas y de un cuestionario, de la situación que vive la mujer que padece los malos tratos. Y, a partir de él, hacer una predicción del peligro en que se halla.

Diez de estas niñas, que tienen entre 14 y 17 años, están en situación de riesgo no apreciado. Hay otros cinco casos en riesgo bajo. Pero dos adolescentes se encuentran en riesgo medio, es decir, que tenían hace dos meses vigilancia policial periódica en sus domicilios, en la entrada y salida del centro escolar, además de contar con acompañamiento a todas las actuaciones judiciales, asistenciales o administrativas que precisen. También han sido adiestradas para su autoprotección y tienen un teléfono móvil para la teleasistencia. La situación de la víctima menor de edad número 18 es todavía más grave: está en riesgo alto.

La situación empeora si se presta atención a la franja de edad de entre los 18 y los 30 años. Prácticamente tres de cada diez casos activos en VioGén se corresponde a este grupo: son 307 en total, el 28%. Aquí, la herramienta informática por la que los policías y guardias civiles –mediante un cuestionario de más de 30 preguntas que se le formulan a la víctima– pueden determinar el nivel de riesgo en que se encuentran y protegerlas del modo que más se adecue a su situación, detectó 172 jóvenes con riesgo no apreciado, 103 en riesgo bajo, 31 en situación de peligro medio y una en riesgo alto.

En Huelva estaban activos en marzo 1.093 casos en el Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género

Las víctimas evaluadas que tienen entre 31 y 45 años son la más numerosas. La explicación puede estar no solo en la mayor incidencia del terrorismo machista en la madurez, sino en que esta confiere a las perjudicadas el valor suficiente para atreverse a denunciar a sus agresores. Encontramos aquí, como consta en la estadística gubernamental, seis mujeres en riesgo alto, 33 en medio, 188 en nivel bajo y 279 con riesgo no apreciado.

El 21,9% del global de casos activos en VioGén hace dos meses, 239, se correspondía con los de mujeres de entre 46 y 64 años: 141 con riesgo no apreciado, 84 en riesgo bajo, 11 en riesgo medio y dos con riesgo alto. Aquí se encuentra además la única mujer en riesgo extremo de la provincia, cuya vida corre un grave peligro a juicio de los agentes que la entrevistaron.

En nuestro territorio hay 14 maltratadores controlados a través del sistema de seguimiento por medios telemáticos de las medidas de alejamiento, una tobillera que los geolocaliza y alerta a sus víctimas en caso de traspasar la línea fijada por la autoridad judicial. En el mes de marzo se instaló uno más, si bien se desactivó otro de estos artilugios.

La mitad de las llamadas al teléfono de atención a las víctimas de la violencia de género en Huelva, el 016, durante el mes de marzo fue realizada por ellas mismas, 23 en total. Del cómputo global de 45 llamadas (el 20,7% que en el mismo periodo del año anterior), los familiares llevaron a cabo 18 (el 12,5%) más, quizá cada vez más concienciados de la necesidad de apoyar a las perjudicadas.