Huelva

De Huelva a Santiago en bicicleta

  • Tres onubenses recorren en once días los 1.000 kilómetros que separan Huelva de la capital gallegal peregrinación Salieron el pasado de 17 de septiembre desde la calle Santiago Apóstol, en el barrio del Molino de la Vega, y llegaron a Santiago de Compostela el día 27.

Once días de intenso pedaleo les llevó a los hermanos Javier y Jaime Álvarez y a José Antonio Muriel recorrer los 1.000 kilómetros que separan Huelva de Santiago de Compostela. Toda una hazaña para unos simples aficionados al ciclismo -hasta ahora sólo habían cogido la bicicleta para realizar rutas los fines de semana por la provincia onubense-, que vivieron una experiencia inolvidable y en el caso de Jaime pudo cumplir la promesa que le hizo a su padre antes de morir.

Comenzaron la ruta el pasado 17 de septiembre. Salieron a las ocho de la mañana desde la calle Santiago Apóstol, en el barrio del Molino de la Vega -eligieron para arrancar un lugar simbólico-, y llegaron a la capital gallega el día 27. Iban ligeros de equipaje, sólo llevaban dos equipaciones de ciclistas, una muda de ropa y alguna que otra prenda para protegerse del frío y de la lluvia. No querían portar mucha carga con objeto de hacer más liviano el trayecto.

La primera etapa, en la que recorrieron 110 kilómetros, fue dura, tuvieron que soportar altas temperaturas y subir numerosas cuestas, aunque pudieron disfrutar de las bellas vistas de la sierra de Huelva. Ésta les sirvió de calentamiento para afrontar una larga ruta en bicicleta que se habían planteado en once etapas.

En el cuarto día de viaje, ya en la provincia de Cáceres, se les unieron cinco compañeros. Pernoctaron en albergues y por el camino conocieron a muchos otros peregrinos, que estaban realizando el camino de Santiago, algunos a pie y otros en bicicleta como ellos. Entre estos peregrinos había personas de distintas nacionalidades. Los onubenses destacan la cálida acogida que les han brindado allí por donde han pasado, la amabilidad con la que les han tratado y el reconocimiento a su iniciativa de realizar el camino de Santiago en bicicleta.

Para los tres ciclistas fue una etapa memorable la realizada en la quinta jornada en la que subieron los puertos de Béjar y de Covatilla, en la provincia de Salamanca.

El cambio de estación, de verano a otoño, les cogió en el sexto día de camino, lo que fueron notando conformen se iban acercando al norte. A partir de la séptima jornada, tuvieron que hacer frente a las inclemencias meteorológicas. Les cayó una gran tromba de agua cuando se dirigían a Benavente, lo que no les impidió completar la etapa que se habían marcado.

De las localidades recorridas, les gustó especialmente Astorga, en la provincia de León, disfrutaron con la belleza de su catedral, el Castillo de Gaudí y sus calles empedradas.

La etapa más complicada, debido a la adversa climatología, fue la de Rabanal-Cacabelos, también en la provincia de León, cuando ya llevaban nueve días de viaje. Tuvieron que soportar bajas temperaturas y un fuerte aguacero al subir el puerto de Ponferrada.

Al día siguiente llegaron a la comunidad gallega. Esa noche descansaron en Sarria (Lugo), cumpliendo su objetivo el undécimo día cuando llegaron a la ansiada meta: la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, donde se encuentra la catedral. Allí recogieron el documento que acredita su peregrinación en bicicleta.

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