Historia de la magna Ciudad Deportiva (I)
NO porque en los actuales momentos haya alcanzado el deporte entre nosotros ese enorme desarrollo de que goza hay que creer que sólo en estos tiempos ha sido cuando ha habido verdadero deporte en Huelva. Tiempos antañones hubieron en los que tuvo también su incremento y en los que la juventud mostraba el mismo entusiasmo que los jóvenes actuales por las prácticas de los ejercicios de fuerza o destreza. No obstante, a los jóvenes de los años cuarenta hay que darle la enhorabuena porque no se mostraron conformes con lo que ocurría en nuestra ciudad con la rama deportiva. De esta forma, en el diario 'Odiel' del 24 de enero de 1942, ante la puesta en marcha del proyecto para construir un gran campo de deportes en Zaragoza, en el mismo cauce informativo el 20 de febrero y así de manera reiterada y ante logros de construcciones deportivas para otras poblaciones, los onubenses se preguntaban: ¿Y en Huelva, cuándo?
Pasaban los lustros y la cenicienta Huelva seguía sin contar con instalaciones deportivas adecuadas. No obstante, se mantenía el fuego sagrado de la afición a los deportes, cada día en aumento. Contra esta situación, el sábado 8 de octubre de 1961 el alcalde, Manuel López Rebollo, daba cuenta de su gestión durante su primer año al frente del Ayuntamiento y transmitía el deseo del Gobernador Civil, Sr. Pérez Cubillas, de que Huelva dispusiese de un parque deportivo, que contase con campo de fútbol, pista de atletismo, piscina, campo de tenis, frontón, pistas de patinaje, gimnasio, etc.
El activo Gobernador continuó con sus gestiones. A su insistencia siguió el triunfo. Hernán Pérez Cubillas había unido a sus logros una prez nueva. Así, intervenía en un anuncio con petición del Obispo de una parcela de 30.000 metros cuadrados en la zona de servicio del puerto para construcción de una Ciudad Deportiva. Poco después, en el Pleno provincial del viernes 25 de mayo de 1962 anunciaba la inmediata realización de la Ciudad Deportiva, que iría enclavada en la extensa superficie que ocupaba el Huerto del Italiano, espacio que, a partir de 1910, quedó convertido en el célebre Parque Moret y que fue cedido por el Ayuntamiento al Gobierno Civil.
En aquellas fechas había puntos en la ciudad más cercanos al centro que el del Parque Moret y por esto fue natural que algunas personas al conocer el proyecto de construir una ciudad deportiva retirada de la ciudad, sin apenas una casa a la vista, creyeran que el intento estaba destinado a fracasar. El tiempo ha demostrado que a las ondulaciones especiales del terreno que lo circunda debe sus características especiales, convirtiéndolo en Meca terrestre y Paraíso celestial de los aficionados al deporte, dado que en esta ciudad han encontrado y encuentran la opción de practicar diversas especialidades, y de las celebraciones deportivas y sociales en una zona pródiga en bellísimos paisajes cuajados de flores y pinos que embalsaman el ambiente, "magno sanatorio de la Naturaleza", como le llamara un médico huelvano y en magníficos horizontes, festoneados por las orillas del Tinto y del Odiel…
Don Hernán depositó su confianza en Antonio Muñoz Salvador, arquitecto colaborador de la Obra Sindical del Hogar y Arquitectura de Huelva, solicitándole la redacción del proyecto de la Ciudad Deportiva en el menor tiempo posible.
Tres semanas necesitó el arquitecto para obtener los datos precisos a la vista del terreno y, tras documentarse en las diversas Delegaciones Nacionales de los Deportes para la distribución de las instalaciones pertinentes conforme a las prescripciones reglamentarias establecidas, comenzó la dirección de la obra. Ésta, comenzó el día 30 de mayo de 1962, día de San Fernando, acto que fue presidido por el Gobernador Civil.
El presupuesto de la obra ascendía a 9.568.966,90 pesetas, confirmando el arquitecto que estaría terminada y dispuesta para su inauguración el 18 de julio de 1963, si bien el Sr. Pérez Cubillas apuntó la conveniencia de urgir su realización para alcanzar la inauguración, aunque sólo fuese con carácter particular, a un año vista, esto es, el día 30 de mayo de 1963.
