Evita, la vida de una revolucionaria argentina consumida por un ideal

Eva Perón está hoy más presente en Argentina con la reciente victoria de la presidenta Cristina Fernández de Krichner que iniciará en diciembre su segundo mandato fortalecida por el aplastante triunfo del pasado domingo. La mandataria es la líder del peronista del Frente para la Victoria (FpV), que guarda cierta semejanza con el mito de Evita, más aún tras la muerte de su esposo el presidente Néstor, que era un Perón de nuevo cuño.

Hoy, en Huelva, Eva Duarte de Perón vuelve a tomar vida y lo hace en el escenario del Gran Teatro a partir de las 21:00 con el espectáculo de música y danza La Duarte (Evita), donde Eleonora Cassano refleja la vida de una revolucionaria consumida por un ideal.

Este espectáculo hace un recorrido por una mirada especial sobre la vida de un mito, Eva Duarte, que arrancó en el barrio argentino de Los Toldos y finalizó en la cúspide del poder. Pasa por alto el rigor histórico, político y cronológico, para detenerse en la personalidad de una mujer que cambió la vida de los argentinos y su visión de cara al poder establecido. Hace un recorrido por una mujer que creó un mito con su sexualidad, pasiones, conflictos, amores, odios, resentimientos y, sobre todo, su objetivo en la vida.

Eleonora Cassano señala que la función refleja a una Evita distinta a la que se suele mostrar en otros montajes teatrales y ha señalado que "todo está contado con movimientos y gestualidad, pasados por la teatralidad y la danza".

En este sentido, ha aclarado que "tanto Evita como Juan Domingo Perón no hablan en ningún momentos de la obra y todos los pasos de baile, que no son clásicos puro pero mantienen su esencia, están hechos para contar", en una narración que se apoya en las melodías y en las imágenes de vídeo.

El espectáculo empieza con una Eva ausente de sí misma, que parte hacia la gran urbe con una pequeña maleta, en busca de una identidad. Su vida no se aborda desde la exactitud cronológica o el concepto puramente biográfico, sino que se centra en mostrar el alma de Eva, a quien le tocó ser mujer en una época donde era necesario habilitar un espacio para las mujeres y abrir una brecha en la conciencia de las mujeres que no sabían que podría tener un espacio.

Según ha confesado Eleonora Cassano, "Evita es uno de los personajes que más placer me han causado de los que he interpretado, ya que me permite poner mucho de mi persona y volcar mi arte y mi personalidad en escena; vivo y disfruto el papel, me transformo un poco en ella". El montaje viene de la mano de la Fundación Julio Bocca con un espectáculo de danza creado especialmente por Silvia Vladimivsky para Eleonora Cassano y sobre la idea original de Lino Patalano.

La música original es de Sergio Vainikoff, la escenografía diseñada por Lucía Trevisacce y Carlos Bustamante y el vestuario por Mónica Mendoza. Los trajes de Eleonora Cassano son realización de la diseñadora Elsa Serrano recreados a partir de modelos originales de la época. Aunque la obra se ha anunciado como la despedida de Eleonora Cassano de los escenarios, la bailarina no ha cerrado la puerta a un posible regreso tras un tiempo de retiro. "Retirarme voy a hacerlo, pero es sano para mi cabeza creer que en algún momento pueda regresar, ya que es muy duro para un artistas pensar que no va a volver a pisar un escenario", ha reconocido la bailarina. Eleonora Cassano justifica su despedida en que "la danza clásica es un arte donde todo necesita estar perfecto", y ha remarcado que quiere retirarse "con dignidad" y no que la retiren. El espectáculo se estrenó en Madrid y ha demás de en Huelva se ha podido ver en La Coruña, Bilbao, Santander y Cádiz..