Huelva

Federico Martín vuelve a crear arte en la Sierra

  • El artista, recuperado de una enfermedad, se encuentra con muchas ganas de pintar y decorar así salas onubensesl convivencia Martín Delgado recibió la visita de representantes de algunas instituciones onubenses.

Tras muchos meses lastrado por la enfermedad, Federico Martín Delgado vuelve a protagonizar páginas de creatividad y de alegría. Un grupo de amigos lo ha visitado en su aldea de Los Romeros y ha podido comprobar que el artista se encuentra muy recuperado y con ganas de continuar creando.

La visita se materializó en un almuerzo en la taberna de La Albardería, que resultó un lugar ideal para volver a revivir recuerdos y sensaciones que pertenecen a la mejor historia de la Sierra, al mejor de sus elementos patrimoniales.

Aunque estuvieron presentes representantes de algunas instituciones como la Federación de Asociaciones de la Sierra, la Asociación Literaria Huebra y la Asociación Lieva, el acto fue eminentemente familiar, ya que a través del boca-oído han acudido a la llamada de Vicente Rosselló algunas de las personas más cercanas a Federico. A todas ellas agradeció el poeta su asistencia con el regalo de uno de sus libros, editado por Huebra y el Ayuntamiento de Jabugo, que recoge su etapa marroquí y que fue dedicado de puño y letra a cada uno de los presentes.

Se hicieron dos anuncios importantes para la vida futura de Federico Martín y que llenaron de satisfacción al grupo. En primer lugar, el poeta informó que su visión ha mejorado lo suficiente como para permitirle volver a pintar, con lo que muy pronto volverán sus obras a colgarse de las salas serranas y onubenses, con recitales incluidos como el que se celebrará en La Taberna de Galaroza. También se dio a conocer el proyecto de la Asociación Cultural Lieva de realizar un libro sobre la vida y la obra de este artista, incluyendo sus opciones vitales, su carácter bohemio y su trayectoria hasta llegar a convertirse en uno de los personajes más queridos de la Sierra. Tras obtener el permiso del protagonista del libro y el aplauso de sus amigos, se añadió que el trabajo será publicado dentro de la biblioteca serrana que edita la asociación.

Durante la comida hubo ocasión para recitar poemas, para contar sucedidos, rememorar historias comunes e incluso para interpretar temas musicales autóctonos de la Sierra. Aquí apareció el mejor Federico para coger su guitarra y derramar unas gotas de su arte dando vida a creaciones literarias y musicales de siempre.

Posteriormente, la fiesta se extendió a la Plaza del Valle Florido y al propio domicilio del Poeta de la Sierra, que agasajó a sus invitados con una copa de Oporto y que sirvió también para recordar el cariño que Federico le tiene a la tierra portuguesa.

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