Ercros reafirma su interés en Palos y los obreros la acusan de dejarla sin negocio

Ercros ratificó ayer lo que ya había anunciado a sus trabajadores: para la planta de Palos de la Frontera sólo hay dos alternativas, la reducción de costes fijos o el cierre de la factoría. La empresa asegura que un año después de acceder a estudiar un proyecto de futuro para Palos las condiciones de mercado han cambiado y la planta no es rentable. De ahí la propuesta hecha a los trabajadores para mantener la actividad en la factoría palerma, 24 despidos (para 69 trabajadores) y recorte de gastos, para seguir fabricando hipoclorito en Huelva. Y mientras los empleados acusan a la compañía de estar dejando la planta de Palos poco a poco sin negocio, la empresa niega la mayor: "Si no nos interesase la planta, no mantendríamos la actividad en Palos".

Así lo explicó ayer la secretaria general de Ercros, Teresa Conesa, quien recordó que la compañía tiene aprobado desde 2009 por el Ministerio de Trabajo un Expediente de Regulación de Empleo que prevé el despido de todos los trabajadores de la factoría palerma. Sólo se llegó a despedir a 54 al plantear la Junta de Andalucía la posibilidad de continuar con una ayuda autonómica a la inversión. Pero ese proyecto ha quedado descartado y la compañía situó a los trabajadores ante la disyuntiva de ejecutar el ERE y cerrar la planta o los 24 despidos (aún no se conoce cuándo se harán efectivos). La elección estaba clara y, según asegura Conesa, "quedará una fábrica más pequeña pero mantenemos los empleos de 45 personas, que son más de los 36 que se quedaban con el proyecto de nueva planta".

Esta postura no convence a los trabajadores, que consideran que esto es un paso más en la agonía de la planta hacia el cierre. Según el secretario del comité de empresa, Luis Albillo (UGT), "Ercros nos está demostrando que no tiene voluntad de continuidad en el centro de Palos". Albillo se refiere así al rechazo de la inversión productiva y a un descenso de los clientes que atribuye a la subida del precio del producto de Huelva "mientras que entra más barato desde Portugal e incluso desde la fábrica de Ercros en Cataluña". "No sabemos si es una estrategia de acoso y derribo al centro o la incompetencia de quien lo dirige", aseveró el líder sindical.

La empresa, en cambio, asegura que el aumento del precio del producto "no debería preocupar a los trabajadores, más bien al revés, responde a las condiciones de mercado" y niega que se haya reducido el número de clientes.