Foret asegura que la decisión de cerrar en Huelva es "irreversible"

El cierre de la factoría de Foret en la avenida Francisco Montenegro no tiene marcha atrás. Frente a las peticiones de los trabajadores, la Junta de Andalucía y el PSOE, que reclaman el estudio de posibles alternativas al final de actividad, la compañía química asegura que "la decisión de cierre es irreversible, un punto y final, porque no hay alternativas" e insta a los representantes de los empleados a iniciar lo más rápidamente posible la negociación sobre el plan social.

Foret anunció el pasado martes la clausura de su factoría el 31 de este mes, fecha a partir de la cual no podrá seguir vertiendo fosfoyeso en la marisma en aplicación de la sentencia de la Audiencia Nacional que declara caduca la concesión para el depósito de estos residuos. La imposibilidad de verter obligaría a Foret a adquirir en el mercado la materia prima para sus productos, el ácido fosfórico (de cuya fabricación resulta el fosfoyeso), algo que para la empresa resulta inviable económicamente según ha comunicado a los sindicatos.

El final de actividad supone el despido de 142 trabajadores directos en Huelva, que han anunciado movilizaciones para reclamar el mantenimiento de actividad. Frente a ello, el consejero delegado de la compañía de fosfatos, Javier Carratalá, es contundente: "El cierre es una decisión tomada e irreversible". El consejero asegura que "la prioridad de FMC Foret ha sido siempre el mantenimiento de la actividad y el empleo", pero después de dos años de búsqueda de alternativas se ha tomado una decisión "final, tras analizar todas las opciones". La química había trabajado sobre una posible gestión del sulfato cálcico (fosfoyeso tras un tratamiento), con su venta o utilización en otros ámbitos, y también ha intentado una reformulación del negocio, con conversaciones con la compañía de fertilizantes Fertinagro para su posible entrada en él. Sin embargo, ninguna de esas opciones ha salido adelante y "ante la inminencia del cese hemos tomado la única decisión posible".

Esta ratificación llega después de que sindicatos y Junta (desde el delegado del Gobierno andaluz al de Empleo) hayan animado en varias ocasiones a la empresa a buscar alternativas. El último en hacerlo fue el secretario general del PSOE de Huelva, Mario Jiménez, quien instó el viernes a Foret a "reorientar su actividad" al igual que su vecina Fertiberia, para lo cual ofrecía un "acompañamiento responsable en términos económicos y de estrategia que permita mantener el empleo" que está en peligro "porque alguien se ha precipitado en la toma de una decisión". A este respecto (aunque sin concretar nombres), la química expresa su "sorpresa" por algunas manifestaciones públicas realizadas en estos días, ya que "durante dos años hemos mantenido una comunicación fluida con las administraciones, incluso hemos pedido ayuda en algunos casos", asevera Carratalá. Frente a los casos de Nilefos y Ercros, que tras anunciar un cierre dieron marcha atrás para negociar su permanencia con ayuda autonómica (la segunda aún está en negociaciones), Foret insiste: tras analizar todas las opciones, la única alternativa que le queda es el cierre.

Del proceso de búsqueda de soluciones han estado informados también los sindicatos y los trabajadores, asevera la empresa, aunque estos se han mostrado críticos con la actuación de la compañía de fosfatos, asegurando que ha iniciado la búsqueda de un contrato para importar el ácido fosfórico demasiado tarde. Ahora, la química se marca como objetivo prioritario "agilizar la negociación para minimizar el impacto social". Según los datos recopilados por los sindicatos, en Foret hay 142 empleados en plantilla; aparte estaría la afección sobre los puestos de trabajo de contratas (unos 180 en fábrica) y los indirectos e inducidos fuera de la factoría, se calcula que otro centenar. De los 142 trabajadores que tiene Foret, unos dos tercios tienen menos de 50 años según los cálculos sindicales, por lo que no podrían acogerse a prejubilaciones.

La empresa no ha presentado expediente de regulación de empleo, pero sí tiene previsto iniciar la negociación sobre la otra parte de empleados afectados (30 adscritos a la planta de Sant Cugat del Vallès en Barcelona) la próxima semana. Y en la misma fecha quiere comenzar las conversaciones con los representantes sindicales de Huelva, con la vista puesta en el final del año, cuando tendrá que dejar de producir ácido fosfórico. Mientras tanto, los trabajadores plantean movilizaciones y protestas para evitar el siguiente cierre de la avenida Francisco Montenegro tras Nilefos.