Historia del jabón en Huelva (III)

A la izquierda, el Sr. Pardo, a su lado 'Carpanta'
A la izquierda, el Sr. Pardo, a su lado 'Carpanta'

04 de febrero 2008 - 01:00

COMO elocuente dato que refleja la carestía del producto que historiamos, baste decir que los kilos consumidos de jabón durante el mes de noviembre de 1947 en esta capital y provincia alcanzó la cuantía de 16.405 kilos.

En estos años, también se fabricaba jabón con procedimientos caseros. Así, Teresa López Reyes, propietaria de una pequeña confitería situada en la Plaza de San Pedro, excepcional cocinera, aprovechaba el aceite reutilizado en múltiples ocasiones en sus fritos industriales hasta que juntaba dos litros y medio, al que le unía la grasa producida por la matanza del cerdo de turno. Después llenaba un latón con dos litros y medio de agua. Con la ayuda de un palo diluía en el agua medio kilo de sosa cáustica y un puñado de sal. Se producía una reacción química con tal calor que requería algunas horas para que se enfriara. Se vertía lentamente el aceite sobre la mezcla líquida, revolviendo en forma permanente y en la misma dirección (ya que de lo contrario se estropeaba el jabón). Se calentaba la mezcla con fuego hasta alcanzar la temperatura de ebullición y se mantenía durante dos horas este tratamiento a los efectos de que la grasa se convirtiera en integrante del jabón. El resultado final era un jabón de gran fuerza limpiadora. En ocasiones, le añadía hierbas aromáticas Este compuesto pasaba a un molde de madera y se dejaba endurecer durante varios días para que se endureciera.. Antes de que se endureciera totalmente, los cortaba y salían unos trozos de jabón magníficos.

A partir de 1952, finaliza la época del racionamiento y comienza unas grandes batallas publicitarias, feroces, sin tregua ni cuartel, reñidas entre las grandes empresas fabricantes de jabones. "Cualquier tonto puede fabricar jabón. Venderlo es cosa de hombre inteligente" es el lema y menudean los anuncios en nuestro diario 'Odiel'. 'Tempul' dice:

"Para lavar la ropa JABÓN TEMPUL. Manantial de espuma. Señora: ya está a la venta en los principales establecimientos del ramo. Pruebe un solo taco y podrá comprobar su rendimiento y excelentes cualidades que le distinguen de los demás jabones".

Los jabones 'Palpe' se amparaban en las letras de los fandangos de Huelva para dar rienda suelta a su propaganda:

Con orgullo y con desplante

tenemos en Huelva un tesoro:

Paco Isidro para el cante,

el 'Litri' para los toros,

Y para Jabones, 'Palpe'

¿Con qué te lavas la cara

que tan deslumbrante vas?

me la lavó Palpe solo

y así pude yo guisar

y luego me fui a los toros.

Mujeres limpias las hay

pero como tú ninguna

vas por la calle triunfante

luciendo las vestiduras

que te lavó Jabón Palpe.

Uno de los más populares vendedores de jabón en nuestra ciudad fue Baltasar González, propietario de la célebre Casa Baltasar. Acerquémonos a su escaparates, como lo hacían tantos onubenses, y leamos uno de sus copillas ( se refiere a las mujeres onubenses):

¿Por qué en Huelva son bonitas?

Preguntan las trianeras.

El jabón de Baltasar

Las pone de esta manera".

La marca 'Lagarto', una firma de prestigio con más de cien años, contesta:

"Confianza total en la eficacia de Lagarto, que da pleno rendimiento en cualquier marca de lavadoraý".

En 1958, Jabonerías 'Persan', creadora de 'Saquito', en sus modalidades de polvo y escama, anunciaba en las páginas del 'Odiel' que los onubenses sintonizaran Radio Nacional de España en Sevilla todos los días a las diez y veinticinco de la noche con un programa, presentado por el locutor Agustín Embuena, titulado 'Cinco Minutos en Blanco', en el que se daban consejos útiles para el hogar, amenos y divertidos.

En la década de los sesenta, años en los que el uso de las lavadoras ya se había generalizado, se recrudecieron las batallas publicitarias con numerosas anuncios emitidos por la televisión en los que fueron protagonistas las marcas 'Ece', 'Omo', 'Colón', 'Ariel', 'Flota'.'Persil'ý

En la actualidad, cuando entramos en algunos de los grandes supermercados de Huelva en los que la industria moderna en todas sus facetas tiene manos liberales que en ellos se presentan con suma delicadeza, y vemos amontonados unos sobre otros, en auténticas montañas, los botes de jabón en polvo de distintas marcas y recordamos la escasez de tiempos antañones, no tenemos más remedio que agradecer a Dios que estemos en un mundo de bonanza.

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