Huelva

Historia del fandango: Vilches y el Negro Aquilino

  • Fernando Vilches y Aquilino González imitaban con sus saxofones a los cantaores de los años 30; fueron conocidos como los “saxofones humanos”

Imagen de uno de los carteles anunciadores.

Imagen de uno de los carteles anunciadores. / M. G (Huelva)

CADA uno por su lado, y con sus respectivas orquestas, imitaban diversos cantes con sus saxofones flamencos. Se prodigaron, sobre todo, en espectáculos en los que había toreo, actuaciones de cómicos y orquestales: la banda Estrellas Negras con el Negro Aquilino y Los Calderones con Fernando Vilches.

Entre tan fuertes competidores, surgió un pique público que les acarreó más fama aún. Los desafíos estaban de moda y se celebraban verdaderos alardes entre los contendientes.

En 1932, las actuaciones de Aquilino gustaban tanto que tenía que bajar al ruedo a recoger las ovaciones del público; en ocasiones salía a hombros de las plazas. Su éxito obligó a Llapisera a introducir cambios para hacer frente a la tremenda competencia de los cubanos, así que la orquesta tocaba varios números de cante, con la novedad de que incorporó a un guitarrista tocando fandangos y otros palos, acompañando a un cantaor que no era otro que el saxo de Fernando Vilches. La respuesta del público era entusiasta y Llapisera lanzó su nombre a la publicidad con el sobrenombre de El Vallejo del Saxofón. A Aquilino le acompañaba un pianista.

Se hacían comparaciones entre ellos. Aquilino se reivindicaba como “padre de la criatura” y creador del saxofón flamenco. Él fue el primero en retar a Vilches, en una carta abierta en la prensa.

Cartel anunciando una actuación del Negro Aquilino y Fernando Vilches, en 1932 Cartel anunciando una actuación del Negro Aquilino y Fernando Vilches, en 1932

Cartel anunciando una actuación del Negro Aquilino y Fernando Vilches, en 1932

¡Reto aceptado por parte de los dos músicos y de sus empresarios! Tocarían juntos en septiembre en la plaza de toros de Madrid, sometiéndose al fallo del público. A la prensa le gustó más el Negro Aquilino.

Heraldo de Madrid, 30 de agosto de 1932 Heraldo de Madrid, 30 de agosto de 1932

Heraldo de Madrid, 30 de agosto de 1932

Muy popularesLos dos tocaban repertorios muy parecidos, diferenciándose en el instrumento que les acompañaba, fuera guitarra o piano.

Aquilino mantuvo gran actividad después del reto, actuando en numerosas ocasiones en espectáculos en los que figuraban Cepero, La Andalucita, Canalejas, Corruco, Sabicas, el Chato de las Ventas y otros artistas flamencos. Actuó en el Teatro Pavón de Madrid con su banda en un festival a beneficio de los niños y los pobres del distrito de la Inclusa, en el mes de noviembre de 1932.

La Libertad, 11 de agosto de 1932 La Libertad, 11 de agosto de 1932

La Libertad, 11 de agosto de 1932

[3] Cartel anunciador del festival en el Teatro Pavón, 27 noviembre 1932 [3] Cartel anunciador del festival en el Teatro Pavón, 27 noviembre 1932

[3] Cartel anunciador del festival en el Teatro Pavón, 27 noviembre 1932

Y en otro festival benéfico con su banda Estrellas Negras. Los organizadores invitaron esta vez al presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora; al presidente del Gobierno, Manuel Azaña, y a sus ministros, con la intención de recaudar más fondos. Compartieron cartel con la artista de cantos regionales y flamenco Rosario la Cordobesa.

Compitiendo en Huelva

En aquel 1932 triunfal actuaron en el Teatro Mora de Huelva, en un espectáculo de ópera flamenca organizado por Vedrines. Dos funciones, de tarde y noche. Se presentaban por primera vez en la capital onubense tanto Fernando Vilches como su acompañante el guitarrista Sabicas. El Vallejo del saxofón demostró que “con un instrumento tan complicado se puede sentir el flamenco. Con gran maestría y sentimiento ejecutó diversos estilos de cante andaluz, que decidieron francamente el aplauso caluroso del público”.

Diario de Huelva, 21 de diciembre de 1932 Diario de Huelva, 21 de diciembre de 1932

Diario de Huelva, 21 de diciembre de 1932

En 1933 encontramos a los dos actuando en Sevilla, donde Aquilino ya era conocido, participando en uno de los habituales espectáculos cómico-taurinos, en la plaza de la Maestranza

ABC de Sevilla, 1932 ABC de Sevilla, 1932

ABC de Sevilla, 1932

.

¡Qué listo era Llapisera! El empresario Llapisera, uno de los creadores del toreo cómico, aprovechó el éxito de los dos saxofonistas y en 1933 fusionó la orquesta Los Calderones con la banda Estrellas Negras, llamándolos Los Ases. Ganaba el espectáculo aunque eliminaba la competencia, porque ahora actuaban juntos. Con el nuevo grupo, actuaron en Valencia, Burgos,Sevilla, Madrid y otras capitales, ya sin guitarra y sólo con acompañamiento de piano. En 1935 encontramos a los dos en Manzanares, aunque ya por entonces aquel entusiasmo que provocaban sus actuaciones en los primeros años treinta había decaído 

ABC de Madrid, 13 de agosto de 1935. ABC de Madrid, 13 de agosto de 1935.

ABC de Madrid, 13 de agosto de 1935.

El final de su aventura flamencaFiel a su militancia política y sindical, en 1935 Vilches participó con su saxo en un festival a beneficio de los presos políticos, en el que intervinieron flamencos como Juanito Valderrama y los guitarristas Ramón Montoya y Sabicas, y más adelante con Marchena, Pena hijo y otros artistas flamencos. Intervenía también en Unión Radio interpretando el repertorio flamenco acompañado de un pianista.Aquilino, por su parte, apareció en la revista La Estampa, retratado como un personaje. Mundo Gráfico les hizo un reportaje a los dos tras una actuación en Valencia. Pero iban desapareciendo de la prensa, lo que evidenciaba su progresiva pérdida de popularidad, más acusada para Vilches que para Aquilino. Los dos colaboraron con partidos y movimientos de izquierdas en el tenso clima social que se vivía en el país en 1936. Tras la guerra, ambos desaparecieron de España. Aquilino volvería a Cuba y Vilches se exilió, primero a Francia y desde allí a México, con lo que sus experiencias como saxofonistas flamencos se interrumpieron. Quedaron sus grabaciones discográficas como mejor testimonio de su quehacer.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios