El 1 de octubre de 1997 la comisión permanente del Patronato del Parque Nacional de Doñana aprobó ampliar en 11.000 hectáreas la superficie del espacio natural, que contaba entonces con 55.000 hectáreas.

Esta medida incluía fincas situadas en la zona del arroyo de la Rocina y del Acebuche, así como un triángulo de terreno localizado en la carretera que une la aldea rociera con la playa de Matalascañas y una milla de mar adentro a lo largo de los treinta kilómetros del litoral de Doñana.

También se acordó una serie de obras a llevar a cabo por Costas, la construcción de senderos en la zona donde se ubicaría el Parque Dunar, la adjudicación de una contrata de limpieza a una empresa para encargarse del mantener en buen estado las playas de Doñana y acometer la restauración de la orilla fluvial del Guadalquivir, que estaba sufriendo una gran erosión. Además se determinó la terminación de las obras del paseo marítimo de la playa de Matalascañas.