Historia de la Barriada del Carmen (y II)
Historia menuda
Martínez Chacón, autor del proyector de la iglesia, la casa parroquial y el almacén de la Hermandad del Prendimiento, hizo, con bajo presupuesto, una obra digna
EL C. N. 'Príncipe de España', fue eliminado en el Inter Sector de los Juegos Escolares que se disputaron en Sevilla. Pese a la derrota, Santos-Moriña realizaron un gran partido. El resultado fue: Cáceres, 35; C. N. 'Príncipe de España', 20.
Finalizando 1975, se realizan grandes obras en el colegio, cuyo presupuesto ascendió a 1.429.267 de aquellas pesetas.
Este colegio, situado en la Avenida de la Raza, comenzó a colaborar desde el año 1990 con el proyecto Marismas del Odiel, financiado por la Comunidad Económica Europea para paliar las carencias de los lugares más necesitados, y gracias a él poseen taller de peluquería para aquellos que quieran tomar este oficio.
A principios de 1976, nació la Asociación de Vecinos de este barrio. La primera junta directiva estaba presidida por María Luisa García García; vicepresidente, Antonio García Izquierdo; Tesorero, Antonio Cumbreras García. Secretario, José Luis Molins Bueno: vicesecretario, Moisés Martín Ballesteros y ocho vocales más. Es de resaltar el trabajo eficaz y coordinado de las sucesivas asociaciones. Así, poco antes se había arruinado Vosa, que dejó a los vecinos del barrio el problema del alumbrado público, ya que sólo le dejaron la cuarta parte. Tras múltiples gestiones, consiguieron cien mil pesetas del Gobierno y ellos aportaron cincuenta mil, con lo que el problema quedó solucionado. También resolvieron, a lo largo de los años, el problema de los charcos, el inconveniente del transformador ruinoso que existía en la calle prolongación 'Tres Carabelas'; apuntalaron el cabezo que amenazaban a los vecinos de la avenida de la Raza, pavimentaron diversas calles, consiguieron tener un centro social y que mejorara el servicio de autobuses que conectaba el centro de la ciudad con la barriada…
A mediados de abril de 1980, la Delegación de Obras del Ayuntamiento inició los trabajos de arreglo del firme de algunos tramos de la Barriada Pérez Cubillas y totalmente de la del Carmen, lo que supuso sólo en la última de las barriadas citadas ocho mil metros cuadrados. La mejora consistió en una capa de aglomerado en caliente, que en Pérez Cubillas se esparció por la parte de la entrada de la barriada y del colegio.
En octubre del año siguiente, se levantó un muro de contención en la parte que da a la carretera de Gibraleón, y, con cinco millones de pesetas que cedió la Diputación Provincial, se arregló la Avenida de la Raza.
En los años noventa se construyó el Polideportivo del Carmen para los jóvenes de la zona, lo que ha supuesto un revulsivo para los diversos equipos alevines del fútbol que existen en el barrio. Las pistas se alquilan y el dinero que se recauda se emplea en el mantenimiento del polideportivo y en la adquisición de material deportivo.
En este punto, conviene que nos detengamos unos renglones en la erección de la parroquia del Carmen. En 1972, en un local comercial se instaló la iglesia del barrio. Tenía unos escasos 140 metros cuadrados y era tan prosaico que en ocho años que fue utilizado sólo se celebraron en él dos matrimonios. Y a lo largo de los años la barriada acarició el anhelo de una nueva parroquia, ya que las pequeñas dimensiones del local no permitían realizar con dignidad todas las actividades religiosas que se precisaban. En 1992, se estudió una permuta que permitiera la construcción de la iglesia. Consistía ésta en que el Ayuntamiento debía ceder una parcela de 1.200 metros cuadrados, por otra que ofrecía el Obispado de Huelva en la prolongación de la Avenida Diego Morón.
Varios años en los que ambas partes no daban su brazo a torcer. Por fin, a finales de junio de 1996 la feligresía mostraba su satisfacción por el acuerdo que habían alcanzado. El día 25 del citado mes y año, Tomás García Torres, párroco de Nuestra Señora del Carmen, manifestaba, alborozado, a Huelva Información lo siguiente: "Esta previsto que la colocación de la primera piedra pueda ser en torno al 16 de julio, festividad de la titular de la Parroquia y, una vez que se realicen las escrituras, se iniciarán las obras cuyo comienzo puede ser para primeros de agosto…".
Y así fue. El sábado 6 de julio de 1996, fue un día grande para los habitantes del barrio, para la Hermandad del Prendimiento, para el párroco, en definitiva, para todos. Al acto de bendición y colocación de la primera piedra asistieron el Obispo Ignacio Noguer, el alcalde, Pedro Rodríguez, y el párroco, Tomás García Torres, así como miembros de la Hermandad del Prendimiento. Todos estaban embargados de una emoción que hacía que sus corazones sonaran a mayor ritmo.
