Historia menuda

Felipe Martínez Acuña, onubensista esforzado

  • Nació don Felipe en Huelva el 22 de junio de 1927, siendo un modelo de laboriosidad desde su etapa estudiantil - Cuando suenan trompetas democráticas no dudó en ser candidato por Alianza Popular al Senado

N UNCA ha temblado nuestra pluma como en estos instantes y son cientos los bosquejos biográficos de huelvanos que han desfilado por este proscenio de la historia de Huelva, porque la personalidad que nos ocupa dejó recuerdo de onubensista militante, por encima de cualquier doctrina política que la diosa Fortuna le hiciera vivir durante los cargos que desempeñó. Nos estamos refiriendo a Felipe Martínez de Acuña.

Nació don Felipe en Huelva, el 22 de junio de 1927. Tras aprender las primeras letras en el Colegio de la Esperanza, militó durante el Bachillerato en el Instituto 'La Rábida' siendo un modelo de laboriosidad a seguir por sus condiscípulos, alcanzando puntuaciones brillantes en esta etapa estudiantil. Detengámonos unos instantes en la Nochebuena de 1950 y conozcamos una poesía que Felipe Martínez le dedicó al que había sido su maestro, el ilustre historiador Diego Díaz Hierro. El 31 de diciembre de 1974 el amigo de Clío recordaba aquel delicado detalle:

"Entramos aquí en otras sendas más evocadoras y sentimentales, porque Felipe Martínez de Acuña, tan conocido y estimado en Huelva por su talento y caballerosidad a través de sus puestos de trabajo y de su apreciable situación social fue alumno nuestro. Y como alumno y como amigo, en la Nochebuena de 1950 tuvo la delicadeza de confeccionar una especialísima felicitación con modestia, pero con una habilidad y arte extraordinarios. Doblado el papel, escribió al primer lado esta dedicatoria: "A mi querido maestro y buen amigo, al que le deseo muy felices Pascuas y próspero año 1951…"

Pero sigamos con la senda que había emprendido. Así, a renglón seguido estudió Derecho en la Facultad de Granada y fue abogado al cumplir los 24 años de edad, porque desde niño sintió una indomable afición por las ciencias jurídicas. Fue abogado por afinidad de las ciencias que amaba. No pasarían muchos años en que coronara su brillante historial alcanzando el cargo de secretario general de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Huelva, tras reñidas oposiciones. Así, el día 9 de febrero de 1964, 'Odiel' anunciaba la conferencia que celebraría dos días más tarde sobre el tema 'Transporte marítimo y su futuro en Huelva', donde ya se le presentaba con el citado cargo.

Como conferenciante son muchas las intervenciones que tuvo don Felipe como la que sirvió para la Apertura de Curso de la Escuela Técnica de Peritos de Minas el 8 de octubre de 1966, titulada 'Síntesis histórico-económica de la minería onubense'.

Su privilegiada inteligencia hizo que también fuese coronado con el laurel de la titulación como maestro de Primera Enseñanza. Desempeñó el cargo de profesor de Formación Profesional de la Escuela de Peritos Técnicos de Minas de Huelva, corresponsal del Instituto de Estudios Políticos, oficial de Complemento del Arma de Infantería. También realizó estudios especiales sobre Organización Administrativa de Empresas y sobre Estadísticas de Producción Industrial.

Su afán por conseguir una Huelva mejor lo llevó a participar en las Elecciones Municipales de noviembre de 1966. Ocho días más tarde 'Odiel' comunicaba que habían sido "proclamados concejales Felipe Martínez de Acuña, Roque Borrero Ochoa y Manuel García Rodríguez…", obteniendo don Felipe el mayor número de votos.

Dechado de cultura, Felipe Martínez participó en diversos quehaceres relacionados con otras tantas ramas del saber. Así, el 23 de enero de 1969 daba la tercera conferencia sobre temas arqueológicos organizada por el Ateneo de Huelva.

En los primeros días de octubre de 1969, Felipe Martínez de Acuña formaba parte del grupo de onubenses que, presidido por el alcalde, Federico Molina Orta, se desplazó a Houston (Estados Unidos), con motivo del hermanamiento de Huelva con esta ciudad, para participar en los actos que en honor de España se celebraron el día 12 del citado mes y año en aquella ciudad norteamericana.

Algunos de los objetivos conseguidos por el cabildo huelvano en estos años tuvo como valedor al Sr. Martínez de Acuña al que no le importaba dedicar las horas que fuesen necesarias en holocausto de que su patria chica avanzara aunque fuese un ápice. Así, participó en la adquisición de terrenos para el emplazamiento del nuevo Hospital General Provincial. También fue adalid de algunas de las concesiones municipales a la Ciudad de los Niños… El 15 de febrero de 1974, al cumplir el plazo de su gestión, cesaba en la Diputación Provincial (era representante municipal en el citado Organismo, por el Tercio Familiar). Apenas un mes más tarde, 11 de marzo, es elegido diputado provincial, por el citado Tercio, siendo designado como vicepresidente de la Corporación Provincial. Ante el entusiasta grupo provincial se abrían muchos frentes en los que habría que ir avanzando: Carretera Huelva-Cádiz, creación de un centro hogar infantil en Huelva, instituto de idiomas en la capital, ampliación del Colegio Universitario de La Rábida…

Suenan las trompetas democráticas y Felipe Martínez de Acuña fue candidato, por Alianza Popular, al Senado. Además de los méritos ya enumerados en esta biografía añadía estos otros: ex-magistrado suplente de Trabajo, ex-teniente de alcalde del Ayuntamiento de Huelva.

En octubre de 1978 se celebraron en nuestra ciudad las jornadas Hispano-francesas. En un emocionante acto se le impuso a don Felipe Martínez de Acuña la Medalla de Oro de la Cámara gala. Honor merecido.

Años de sacrificios, de lucha, de esfuerzo generoso. Un avance de cada día sobre el anterior en el avance de su amada ciudad, ni un instante de desmayo en su aspiración de que progresara su patria chica. Primero la augusta prez del trabajo diario en varios frentes laborales, después la satisfacción de que su dinámica actuación había merecido la pena. Siempre el hidalgo esfuerzo de don Felipe inspirando actos y palabras. Por fin, finalizando abril de 1979 se retira de la vida política. 'Odiel' el día 25 del citado mes y año le dedicaba estas palabras: "Servicio a Huelva. Por última vez celebró sesión la Corporación Provincial que deja paso a la nueva que tomará posesión mañana, día 26. Con ella termina su etapa un grupo de hombres que como todos los que han pasado por aquella casa pusieron siempre su empeño en servir a nuestra provincia, algo que no puede ponerse nunca en duda y que esperamos que los que van a sucederles lo continúen y aumenten en bien de Huelva.

Así, prácticamente dejó de ser presidente de la Diputación Provincial de Huelva, don Felipe Martínez de Acuña. Y es a él en representación de sus compañeros de Corporación, a quien deseamos dirigir estas palabras de despedida que no por protocolarias son menos sinceras y salidas de nuestro corazón. Felipe Martínez de Acuña ha sido un gran presidente. Esto es obvio por razones que están en la mente de todos. Circunstancias muy difíciles, impuestas por los tiempos que vivimos en unas adaptaciones políticas y administrativas que tienen que ir encajando paulatinamente, no sólo en la conciencia de los hombres, sino en la propia experiencia de vida y coexistencia en el desarrollo del país. En todo momento, Felipe Martínez de Acuña puso su empeño, su gran capacidad de trabajo y su honradez por encima de cualquier cuestión para sacar adelante un organismo al que la nueva etapa política ofrecía disyuntivas nuevas, enfoques distintos y apreciaciones objetivas, sin salirse de la Ley que lo rige y a la que hay que respetar. Ha sido Martínez de Acuña un presidente abierto al diálogo. Siempre estuvo dispuesto a dar la cara a los problemas, buscando soluciones posibles y a ayudar a conseguir aspiraciones deseables…".

Felipe Martínez de Acuña siempre amó la Cultura, no atrayéndole vistosos afanes, sino íntima devoción por la misma. Era su numen: a ella y al trabajo aplicó talento, inspiración y esfuerzos para dar lustre, fijeza y esplendor a su querida ciudad. En ocasiones, se paraba a saludarnos y nos preguntaba cómo iban los trabajos sobre la Historia de Huelva que él leía con interés, siempre tan caballeroso, educado e inteligente. Por eso, sin duda, llegó a los cargos que hemos citado con la más perfecta naturalidad, sin que a nadie se le ocurriera preguntar: ¿Por qué? Es decir, con el asenso general que se emplea en la designación de un elegido. Por todo ello, laboriosidad, inteligencia, bondad, onubensismo, carácter caballeroso… esta Historia Menuda le rinde póstumo homenaje.

Las Parcas, irreverentes, cortaron el hilo de la vida de Felipe Martínez de Acuña el 9 de diciembre de 2003.

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