Huelva

El obispo de Huelva preside la misa de apertura del Año de la 'Familia Amoris Laetitia'

  • Santiago Gómez destaca que fortalecer los matrimonios y acompañar a las familias deben ser objetivo de la pastoral diocesana

Misa de inauguración en la Catedral de Huelva del año dedicado a la familia.

Misa de inauguración en la Catedral de Huelva del año dedicado a la familia. / H. I. (Huelva)

El obispo de Huelva, Santiago Gómez, ha presidido en la Catedral la Misa de apertura en la diócesis del Año de la Familia Amoris Laetitia que fue inaugurado por el papa Francisco, cinco años después de la publicación de su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia sobre la belleza y la alegría del amor en la familia. El periodo se extenderá al 26 de junio de 2022, en el X Encuentro Mundial de  las Familias en Roma con el Santo Padre.

Partiendo de la lectura del Evangelio de este quinto domingo de cuaresma, el obispo de Huelva, Santiago Gómez, durante su homilía ha recordado que "el Señor nos invita a todos a seguir su camino, entrando en la lógica del misterio pascual,'el que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna'. En esta dinámica evangélica podemos contextualizar la inauguración de este Año de la Familia Amoris Laetitia”, señaló.

De este modo ha destacado la belleza del matrimonio que "vale la pena ser vivido, que es hermoso" y ha subrayado "la alegría que hay en el amor verdadero, en la entrega marital y de por vida; ese Amoris Laetitia –Alegría del Amor– se vive de verdad en la familia".

Santiago Gómez continuó apuntando que "Hoy no sólo padecemos escasez de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, también conocemos la emergencia vocacional al matrimonio, provocada por el temor que muchos jóvenes sienten a comprometerse para siempre en el matrimonio, abierto a los hijos. En estas circunstancias la Iglesia debe presentar con la palabra y con el testimonio de las familias cristianas la alegría del amor, animando a los jóvenes a optar por el matrimonio, pues el matrimonio vale la pena".

Fortalecer los matrimonios, acompañar a las familias en sus pruebas y dificultades y hacer conscientes a los cristianos de la gracia del sacramento del matrimonio debe ser, en palabras del obispo, "objetivo de toda la pastoral diocesana. Así haremos un gran servicio a la Iglesia y a la sociedad". Por ello, prosiguió, "hemos de proclamar la verdad del Evangelio de la Familia y, al mismo tiempo, acompañar a las personas en sus dificultades y fortalecer los matrimonios en esta situación misionera que tenemos, donde puede haber familias bautizadas, pero muy alejadas de la vida de la Iglesia".

El obispo ha querido tener también palabras para el Seminario en el día en el que la Iglesia celebra una jornada dedicada especialmente a rezar por nuestros seminaristas: "pidamos al Señor que haya vocaciones al matrimonio, pero también a la vida sacerdotal, porque son dos modos de vivir entregando la vida por los demás".

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