En una de las zonas más deprimidas de la capital onubense, donde la ayuda es imprescindible realiza la Fundación Valdocco una labor que cumple casi 40 años. Surgió en 1985 como respuesta a la exclusión social que azotaba con fuerza a la periferia de Huelva, donde la desigualdad “era sangrante y un grupo de personas iniciamos la aventura que nos traído hasta aquí con la ilusión de que, algún día, las personas tengan las mismas oportunidades que tenemos la mayoría”, defiende su presidente Carlos González en su carta de presentación como sociedad.

En la década de los noventa se producirían dos hitos importantes que vendrían a corroborar el compromiso de Valdocco con la inserción sociolaboral a través de la formación. El primero de ellos tendría lugar en el año 1.993, momento en el que se inició la construcción del Centro de Inserción Sociolaboral Valdocco en El Torrejón. La edificación se levantó con el trabajo y empeño de los alumnos de los diferentes cursos de capacitación profesional.

El segundo hito vendría dado por la constitución de Fundación Valdocco en el año 1.995. El objetivo que había lleva a tomar tal decisión era dotar a la entidad de una mayor capacidad jurídica para gestionar todo lo relacionado con la formación. La promoción de la cultura emprendedora comenzó a partir del año 2.000. En zonas con necesidad de transformación social se hace indispensable la colaboración entre entidades públicas y privadas para aunar esfuerzos y fomentar en último término la mejora de las condiciones de vida de aquellos colectivos con menos oportunidades y más posibilidades de ser excluidos socialmente. Valdocco siempre ha buscado la colaboración y coordinación con otras entidades como vía para multiplicar y amplificar su acción social en pro de la inserción sociolaboral.

La iniciativa que permitió y permite en la actualidad aglutinar y canalizar este propósito es el Plan Integral del Distrito V de Huelva, que nació en el 2.000 a través del encargo hecho a la Fundación Valdocco por la Junta Municipal del Distrito del Ayuntamiento de Huelva con el propósito de conocer las dificultades en materia de seguridad ciudadana. Teniendo en cuenta la especial situación de riesgo de los menores absentistas y con altas tasas de fracaso escolar, comenzaría a gestarse en el Foro de Educación del Plan Integral del Distrito V el Programa Jabato 15. 2.004 también pasaría a la historia de Valdocco como el año en que comenzó a construirse la Casa Paco Girón.

La intervención en la calle, reconocida como espacio con gran potencialidad de cara al proceso de socialización de niños y niñas, siempre ha sido tenida muy presente en la entidad, siguiendo los principios de la pedagogía salesiana. El Programa La Calle como Espacio Vital responde a este objetivo. El interés por ampliar el radio de acción e intervenir en otras zonas necesitadas de transformación social nunca ha sido ajeno a Valdocco, intentando expandirse y llevar su acción social en pro de las personas y colectivos más vulnerables a favor de su participación e inclusión social. La primera incursión de la entidad fuera del Distrito V municipal se materializó en la Barriada Pérez Cubillas. Y la segunda en Cartaya y después en Cortegana. 

En estos momentos tiene en marcha un área de acogida, acompañamiento y cobertura de necesidades básicas con un ropero solidario y un convenio con el Banco de Alimentos a través de Comer cada día para el reparto entre los más desfavorecidos; un área de prevención a la infancia, adolescencia y familia, donde se actúa en la calle como espacio vital, el programa Jabato 15 para la prevención del abandono escolar; un área de acceso a las nuevas tecnologías, participación y formación; un área de inserción, reinserción socio-laboral, empleo y formación, donde se integra el programa Integra con la Fundación La Caixa; un vivero social de iniciativas de emprendimiento; un área de emprendimiento de la mujer; y la Escuela de Verano con la Fundación La Caixa. 

Se configura como una organización que defiende y actúa para la promoción, el desarrollo integral y la dignificación de las personas desfavorecidas en el ámbito social, económico y/o personal y su entorno, con especial atención a los jóvenes, a las mujeres, los menores y los desempleados/as sin discriminación por ninguna circunstancia o condición personal o social. Ser una organización referente como motor del cambio social y líder en la formación, orientación e integración de los colectivos en riesgo de exclusión social, sin discriminación por ninguna circunstancia o condición personal o social. Toda su labor se sustenta en valores como la solidaridad desde la implicación y la disponibilidad para defender los derechos de las personas y el establecimiento de lazos de unión coherentes para su logro; el compromiso como una actitud responsable y decidida de intervención en la comunidad, buscando respuestas integrales a las necesidades de los más desfavorecidos; la cercanía en el trato con las personas, mostrando apertura y confianza; la acción participativa como metodología de integración en las dinámicas de los territorios y de los agentes que lo conforman; el respeto, la igualdad y la tolerancia como una actitud para aceptar y compartir las diferencias desde una perspectiva integradora; la creatividad como la acción de búsqueda de alternativas y recursos para satisfacer las necesidades de los destinatarios; y la ilusión puesta en nuestro trabajo, desde el convencimiento de que un mundo mejor es posible. Y todo ello con un profundo respeto por la sostneibilidad.