Homenaje a los abuelos del año

El Ayuntamiento de Nerva volvió a rendir un merecido homenaje al emigrante y abuelos del año con motivo de las fiestas en honor a San Bartolomé que se celebran durante estos días en la localidad minera. En esta ocasión, el reconocimiento se lo llevaron Cipriano Sánchez y el matrimonio de octogenarios formado por Isabel Moreno y Joaquín Rufo.

Este acto, celebrado en el salón de plenos del Consistorio municipal, se convirtió, con el tiempo, en un emotivo encuentro entre los que tienen la gran fortuna de residir en Nerva y los que retornan a sus raíces cada verano para disfrutar de las fiestas grandes de la localidad minera en compañía de familiares y amigos.

Este año, la mención de honor al emigrante del año fue para Cipriano Sánchez, más conocido por todos como Cipri. Es participante activo en el grupo de Facebook Nervenses por el Mundo y coorganizador del encuentro que lleva el mismo nombre en Barcelona. Desde su marcha a la ciudad condal, motivada por cuestiones laborales y la necesidad de conseguir un futuro más prometedor junto a su novia, Nuria Pastor, hoy día su mujer, no ha perdido el contacto con sus raíces.

Cipri lleva ya en Barcelona 30 años. Trabaja de conserje en unas oficinas, pero su vínculo con Nerva lo mantiene gracias a sus padres y a su hija Cristina. Cada vez que tiene oportunidad regresa al pueblo, ya sea en vacaciones de Semana Santa o, como ahora, por las fiestas de San Bartolomé. Tantos años en la distancia no han supuesto inconveniente alguno para seguir ligado a su tierra y enarbolar su condición de nervense, convirtiéndose de esta manera en un ejemplar embajador de la localidad minera y de sus costumbres más allá de las fronteras locales.

En cuanto a la mención de honor a los abuelos del año, en esta ocasión ha recaído en el matrimonio formado por Isabel Morano, de 87 años, y Joaquín Rufo, de 90. Toda una vida de ilusión compartida, duro trabajo y lucha por sacar adelante a la familia en época de escasez y todo tipo de vicisitudes, pero también de un pasado glorioso y esplendoroso. Sus ganas de sentir Nerva provocan una ejemplar actitud vital digna de elogio.

Hasta recalar en Nerva, Joaquín, nacido en la cercana localidad de El Castillo de las Guardas (Sevilla), pasó por varias localidades. Su vida laboral comenzó en el campo, con tan solo 7 años de edad. En 1950 llegó a la comarca atraído por el trabajo de las minas y poco tiempo después se asentó definitivamente en el barrio de El Ventoso. Su mujer, natural de San Juan del Puerto, también se dedicó en su momento a las faenas del campo. Actualmente, el matrimonio disfruta de una vida tranquila y apacible junto a sus 9 nietos y 19 biznietos.

El acto lo cerró el alcalde del municipio nervense, José Antonio Ayala, que tuvo palabras de afecto, cariño y reconocimiento para todas las personas que fueron homenajeadas. "El Ayuntamiento no está solo para atender las necesidades básicas de la población, también es necesario llevar a cabo este tipo de actos de reconocimiento hacia personas que luchan por su pueblo dentro y fuera de nuestras fronteras locales", subrayó.