Haciendo amigos en el trabajo

Alejandro de los Reyes es hoy el gerente de la copistería familiar, que para más señas y siguiendo lo de familiar lleva el apellido de todos, en la calle Miguel Redondo. Su padre, Pepe, puso el primer establecimiento en la plaza de las Monjas, a principios de los sesenta, dice que era la primera fotocopiadora que llegaba a Huelva y la gente decía: "Mira lo que hace esto, le pones un papel y saca otro igual".

El traslado a Miguel Redondo es en 1968, allí empezaron haciendo murales grandes, eran principalmente para portales de oficinas. La copistería a gran escala comenzó de manera fortuita, gracias a un amigo que le dijo que le podía proporcionar una máquina para hacer planos. Era el tiempo en el que comenzaba el Polo Industrial en Huelva y todo este comercio se veía que tendría una buena expansión e hizo montañas de planos.

Alejandro se decide por seguir los pasos de su padre en la copistería cuando estudiaba Ingeniería Técnica en La Rábida y desde entonces hasta ahora, en un trabajo en el que le acompaña su hermana Luisa y en el que también estuvo en su día su hermana Cristina. Ahora están ellos al frente de la copistería, Alejandro como gerente, y su padre "digamos que en periodo de descanso y entre bambalinas". Reconoce que hoy se ha producido un gran cambio, que nada tiene que ver con aquella primera fotocopiadora que pusieron en la plaza de las Monjas, ahora todo es impresión digital, en un trabajo donde prima el diseño y lo artístico. Pero, sobre todo, lo que les distingue es el trabajo artesanal, haciendo todo tipo de impresión, desde un talonario hasta un libro. Para conseguir eso se lleva todo el día corriendo, lo que dice es señal de que hay trabajo, el suyo es un negocio basado en la amistad, en que los clientes sean amigos es, de alguna forma, el prototipo de comercio tradicional.

Y después de la semana de trabajo, tiempo para el descanso y disfrutar en su playa de Punta Umbría, "te deja liberar la mente y es que aquí te acuestas y te levantas con el trabajo".