Muchas fueron las reivindicaciones, propuestas y realidades que varios expertos pusieron ayer sobre la mesa con un único fin: que la Isla Saltés salga de su letargo. En la mesa redonda organizada por el grupo de investigación de la Universidad de Huelva Vrbanitas, Arqueología y Patrimonio y la plataforma Saltés Conjunto Arqueológico se habló, por ejemplo, de cómo medio ambiente y cultura van de la mano en este enclave de gran valor que concentra costa e interior de la provincia y en el que el acervo de valores naturales coincide con los valores patrimoniales y culturales, tal y como expuso el director conservador del Paraje Natural Marismas del Odiel.

También se abordó la necesidad de diseñar un proyecto de investigación para garantizar el futuro del yacimiento (los sectores urbanos excavados e intervenidos en el periodo 1988-2001 sólo suponen el 1,6% de la superficie total estimada de la urbe islámica), de la importancia de que se retomen las excavaciones y de posibles modelos de gestión.

Respecto a esta última cuestión, la declaración de Isla Saltés como Institución del Patrimonio Histórico de Andalucía es la propuesta que la plataforma de arqueólogos profesionales promueve desde hace meses en las redes sociales. Lo hace a través de una recogida de firmas y tanto el Parlamento como el Pleno del Ayuntamiento han apoyado su reivindicación, así como la adquisición de los terrenos para que sean públicos y la puesta en marcha de un programa de actuaciones.

Según el director del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, Enrique Martínez, para la Isla de Saltés -que está protegida al estar incluida en la Zona Arqueológica de Huelva, situada en un entorno que es Reserva de la Biosfera y dentro del Paraje Marismas del Odiel- la normativa contempla dos figuras de gestión que podrían aplicarse dentro de la Red de Espacios Culturales de Andalucía (RECA). Se trata del Conjunto Arqueológico o del Parque Cultural.

A su juicio, la figura más adecuada en este caso es la de Parque Cultural que, aunque está en la Ley de Patrimonio Andaluz de 2007, es inédita. En este sentido, apuntó que se está realizando algún intento en Jaén, y en Sevilla hubo una iniciativa para crear el Parque Cultural, con gran respaldo, en la Cornisa de los Alcores, sin respuesta de la Junta todavía.

Esta figura, tal y como argumentó, permitiría que la sinergia de distintas tutelas ejercidas por distintas administraciones sobre el mismo territorio tuviera sus frutos más fácilmente, ya que posibilitaría la participación de un mayor número de actores en la toma de decisiones y permitiría un uso público regido por las premisas de sostenibilidad.

En su opinión, se podría ir hacia un modelo de gestión compartida e inclusiva a través de un consorcio o una fórmula jurídica similar. De este órgano formarían parte la Administración estatal de Costas y Medio Marino, la Junta de Andalucía a través de las Consejerías de Medio Ambiente y de Cultura, así como la administración local del entorno: ayuntamientos de Huelva, Punta Umbría y la Diputación.

Para ello, sería necesario delimitar el espacio que se quiere gestionar -si es un yacimiento arqueológico o un conjunto de elementos patrimoniales en el ámbito de un territorio- y habría que protegerlo (no valdría con que esté en una Zona Arqueológica) como Zona Patrimonial.

El catedrático Juan Campos, quien señaló que la única manera de garantizar el futuro de Saltés pasa por que todo pivote en torno al diseño de un proyecto de investigación, abogó por la propuesta de Castiñeira de Parque Cultural, para que no queden al margen los elementos patrimoniales; mientras que el arqueólogo Jesús de Haro, quien ha dirigido excavaciones en el yacimiento y ha sido contratado por la empresa propietaria del yacimiento para redactar el proyecto de actividad arqueológica al que obliga la ley, se mostró partidario de la declaración de un Conjunto Arqueológico que podría integrarse en el "Parque Cultural de la Ría de Huelva".