Desde que somos pequeños, el verano es nuestra época favorita del año. Playas, piscinas, calles llenas de gente, vida en todas las esquinas de la ciudad. Vivir en Huelva, paraíso vacacional, siempre ha sido una suerte. La llegada del verano para los onubenses es especial, ya que además, significa que empieza la cuenta atrás para su esperada semana. Acabar el cole y preguntar a tus padres: ¿Cuánto queda para las Colombinas? es algo que solo entendemos nosotros, y eso lo hace doblemente bonito.

Ayer, las Fiestas Colombinas 2023 comenzaban oficialmente tras la tradicional Prueba del Alumbrado. Volvió el ¿Quedamos en la portada? que tanto se repite durante la semana de celebraciones. Reencontrarte con personas que no veías desde el año anterior, pasear por las ya conocidas calles del recinto ferial, todos volvimos a sentir esa sensación de familiaridad que nos recordaba que un agosto más, estábamos en casa.

Este miércoles 2 de agosto se ha notado enseguida, debido a la multitud de personas que entraban en el recinto, que iba a ser uno de los días más fuertes de estas Colombinas. Siendo festivo el jueves 3 de agosto, día más emblemático de las Fiestas, las familias han aprovechado para acercarse y disfrutar. Prueba de ello han sido las casetas, a rebosar. Pasear por los caminos de tierra cercanos a las cenas que se estaban disfrutando en la Hermandad de la Victoria, cruzar la calle y sonreír con los brindis de la Caseta de la Lanzada y escuchar las risas entre la música en la Hermandad de Emigrantes hacía que fuera inevitable contagiarse del espíritu festivo de los onubenses. 

La Caseta Municipal y la zona de conciertos se convertía en la parte elegida por los jóvenes y adultos para tomarse algo mientras esperaban para vibrar con la programación musical. Los puestos de comida también estaban desbordados por los ciudadanos que aprovechaban para cenar algo rápido entre paseo y paseo.

Llegando a la parte en la que se sitúan los famosos "cacharritos" que tanto hacen disfrutar a los más pequeños, el ambiente pasaba a ser mucho más familiar. Las colas inundaban los caminos, provocando que fuera necesario pedir paso en algunos momentos. Los globos llenaban el aire, estando la mayoría de ellos en manos de los padres, que pacientes, esperaban junto a sus hijos a que llegara su turno en El tren de la bruja o El dragoncito Elliot. Unos pasos más adelante las atracciones comenzaban a cambiar, así como la edad de los que llenaban ilusionados las filas.

Así se desarrollaba uno de los primeros días de las Fiestas Colombinas, que durarán hasta el domingo 6 de agosto cuando los Fuegos Artificiales digan adiós a la feria de los onubenses, que un año más, promete ser inolvidable.