Varios años para conseguir el dinero suficiente para elevar el templo, con diversas paradas (la primera debida a las inundaciones y las otras, por motivos económicos) llenos de sacrificios, de lucha de todos los vecinos del barrio, de esfuerzo hasta conseguir la merecida prez de tener un templo propio, cuyas paredes albergaría a la Virgen del Carmen, en la que depositarían sus esperanzas cuantos sintieran en su alma las tribulaciones, los pesares y las angustias que no remedia el hombre.
En el nuevo templo, se darían respuesta desde la fe a todas las necesidades del barrio, se atendería la catequesis a todos los niveles, se instalaría un taller de costura para las jóvenes, se impartiría, con un equipo, clases de apoyo y recuperación para los alumnos de Primaria y Secundaria, se constituiría el Centro de Formación y Promoción Personal del Carmen que tanto apoyaría a los desvalidos... Con los cinco salones multiusos se realizaría una labor de evangelización óptima, bendecida por el Amor que vertería el Sumo Hacedor en todas las manifestaciones del templo
Para terminar su financiación, se vendió, como aparcamiento subterráneo, la parte inferior de la parroquia que, no obstante, no fue suficiente para el completo pago de las obras.
Por fin, un día de sol fúlgido de finales de abril de 1999, se hizo realidad una idea que había comenzado a fraguarse en 1985: la inauguración de la iglesia y la primera salida de la Hermandad del Prendimiento de la misma pero, hagamos una ligera descripción de la Parroquia:
El Sr. Martínez Chacón, autor del proyecto de la iglesia, la casa parroquial y el almacén de la Hermandad del Prendimiento, hizo, con bajo presupuesto, una obra digna de su nombre. La fachada del complejo parroquial sigue una línea arquitectónica sencilla en la que la masa blanca, que bruñen los reflejos del sol centelleante, es rota solo por una grácil espadaña, de estilo barroco.
La parroquia es de planta rectangular, "con diseño muy sencillo, con una estructura mixta -apunta Lojo- entre pilares circulares de hormigón y otra de pilares y ferchas metálicas para el tejado" y en la parte frontal se observan dos elementos cúbicos, simétricos a un eje imaginario que dividiera en dos el retablo, a modo de capillas.
En el altar mayor, se sitúa Nuestra Señora del Carmen y cuatro altorrelieves de los evangelistas, obra del joven escultor David Valenciano.
Los párrocos que han regido esta iglesia han sido: Antonio Martín Carrasco. Gregorio Barroso Garrochena. Miguel Fuentes Naranjo. Teodoro Bernal Serradilla. Tomás García Torres. Juan Manuel Lagares. Juan Gallego Osuna, administrador parroquial. Manuel Salazar Monge, administrador parroquial. Carrasco Terriza, vicario parroquial.
La vida cotidiana y ordinaria del barrio se transforma en dos momentos claves del calendario festivo anual: la salida y entrada de la Hermandad del Prendimiento y la procesión de la Virgen del Carmen.
La Cofradía del Prendimiento se fundó en 1987, en la antigua parroquia del Carmen, situada en el barrio del mismo nombre. Así, desde 1989, cada Miércoles Santo Huelva ve pasar a Jesús del Prendimiento y se le rompe el alma, y se le saltan las lágrimas y lo quieren consolar y, viéndole tan humilde, le cantan mil saetas hasta que consiguen arrancarle una sonrisa.
La comitiva religiosa, al amparo del Conquero, alcanza la Plaza de la Merced donde los hermanos costaleros se toman un respiro. Después, tras dejar atrás el itinerario oficial, la Hermandad emprende el regreso a su Casa, al barrio que vio nacer a la Hermandad, no sin que colmen de atenciones y dulzuras a Jesús los vecinos de Las Colonias. a su paso por el barrio.
Por tradición en nuestra ciudad, raro es el barrio que no muestre con cariño alguna imagen de la Virgen, Madre de Jesús. En la barriada que nos ocupa, desde su creación una veneración no interrumpida y una devoción creciente elevaron como Señora del barrio a la Santísima Virgen del Carmen. Y cada año, en su festividad, el 'paso' de Nuestra Señora recorre las calles de su barrio. Y como cárabo árabe que enfilara su proa para pasar por temibles arrecifes, va pasando con absoluta precisión, deslizándose, casi imperceptiblemente, cual se tratara de un bajel muy marinero, entre los mares de personas que, a ambos lados, la vitorean y le lanzan mil piropos
¡Entrañable barrio del Carmen!
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