Historia menuda

Historia del monumento a la inmaculada concepción (y II)

  • Hasta de la malagueña Torre del Mar llegaron los ánimos para que se hiciese realidad el monumento l El 20 de noviembre de 2004 se levantó la estructura, pendiente sólo de colocar la imagen

El 26 de mayo de 2002, la iniciativa contaba con el apoyo desde muchos puntos sociales de la ciudad. Por su parte, monseñor Ignacio No-guer, obispo de Huelva, afirmaba en Huelva Información: "Es una iniciativa que parte de los seglares…".

En el mismo diario, Gustavo Castillo Rey realizaba una interpretación libre de lo que podría ser el monumento a la Inmaculada Concepción. En él, el excelente historiador y artista acertaba en las dos columnas alargadas sobre la que se apoyaba la plataforma donde descansaría la imagen de la Virgen. Las diferencias estribaban en que las columnas las remataba con el orden corintio y en la realidad es del orden jónico y que la peana en la que se sustenta le da volutas jónicas cuando el monumento tiene simple su basamento.

El apoyo continuó siendo total y hasta de la malagueña Torre del Mar llegaron los ánimos para que se hiciese realidad el Monumento, que debía ser una realidad en la fiesta de la Virgen Inmaculada de 2004.

El jueves, 4 de diciembre de 2003, Vicente Quiroga informaba en Huelva Información que el Monumento no se erigiría en la Plaza de la Merced, que el boceto del anhelado y divina estatuaria se desvelaría en una exaltación musical que se celebraría aquella tarde en la Casa Colón y daba como fecha definitiva la del 8 de diciembre, fecha en la que culminarían los actos del 50 aniversario y la celebración del 150 aniversario de la Proclamación del Dogma Inmaculista.

Finalizando agosto de 2004, aparecía en Huelva Información la noticia de que la Hermandad de la Victoria sufragaría la instalación del Monumento que historiamos.

El miércoles, 13 de octubre de 2004, el alcalde y el obispo de Huelva inauguraban una exposición en la Casa Colón alusiva a la devoción inmaculista en la historia de Huelva.

El día 20 de noviembre de 2004, se levantaba la estructura del monumento a la Inmaculada Concepción, pendiente sólo de colocar la imagen de la Virgen que llegaría una semana más tarde. Aquella tarde hubo un acto que nos lo va a narrar el reportero P. N. de Huelva Información con toda clase de detalles:

"… El acto sirvió además de reconocimiento por parte de la Comisión de Onubenses pro Monumento a la Inmaculada a los que han colaborado económicamente con esta realización: Obispado, Ayuntamiento de Huelva, Diputación Provincial de Huelva, Fundación El Monte, Caja Rural del Sur, Caja Sur, Caja Madrid, el Puerto, Rusvel, AIQB, Colegio de Farmacéuticos, Hipercor y Tiendas El Corte Inglés, Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva, Comunidad de Hermanos Maristas, Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta, Hermandad de la Victoria, Ladislao Carrero, Talleres Gasbar, Deinnova y Cadena Raya.

En el cofre y después de colocada la tierra de los santuarios, se introdujo un acta que recogía este momento, los planos del arquitecto Carlos Barranco, una azucena de la Virgen de la Victoria, monedas, una viera por celebrarse el Año Santo Xacobeo, un codal de la Virgen del Valle, barro con el que Elías Rodríguez Picón modeló la imagen. Además se introdujo copia de la iniciativa de este monumento publicada por primera vez en Huelva Información el 21 de abril de 2002.

Por último, se quiso hacer a modo de homenaje a la ciudad de Huelva que ha hecho posible el monumento con su apoyo con una cinta de su bandera que introdujo el concejal de Cultura, Manuel Remesal. Fue entonces cuando el presidente de la Comisión, Eduardo J. Sugrañes, ofreció el cofre al obispo, Ignacio Noguer, para que lo colocara en el monumento".

El día 8 de diciembre de 2004 el Monumento a la Inmaculada Concepción era bendecido por el Nuncio de Su Santidad, monseñor Monteiro de Castro junto a nuestro obispo monseñor Ignacio Noguer, en un acto solemne y multitudinario, en el que desgraciadamente no nos podemos detener, llevado de la mano del gran comunicador Vicente Quiroga.

Este humilde historiador, en unión de su hijo José Ángel, de apenas ocho años de edad, fue testigo de la solemnidad grandiosa del acto de aquella tarde inolvidable, de la satisfacción que nos embargaba a todos los asistentes y sólo e interiormente pudo dar un aplauso a los miembros de la Comisión por su altruista y prolongado esfuerzo, al artista, Elías Rodríguez Picón, que una vez más demostró su categoría, y elevar una plegaria a la Purísima Concepción. Día inolvidable fue para muchos que creemos en la vida eterna, esa palabra que brotó tantas veces de los labios del divino maestro.

Desde aquella fecha de su inauguración ha quedado demostrado que este monumento es algo más que una simple estatuaria y es que no concebimos el espacio en que se eleva sin la presencia de Ella. Y hacia el monumento vamos precipitadamente todos, los niños de numerosas escuelas y los ancianos y las tres tunas de Huelva (Empresariales, Derecho y Politécnica, con sus ofrendas florales y sus canciones que depositan cada año desde 2004); el sabio y el ignorante, el nativo y el que visita Huelva para hacerse la foto obligada, vamos, precipitadamente por nuestras ansias de estar junto a Ella, como van las aguas de un río al fondo de los mares.

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