Educación

Las Escuelas Católicas reclaman su labor social por encima de prejuicios

  • De los 20 centros con los que cuentan en la provincia, el 53% está fuera de la capital y el 76% tiene solamente 1 o 2 líneas

Docentes y niños en las pistas deportivas del Colegio Virgen de Belén.

Docentes y niños en las pistas deportivas del Colegio Virgen de Belén. / Canterla (Huelva)

Las Escuelas Católicas de Andalucía (ECA) quieren romper lo que consideran falsos mitos respecto a su labor en la sociedad. Consideran que trascienden con mucha facilidad, ideas como que son centros de niños pijos, de familias conservadoras, que se sitúan en el centro de las ciudades, de alto poder adquisitivo, de grandes proporciones...

La ECA señala de este modo, que de los 20 centros con los que cuenta en la provincia, el 53% de está en zonas rurales. Es decir: de esos 20, 11 se encuentran fuera de la capital y el 76% tiene sólo una o dos líneas con lo que también se descarta ese concepto de que con macrocentros docentes. También desde ECA se destaca que “según un estudio de la Universidad de Comillas, más del 50% de nuestras familias son votantes de izquierdas”. En este curso estudian en los centros onubenses de la ECA, 10.345 alumnos.

Ante todos estos conceptos, las Escuelas Católicas subrayan su marcado espíritu social, con un alumnado vinculado a familias con bajo poder adquisitivo, sin olvidar que “somos la única alternativa para que familias que no son ricas puedan decidir sobre el tipo de educación de sus hijos), en zonas deprimidas, y en unos centros en los que se hace por parte del profesorado y del propio alumnado, un esfuerzo enorme de integración en la lucha contra el fracaso y el abandono escolar”.

El Colegio Virgen de Belén es un ejemplo de todo esto. Situado en una zona delicada de la ciudad, su directora Maite Castro, resaltó el crecimiento del centro. Este curso ha tenido una importante novedad: el inicio de la Infantil y Primaria, sin dejar de lado su oferta de ESO, FP Básica y su grado medio de FP y otro superior relacionados con la cocina. Con todo ello, el Virgen de Belén imparte docencia a 1.200 chavales. Al tratarse de una zona complicada, los docentes y directiva echan mano de la creatividad para evitar el absentismo o el abandono escolar.

De este modo, “contamos con seis talleres a los que encauzamos a los niños según los gustos que muestran y que los combinamos con las aulas teóricas en las que se dan las materias habituales”. Castro explica que los talleres han mostrado un extraordinario nivel de eficacia contra el absentismo de manera que “hasta a sus padres se les saltan las lágrimas porque no creen el cambio que han pegado sus hijos”. Otro de los secretos del Virgen de Belén es su profesorado que está “muy convencido de la labor que están haciendo”, además de mantener un contacto muy permanente con las familias.

La Fundación Hermanos Obreros de María gestiona la Ciudad de los Niños, que lleva más de 50 años prestando servicio a Huelva. Trabaja con niños y jóvenes en situación potencial y real de exclusión social, brindando recursos de protección de menores, enseñanzas concertadas yun centro de día. Su director, Gabriel Hernández, indicó que “ofrecemos a los chavales todos los servicios gratuitos desde el aula matinal, el almuerzo, las actividades extraescolares, el material escolar... Una de sus ofertas docentes, su FP Básica de Informática y comunicaciones se ha convertido en un trampolín para que haya chavales que sigan en un grado medio y superior con los que algunos han conseguido la inserción en el mercado laboral. Preguntado sobre el perfil de los docentes de la Ciudad de los Niños, Hernández reconoció que “es muy duro pero gratificante aunque si no se tiene vocación no duran mucho tiempo”. En todo caso, el gran desafío es cuando salen a incorporarse a la sociedad “lo que sucede a los 16 años aunque en algunos casos se les mantiene hasta los 18”.

Con nada menos que 1.400 alumnos, el Colegio Diocesano Sagrado Corazón tiene también una larga trayectoria en la enseñanza onubense. En los casos, explica su director Lorenzo Sandía, en los que hay familias que presentan necesidades, estas situaciones se suelen detectar con cierta facilidad dada la labor de los tutores y se les deriva a la actividad que realiza Cáritas. El director añadió que en la época de crisis esta actividad tuvo mucha mayor relevancia y eso que a algunas familias les daba vergüenza que se conociera su situación.

Otra de las consecuencias de la pasada crisis económica tuvo también su reflejo en el ámbito de la enseñanza. La oferta docente del Diocesano cuenta también con varios módulos de FP:“Nos encontramos con alguna situación en la que estaban en FP tanto el hijo como la madre, ya que éste se había quedado en el paro y estaba formándose para procurarse otra salida laboral”.

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