Exaltación intimista y devocional

El santuario del Conquero es un lugar que invita a la intimidad y de eso hubo mucho ayer en las palabras que Ignacio Molina dirigió a la Patrona de Huelva. El cofrade y ex hermano mayor de la Purísima Concepción tuvo la oportunidad de compartir su devoción mariana y cintera con todos los asistentes al santuario que alberga a la Virgen Chiquita.

Molina fue presentado por el hermano mayor de la Hermandad de La Cinta, Manuel Roméu. El exaltador compartió, con la Reina del Conquero, las horas previas a la llegada de sus hijos choqueros que la llevan hasta el centro de la ciudad. Son horas de intimidad, de recogimiento evocadas por Molina en la que la Virgen no deja de pensar en sus hijos onubenses que, año tras año, le expresan todo su cariño.

Como onubense y creyente convencido, Ignacio Molina, haciendo uso de una hipérbole, identificó la fe mariana con la cintera manifestando su convencimiento de que "es difícil creer en la Virgen cuando se está fuera de Huelva; ¿cómo se puede querer a la Madre de Dios si no se tiene cerca a la Virgen Chiquita?.

Pero este aspecto intimista y devocional también dejó cabida a la actualidad y a la rememoración de eventos históricos. En el primero de los casos, el exaltador hizo referencia a la labor social que realiza la Iglesia; una labor que en muchas ocasiones pasa desapercibida o incluso es silenciada, pero que "permite que en estos tiempos millones de personas puedan comer y vestirse en nuestro país y en otros lugares del mundo".

La rememoración histórica tuvo como protagonista a Cristóbal Colón, quien en su momento se postró ante los pies de La Cinta. El orador reconstruyó una visita del descubridor y su hijo Diego al santuario cintero, palpando uno de los momentos históricos más importantes de la humanidad y la fe cintera que estuvo íntimamente ligada a él.

El exaltador y cofrade se mostró convencido de la buena salud de la fe cintera, que se demuestra "en la constante presencia de onubenses en el santuario durante todos los días del año".

La exposición de Ignacio Molina fue el colofón de una tarde en la que, como marcan las tradiciones de la Hermandad de la Cinta, hubo una celebración eucarística y la imposición de medallas a los nuevos hermanos. Todos los ojos, sin embargo, se clavaron en el siempre emotivo momento en que la Virgen Chiquita fue trasladada desde su hornacina hasta el bellísimo paso procesional.

Hoy, la Patrona de los onubenses puede ser visitada en la parroquia de La Concepción. Allí descansa tras el traslado efectuado esta madrugada como también manda la tradición. Será en el céntrico templo en donde se desarrollará la novena que empezará el día 28 y se extenderá hasta el 5 de septiembre, dando comienzo a las 20:15.

En la tarde del 7 de septiembre, la Virgen Chiquita irá en procesión desde La Concepción hasta la catedral. El día de la Virgen, el 8, será la festividad solemne que tendrá su culminación con la procesión desde La Merced hasta el Conquero.