Exportando el Castillo de San Pedro

ARRANCA el miércoles la Feria Internacional del Turismo y en el Ayuntamiento van preparando ya las maletas con el 'pack' completo: el Ensanche Sur, la nueva Isla Chica, el paseo marítimo, la estación de Calatrava y los puentes de Manterola. Para captar turistas e inversores, el departamento que dirige el concejal Ángel Sánchez apuesta en esta edición por los grandes proyectos de modernidad, con independencia de la Administración promotora y de su color político. Y hay en este dossier de la Huelva del futuro una actuación de gran envergadura, engarzada con el pasado histórico de una ciudad que igualmente se reivindica en Fitur como la más antigua de Occidente: la reconstrucción del Castillo de San Pedro (recreación, más bien), un reto que pone los focos en el turismo arqueológico que se viene potenciando en la capital en los últimos años con actuaciones como el Cabezo-mirador de La Almagra o la puesta en valor de los restos romanos del antiguo Colegio Francés.

Ha salido a la palestra más de un detractor que ha interpretado el proyecto de San Pedro como una reconstrucción historicista (al modo de la que se ha hecho con el edificio de Crisluis o el Hotel París). Según el plan que tiene en cartera Urbanismo desde hace siete años, hablamos aquí de otro concepto: se trata de una evocación "con lenguaje contemporáneo", a partir de las trazas de la fortaleza que sucumbió al terremoto de Lisboa en el siglo XVIII, demolido después lo poco que dejó el seismo. Abrir a la ciudad el mirador privilegiado que en su día sirvió para vigilar las marismas y los tráficos portuarios.

El proceso de transformación del regazo histórico de Huelva sigue avanzando desde que este verano se iniciaran los movimientos de tierra en las laderas de San Pedro, unas obras que han servido para profundizar en toda una biografía urbana con hallazgos que van desde vasijas tartéssicas hasta los vasos de tubo que dan cuenta del estrato contemporáneo: la movida nocturna de la calle Aragón.

En una comida con los periodistas, el alcaldecomentó estas Navidades que las expropiaciones para el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de San Pedro están "muy avanzadas". También los trámites para la urbanización de las laderas del cabezo, de modo que el último Consejo de Gestión de Urbanismo dio luz verde inicial a uno de los proyectos de reparcelación.

El desplome del promontorio hace 50 años se saldó con 13 víctimas mortales y el abandono de las viejas casas de la calle Aragón, quedando latente el todo un tesoro arqueológico que se ha documentado con la puesta en marcha del PERI. Se crearán plataformas escalonadas, terrazas ajardinadas que rodearán al alcázar reconstruido. Las obras se han iniciado entre las calles Aragón y Daoiz, donde se construirá un "edificio singular" para viviendas y una plaza pública que servirá de acceso directo al castillo. Se levantarán otros dos edificios para rematar el Paseo de Buenos Aires y la calle Plácido Bañuelos. Todo ha sido diseñado, dicen, para que la arquitectura se camufle en el cabezo, en su vista desde la cima de San Pedro.