Huelva de ayer a hoy

Hola, Señora de Huelva

  • Estos días de agosto el santuario de la Patrona es un lugar de encuentro de la devoción y de la ciudad esperando la salida de la Virgen de la Cinta

La Virgen Chiquita de la Cinta en su santuario.

La Virgen Chiquita de la Cinta en su santuario. / Eduardo Sugrañes

La espera de la bajada de la Virgen de la Cinta contiene muchas emociones. En el santuario de El Conquero corre todo según los ritmos que van marcando las señales que nos dicen que se acerca ese tiempo, en los jardines mismos de la Señora de Huelva. Los jazmines exuberantes sobre las paredes encaladas y en los arriates la dama de noche embriagan los sentidos que van dejando en el aire esa huella que nos habla de la Virgen de la Cinta.

Mientras tanto todo sigue igual, los días amanecen con el reguero de devoción de cualquier mañana del año que tiene origen en cualquier casa de Huelva pero un mismo final: la Casa de la Virgen en El Conquero.

Escuchando los ensayos de los campanilleros en el patio del santuario. Escuchando los ensayos de los campanilleros en el patio del santuario.

Escuchando los ensayos de los campanilleros en el patio del santuario. / Eduardo Sugrañes

Suplicas, oraciones de cada día, de visitas continuas, por alguna cosa especial, por el que se casa, por el que nace, por los estudios, por un puesto de trabajo, por la salud, ¡tantas cosas! La Virgen tiene ese diálogo constante con los miles de onubenses que en devoción forman ese rosario de amor a la Virgen.

Las tardes del verano en La Cinta son más relajadas y tras el encuentro con la Patrona el mirador a las Marismas del Odiel invitan a estar sentados en el murete perimetral esperando la caída de la tarde, en el frescor de la brisa marinera que sube hasta las plantas del santuario.

Es la plaza más alegre de cuantas hay en Huelva en este tiempo caluroso, es además ese espacio que se alarga desde la barriada de la Orden que la hace plaza suya.

La puesta de sol sobre las Marismas del Odiel desde el Mirador de la Cinta. La puesta de sol sobre las Marismas del Odiel desde el Mirador de la Cinta.

La puesta de sol sobre las Marismas del Odiel desde el Mirador de la Cinta. / Eduardo Sugrañes

Los devotos que salen del santuario, los jóvenes que buscan la ladera para no perderse el espectáculo tan sublime como es la puesta del sol. Ese momento en el que el sol se alinea con la Cruz de los Ángeles y la imagen de la Virgen de la Cinta en el retablo de su altar mayor.

En el patio del santuario se escuchan las canciones de los campanilleros, las que hablan ya de que se acerca la mañana de agosto, cuando Huelva saluda a su Patrona por El Conquero camino del centro de la ciudad para la celebración de su novena.

Es la espera de la mañana más hermosa que tiene la ciudad e, igualmente, la más devota y sincera, la del amor a la Virgen de la Cinta.

Y esperamos con inquietud esa mañana que ya está aquí cuando tengas en tus manos estas páginas de Huelva Información. Es el sueño de un año hecho realidad, el abrazo de Huelva en sus calles con la Virgen Chiquita de la Cinta.

Ella siempre nos guarda algún encuentro especial y este año volverá a pasar por su avenida en la barriada de Santa Marta. Recorrerá El Conquero por otros lugares muy cinteros; cercano El Torrejón con recuerdo a la finca de un gran cintero como fue Antonio Oliveira mayordomo de la hermandad. Más cerca en el tiempo, la casa de los Salesianos que se desviven cuando van a predicarle a la Virgen. La Hispanidad tan colombina como la Virgen de la Cinta, la avenida Santa Marta, el Huerto Paco o San Antonio, es la otra falda de El Conquero por el Parque Moret.

Volverá la Virgen a pasar por el Asilo de Santa Teresa de Jornet, donde quienes nos enseñaron a amar a la Virgen, nuestros abuelas y abuelos, tienen aquí un lugar donde recogen el cariño en un cuidado especial. Lo mismo que muchos curas cinteros que encuentran el descanso tras una prolongada labor pastoral.La providencia nos acerca este año al Asilo cuando conmemoramos el 30 aniversario de la visita apostólica de San Juan Pablo II a Huelva, al saber que la ampliación y mejora de esta casa fue la obra social de aquel encuentro tan especial.

Cada vez que la Virgen ha pasado por el Asilo se ha vivido de una manera muy entrañable, la última fue el 29 de junio de 2014 cuando regresaba a su santuario tras la celebración del Cincuenta Aniversario de la Proclamación como Patrona Canónica de la ciudad de Huelva.

Ensayo de los Campanilleros de la Virgen de la Cinta en el patio del santuario. Ensayo de los Campanilleros de la Virgen de la Cinta en el patio del santuario.

Ensayo de los Campanilleros de la Virgen de la Cinta en el patio del santuario. / Eduardo Sugrañes

Este año nos dejará otros momentos que presumimos especiales como la llegada a la nueva parroquia de Cristo Sacerdote, recordando aquella otra visita a su templo en el local comercial de la avenida de San Antonio cuando la peregrinación de su coronación canónica y quedó en su fachada un azulejo de la Virgen Chiquita que la visitaba.

Y volveremos en la estatua de Pedro Gómez a seguir por el camino tradicional de la bajada por la avenida de Manuel Siurot, que le llevará hasta la parroquia mayor de San Pedro, de tantos recuerdos y donde esperamos que muy pronto vuelva a aquí un año la novena de la Virgen de la Cinta.

El rosario tendrá su punto culminante junto al Monumento a la Inmaculada Concepción, la Patrona de la Diócesis de Huelva, recibiéndola en este entorno que le llevará hasta la parroquia de la Concepción entre las canciones de los campanilleros y las letanías.

De nuevo esperamos la mañana de agosto en El Conquero para saludarla.

Hola, Lucero del Alba… Hola, Señora de Huelva.

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