Aunque el presupuesto ascendía a cerca de diez millones de pesetas, la realidad indicaba al finalizar la obra que se había alcanzado la cantidad de 13.586.986,80 ptas.
Las obras avanzaron en tal magnitud que, a mediados de noviembre del citado año, la juventud onubense se enorgullecía de antemano de lo que pronto se convertirían en magníficas instalaciones que abarcarían más de 40.000 metros cuadrados de terreno.
De cualquier forma, advertimos que, si bien la obra comenzó simbólicamente el 30 de mayo de 1962, la obra real empezó seis meses después. El obstáculo más complicado de la fase de construcción fue el desmonte de una elevada cantidad de toneladas de tierra en las laderas que circundan la Ciudad Deportiva.
Por ser una obra personalmente dirigida, estimulada y conseguida por el Gobernador Civil, en la sesión del 15 de junio de 1964, el Consejo Provincial por aclamación, acordó otorgarle el nombre de 'Ciudad Deportiva del Movimiento Camarada Pérez Cubillas' a las óptimas instalaciones. Honor merecido.
Doce días más tarde, se abría el Concurso para la explotación de los servicios de bar y restaurante de la Ciudad Deportiva. Seamos curiosos y conozcamos lo que el adjudicatario recibió, bajo inventario y en calidad de depósito, la instalación completa de Bar y Comedor integrada por los siguientes enseres: Frigorífico (botelleros, helados y hielo). Cafetera de tres brazos. Molinillo dosificador, Termo de leche, Batidora, Exprimidera, Cortafiambre, Plancha (placa cocina), Asador, Freidora, Frigorífico de Cocina, Vajilla, Cristalería, Cubertería y Mantelería para comedor y bar, muebles para ambos, etc.
Días antes de la inauguración (prevista para el día 18 de julio de 1964), el adjudicatario del Bar-Restaurante de la Ciudad Deportiva insertaba el anuncio siguiente en el diario "Odiel":
"Ciudad Deportiva del Movimiento. Maravilloso lugar. Paisaje delicioso. Temperatura ideal. Modernas instalaciones. Restaurante-Bar con los últimos adelantos. Amplias terrazas. Gimnasio,
Piscina, Baloncesto, Tenis, Frontón, Bolera, hockey sobre patines, Fútbol, Pista de Atletismo, Pista de Patinaje.
Todo un marco incomparable de belleza y buen servicio. Con una sola cuota de socio disfrutará usted de las ventajas de 12 clubes.
Apresure su inscripción, los 500 primeros quedan exentos de la cuota de entrada. Disfrute de este beneficio y disfrute a la vez de las maravillas de la Ciudad Deportiva del Movimiento".
Las tarifas y cuotas de entrada fueron: Socio de número, 2.500 pesetas. Socio familiar, 5.000. Socio colectivo, 3.000. Socio juvenil (de 14 a 21 años), 250. Quedaban exentos de las cuotas de entrada los socios de número o familiar, cuya suscripción se hubiera efectuado antes del 1 de octubre de 1964, hasta cubrir el tope de 500 socios. Mensual socio juvenil, 50 pesetas.
Las características de las dependencias deportivas que se abrieron eran, según leemos en 'Odiel', las siguientes:
"Frontón. Descubierto. Sus dimensiones son de 30 metros de largo por 14 de ancho. Tendrá capacidad para la práctica de juegos a mano, a pala y a cesto.
Baloncesto. Abarcará una superficie de 28 x 14 metros y estará provisto de gradas capaces para unos 300 espectadores.
Patinaje. Su pista comprenderá 40 x 20 metros con graderío para 200 espectadores. Tales dimensiones permitirán celebrar en esta pista encuentros de balonvolea a siete, o, dividiéndolo en dos partes iguales, disponer de dos campos gemelos de balonvolea.
Tenis. Constará este campo de tres pistas, siendo de 24 x 11 metros las dimensiones de cada una, más la parte correspondiente a andenes y paseos.
Bolera. Tendrá esta instalación dos pistas de bolos castellanos".
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