Equitación para todos

Curtido en la tradición ganadera de su familia, las artes de jinete de Javier Marín (Huelva, 1961) se forjaron con profesores de la solera de Joaquín Rivero Merry y Luis Ramos Paul y Dávila. "Ellos fueron mis dos grandes anclajes, de los que aprendí la disciplina y el cariño a los caballos", cuenta, recordando a otros tantos maestros que después depuraron su técnica.

Su carrera de Ingeniería Técnica Agrícola le inició por otros derroteros profesionales, hasta que sucumbió a su vocación y puso en marcha el Club-Academia de Equitación El Zancarrón en la finca de su padre. La escuela atesoró casi treinta años de trayectoria en la selección de caballos aptos para el deporte de élite, doma y formación de jinetes-alumnos.

En marzo de 2008, Marín y su esposa reconvirtieron la academia en el Club Hípico Dolmen de Soto, en la carretera de San Juan del Puerto a Niebla, y allí se incubó un proyecto que está cosechando un gran éxito, con expectativas de expansión: Equitación para todos, un programa en el que colabora la Junta de Andalucía, por el que el club imparte clases a niños y jóvenes de entre 5 y 17 años, a las que pueden tener acceso escolares con escasos recursos, menores tutelados y entidades que trabajan a favor de la discapacidad (equitación terapéutica), en virtud de convenios con Educación, Igualdad y Agricultura. Lleva desarrollándose cuatro años, desde que Marín presentara la iniciativa al Consejo Superior de Deportes, obteniendo su visto bueno y el aval de la Fundación Deporte Joven. La ilusión de Marín es catapultar el proyecto a nivel nacional.

El equipo del club crece cada año, con el objetivo de promocionar la práctica deportiva entre los más jóvenes como medio idóneo para llevar una educación basada en valores como la solidaridad, la integración y la superación personal a través de su Escuela de Equitación y por otro la cría, cuidado y entrenamiento de los caballos que nos brindan la gran oportunidad de crecer como personas al lado de ellos.