Huelva

La FOE pide a la sociedad adaptarse a los nuevos horarios para superar la crisis

  • García-Palacios reclama ayudas públicas para los sectores afectados y más certidumbre para el sector empresarial

  • El Círculo es pesimista y ve los negocios hosteleros “abocados al cierre”

Un agente de la Policía Local de Huelva charla con varios ciudadanos en un bar.

Un agente de la Policía Local de Huelva charla con varios ciudadanos en un bar. / Josué Correa (Huelva)

Huelva se libra, por el momento, del cierre perimetral de sus fronteras, aunque sí está afectada por la clausura de los límites de la comunidad autónoma o de la vecina Sevilla. Desde la medianoche de este viernes y hasta el 9 de noviembre, los onubenses tendrán que cumplir el toque de queda entre las 23:00 y las 6:00, no podrán reunirse con más de seis personas no convivientes y la hostelería tendrá que echar el cierre a las 22:30. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, recomendó además que los ciudadanos "no salgan de sus términos municipales", aunque no es una medida impuesta en Huelva.

Estas decisiones, decretadas al amparo del estado de alarma para combatir el imparable avance de la pandemia, no han dejado indiferentes a los empresarios de Huelva.

El presidente de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), José Luis García-Palacios, considera que "en momentos difíciles hay que tomar decisiones que no son fáciles". A su juicio, es lógico que "nos impongan un horario porque hay que controlar la expansión del virus, pero no hay que olvidar que esto va a tener unas consecuencias directas" sobre la economía.

El comercio "resistirá", al no ver afectado su horario de atención al público. Pero lo del ocio nocturno, "que ya está muerto", y la hostelería es otra historia, "sobre todo de cara al puente que viene ahora, al de diciembre o a las Navidades".

Es por ello que García-Palacios pide a la sociedad onubense "que nos adaptemos a esos horarios, que cenemos a las ocho de la tarde, igual que nos adaptamos cuando viajamos a otro país". Recuerda que bares y restaurantes "tendrán probablemente que cerrar las cocinas y las barras a las 22:00". Y que está en las manos de los clientes que aquellos negocios que abren desde el desayuno consigan sobrevivir a estos tiempos oscuros.

En paralelo, exige a las administraciones (desde las locales a la estatal) la implantación de medidas "fiscales o ayudas económicas" que palien los efectos de la pandemia no solo en estas empresas, sino también en otros sectores como "los alojamientos turísticos, las agencias de viaje o el taxi". La coyuntura es "grave a nivel sanitario, pero será igual o más grave en la parte económica, porque esto es como volver a quemar un campo arrasado por el anterior incendio".

Se hace imprescindible, dice el presidente de la FOE, "dar certidumbre, no podemos estar pensando que en mes y medio tengamos que sentarnos a negociar de nuevo los ERTE", ni tampoco en un estado de alarma que se prolongue hasta mayo. "Si una empresa desaparece, también desaparecen los puestos de trabajo que la sustentan", concluye.

Desde el Círculo Empresarial de Turismo se está "asimilando el shock" por las nuevas restricciones autonómicas. Aunque impera la prudencia, a la espera de que se pueda acceder a los detalles de la norma, "estamos preocupados, algo que ya intuíamos porque la situación sanitaria no está controlada". La inquietud es máxima porque "estas medidas abundan sobre la situación que ya arrastramos desde marzo: las consecuencias económicas que tendrán para los sectores hostelero y hotelero se nos escapan, son imposibles de evaluar".

La "frustración" reina entre los empresarios del Círculo, porque todo el esfuerzo "que hicimos para adaptar los locales a las medidas de control, los ERTE, todo ese trabajo se ha ido por un sumidero". Ayer los grupos de Whatsapp echaban humo, plagados de mensajes de gente con "ganas de tirar la toalla".

En el caso de la hostelería, el anuncio del cierre de bares y restaurantes a las 22:30 "nos ha dejado pasmados, desilusionados", recalcan desde el Círculo. "Hemos intentado hacer docencia de la situación, porque dejar al sector sin el servicio de cenas es la ruina". En lo que va de 2020, "ya ha facturado el 52% menos".

En este sentido, se indica que "si pensamos que somos finlandeses, tenemos un problema: la gente no va a cambiar sus hábitos, es inviable, se está condenando a las empresas".

Las reuniones con las administraciones a todos los niveles están siendo constantes, pero "ya vamos fuera de tiempo para implementar medidas".

Por ello el Círculo Empresarial de Turismo es pesimista y ve a los negocios de restauración "abocados al cierre, a los despidos, a una situación de crisis sin precedentes". Añade que "entendemos que todo esto no se hace de manera gratuita, pero también hay que saber que tiene consecuencias".

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