Gente enamorada de la bandera nacional

El Gran Teatro acogió anoche la tercera edición de la gala que la Subdelegación de Defensa en Huelva celebra con ocasión de esta jornada. Tal y como señaló el delegado de Defensa en Andalucía, Pedro Miguel Serrano, con la celebración de este día, se tiene el objetivo "de poner en valor la labor que hace la subdelegación que se creó hace 22 años".

El programa incluyó la tercera Exaltación a Huelva y a las Fuerzas Armadas que corrió a cargo de Rocío Valero quien fue presentada por David Díaz. La oradora empezó su disertación realizando una defensa y elogio de todos los tesoros que alberga la tierra y el pueblo onubenses: "Hay que dejar que Huelva hable -indicó- pues aquí todo lo hace: su mar, el cante, la tierra, la naturaleza, sus pueblos", añadiendo sobre su gente que es sana y conversadora y que tiene en alta estima "el valor de la amistad".

Su exaltación la encadenó con una reflexión acerca de la misión y la vida de los integrantes de las Fuerzas Armadas. Persona estrechamente vinculada con el Ejército por motivos familiares, Rocío Valero explicó que el militar no está hecho de una pasta especial pero "un día besó la bandera y se comprometió con ella hasta las últimas consecuencias". Defendió el papel de las Fuerzas Armadas en la sociedad actual en aspectos como "la seguridad o la integridad territorial" y mostró su extrañeza hacia aquellas actitudes que muestran complejo e incluso rechazo al Ejército. La exaltadora indicó no compartir patrioterismos caducos ni las actitudes que menosprecian o ignoran a las Fuerzas Armadas siendo tan dañinas unas como otras.

Definió a los militares como gente de paz y extendió su elogio a sus familiares y amigos que comparten con ellos una vida de sacrificios y sinsabores.

La velada incluyó el siempre emotivo momento de la entrega de distintas distinciones. Las condecoraciones recayeron en los militares Víctor Manuel Pastor y Manuel Ponce. Asimismo se entregaron sendos diplomas a reservistas voluntarios honoríficos: Inmaculada Garrido y Pablo Climent.

La Subdelegación de Defensa tuvo también reconocimientos para el Real Club Marítimo de Huelva por su impulso al onubensismo, por la proyección de Huelva en el exterior y a los deportes naúticos. Recogió la distinción su presidente José Miguel Vázquez. El otro reconocimiento fue para el Consejo de Hermandades y Cofradías por la promoción de los valores cristianos de la ciudad. Fue su presidente, Antonio González, el encargado de subir al escenario para recibir el reconocimiento. El ganador en Huelva de la última edición del certamen Carta a un militar español recogió asimismo, su premio. Se trata del alumno del Colegio Entrepinos, Filiberto González.

Pero el momento más emotivo fue el reconocimiento que se le hizo a un veterano de la guerra de Sidi-Ifni: Isaías Carrasco, natural de El Campillo, de 81 años de edad y residente en la actualidad en Zalamea.

La celebración contó con un relevante papel protagonista musical que corrió a cargo de la Unidad de Música de la Agrupación del ACAR de Tablada, que fue dirigida por Rafael Peralta. Esta agrupación musical ofreció distintas piezas incluida la emotiva La muerte no es el final con el que se realizó el homenaje a quienes dieron su vida por España.

El acto, que fue presentado por Elena Vélez, acabó con la interpretación del himno nacional y el arriado de la bandera.

La velada contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, acompañado de varios de sus concejales así como con el subdelegado del Gobierno saliente, Manuel Iglesias.