muestra gastronómica | once restaurantes dan vida a la muestra

La Feria de la Tapa echa a andar con el reto de superar las 40.000 visitas

  • La Plaza de las Monjas es hasta el domingo un escaparate de la excelencia gastronómica de Huelva

  • La carpa incorpora medidas pioneras en materia de accesibilidad e inclusión social

La oferta es variada y para todos los gustos: desde la bomba de queso crujiente con nueces de Casa Lalo, que el año pasado se llevó el tercer premio y este año repite presencia con otras dos propuestas (la croqueta rellena de queso de cabra con dátiles y la mini burguer de buey con salsa de tres mostazas), a la ensaladilla huelvana, el coqui onubense de marisco o el atún al ajillo de Marina Luz, que este año debuta. O desde los Jamones Tomás Castaño al lomo mechado, la ensaladilla de marisco y tortilla de calabacín y bacalao del Cafetín de Huelva, entre otras muchas posibilidades.

La segunda edición de la Feria de la Tapa desde que recuperara su ubicación en el corazón de la ciudad arrancó ayer con un reto nada desdeñable: superar los 40.000 visitantes del pasado año. Este escaparate de la excelencia gastronómica de Huelva, que se puede disfrutar hasta el domingo en la Plaza de las Monjas, destaca en esta ocasión por incorporar medidas pioneras a nivel nacional en materia de accesibilidad e inclusión social.

Las tapas tienen un precio único de 2,5 euros y son objeto de un concurso popular

Once restaurantes de la provincia (además hay dispuestas dos barras de bebida y expositores de marisco, chacina, repostería y café) dan vida a la iniciativa organizada por la Asociación Provincial de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Huelva (Bareca), con la colaboración y patrocinio del Ayuntamiento de la capital.

Por ello, el alcalde, Gabriel Cruz, acompañado por parte del equipo de gobierno, así como por el presidente de Bareca, Rafael Acevedo; y el de CCA Calles del Centro, Carlos Moral, presidió el acto de inauguración y cortó la cinta ante un nutrido grupo de representantes de las administraciones y colectivos sociales de la ciudad.

Según destacó el regidor, las expectativas para este año "son muy ambiciosas, tras un 2017 en el que la feria tuvo un enorme éxito, al recuperar este emplazamiento después de siete años, y con un excelente resultado, tanto por el beneficio y aportación a los sectores económicos, como desde el punto de vista de la participación de la gente de Huelva y de visitantes de fuera".

Una feria que, en palabras de Cruz, "para Huelva es muy especial, porque no solo nos permite nuevamente poner en valor y proyectar un elemento fundamental en el plano económico y de las fortalezas de la ciudad, que es la gastronomía; sino que, además, nos ofrece un marco de convivencia y disfrute, al celebrar cuatro días de fiesta con un evento que nunca debió salir de la Plaza de Las Monjas".

El presidente de Bareca, por su parte, tuvo palabras de recuerdo para "quienes fueron, en su día, promotores originarios de este importante evento que, junto con Calles del Centro, luchamos por recuperar el año pasado, y este año hemos mejorado, convirtiéndonos en la primera feria de España accesible para que todo el que quiera pueda venir a disfrutar y además, a través de la Obra Social la Caixa seamos también pioneros en inclusión social".

Acevedo hizo un llamamiento "a toda la provincia" para que acuda a disfrutar de una feria que este año, según incidió, "tiene aún un nivel más alto de restauradores, por su vanguardia, elaboración y la gran calidad de los productos de nuestra tierra". Habrá, además, según apuntó, música en directo para amenizar las degustaciones.

En esta edición -en la que las tapas tienen un precio único de 2,5 euros y vuelven a ser objeto de un concurso en el que el público será el único jurado, que puede votar sus tapas favoritas a través de un código QR- la feria apuesta por expositores abiertos por delante y por atrás, con la finalidad de dotar de las máximas posibilidades de acceso a estas instalaciones.

Y es que, para promover la accesibilidad y la inclusión social, el Consistorio ha aunado esfuerzos con Bareca, Calles del Centro, la Obra Social La Caixa y diversos colectivos con discapacidad y, al objeto de eliminar las barreras, la feria se ha dotado de una barra a doble altura y cuenta, a su vez, con sillas y con mesas bajas para personas que se encuentran en silla de ruedas.

Asimismo, se han colocado pictogramas en cada uno de los expositores, en el punto de información y en el escenario, con el fin de que puedan disfrutar de la feria aquellos ciudadanos con discapacidad cognitiva. También habrá una intérprete de signos para facilitar la comunicación.

Otra novedad es que el recinto dispone de un cuarto de baño adaptado para personas con discapacidad y el expositor de información cuenta con tres guías en braille para que las personas invidentes puedan tener acceso a toda la programación prevista en la feria.

En relación al marcado carácter social que tiene esta edición, entre ayer y hoy se han repartido unas 400 tapas en la Ciudad de los Niños, en la sede de la Asociación de Familiares de Alzheimer Huelva (AFA), en la Fundación Cepaim y en el Centro Arrabales.

Esto permitirá que puedan degustar los manjares diferentes colectivos que no tienen la posibilidad de acudir a la Plaza de las Monjas mientras se desarrolla el evento.

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