'La Higuerita', cien años de noticias
Fundado el 13 de febrero de 1915, por Juan Bautista Rubio, se comenzó a imprimir en la calle Angosta





La Higuerita, el periódico decano de la provincia onubense y tercero en antigüedad de Andalucía, cumplió el pasado 13 de febrero de 2015 cien años de existencia. El rotativo isleño fue fundado en 1915 por un grupo de jóvenes, encabezados por Juan Bautista Rubio Zamorano, a quien les acompañó Manuel Bermúdez Amo, Jaime Casanova Mirabent, Tomás Pérez Romeu, Francisco Cervantes de la Vega, Tomás Berasaluce, José Rodríguez Biedma, Antonio Cruzado Bemúdez, Egea y Tello.
Sus comienzos no fueron precisamente fáciles y entendidos pero gracias a la constancia, cercanía y el cariño con los que trataban los temas, pronto se granjearía la simpatía de algunos y, con el tiempo, el respeto de todos. Comenzó con cuatro páginas y se repartía entre los comerciantes del pueblo, a la vez que se les pedía su implicación y que se suscribieran para sustentarlo.
Cada semana, los ejemplares veían la luz desde la imprenta que la familia Vázquez poseía en la calle Angosta, en pleno corazón del casco histórico, hasta que en 1922, los jóvenes promotores adquirieron una pequeña maquinaria que instalaron en la paralela, la Gómez Bastero y que ahora se puede contemplar a la entrada e interior del Centro Cultural Polivalente Municipal que lleva el nombre del fundador.
Desde la calle del Prado, pasando la tienda de ultramarinos La Almadrabera, donde se despachaba en papel de estraza, y el mítico Bazar Llobell Bazar, que a plazos o al contado vendían los muebles más modernos de la época, en la víspera del sábado era perceptible el tintineo de la antigua imprenta y, por si cabía dudas, un intenso olor a tinta fresca, que se escapaba por la ventana de hierro forjado pintada de negro Titán, recorría toda la calle. Mientras, desde su pequeño mostrador, se vendían a los escolares del barrio las gomas de borrar Milán, el cuaderno Guerrero o la cola blanca Kliel, al tiempo que Bautista preguntaba, desde su silla de enea: "¿Cómo van las notas?".
Sus páginas, repletas de noticias locales y algunas de fuera, aderezadas con las gacetillas de bodas, bautizos y sepelios, los sucesos y opiniones diversas, perduraron, no sin dificultades, a etapas políticas convulsas. Desde la monarquía de Alfonso XIII, a la dictadura de Primo de Rivera, la segunda República y la dictadura de Franco, hasta llegar a la etapa democrática. Ya por aquellos cincuenta, los del blanco y negro, como las páginas de La Higuerita, comenzó a colaborar un joven entusiasta, diplomático en sus formas y preciso en reflejar lo cotidiano, Rafael López Ortega, quien treinta años después, el destino y su arrojo, le colocarían al frente de la publicación.
Y lo que los tiempos convulsos no pudieron, casi lo consigue la crisis. Y en 1985, el que fuera su principal valedor, Juan Bautista, tras setenta años al frente de su querido periódico, no sin sacrificios personales, económicos y hasta familiares, cede su legado al actual editor y propietario, quien, no sin las mismas dificultades y apoyado por un reducido grupo de amigos, se lanza a la aventura de un viaje que aún continúa.
Mientras, entre quincenas, meses y años, sus hombres y mujeres, con Rafa al frente, han ido recogiendo premios y galardones. Algunos con lustre, otros más modestos, pero todos otorgados (y recogidos), con cariño, respeto y reconocimiento hacia lo que representa mantener viva, contra viento y marea, a pesar de todo, la memoria escrita de Isla Cristina.
Y aunque La Higuerita se ha modernizado, adaptándose al nuevo milenio, pudiéndose consultar en Internet (lo diario y sus números antiguos), desde hace unos años con nuevo formato en papel cuché y, si el patrocinador lo permite, con portada a color, aún mantiene su aire nostálgico y melancólico de aquellos primeros años, cuando el pequeño carro de madera, tirado por el incombustible Quinaldo, salía de aquella Imprenta Bautista repleto del nuevo número, con el mismo ánimo y amabilidad con el que, aún hoy día, sigue repartiendo el periódico con más solera de la provincia de Huelva.
Rafael López Ortega ya ha anunciado su retiro como editor, para finales de este año 2015, apuntando a una Fundación como tutora del legado histórico, pero a buen seguro que seguirá vigilante de una herencia que un día le encomendaron y acrecentó para orgullo de los nativos de la antigua Real Isla de La Higuerita.
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