Huelva

Equipos @ y Edite de la Guardia Civil: Los guardianes del ciberespacio en Huelva

Algunos de los miembros del Equipo @ de Huelva, en la Comandancia de la capital onubense.

Algunos de los miembros del Equipo @ de Huelva, en la Comandancia de la capital onubense. / Josué Correa (Huelva)

¿Ha descubierto vía whatsapp que tenía un supuesto pariente en un país lejano? ¿Se le ha quedado a cero la cuenta bancaria tras un supuesto aviso por SMS de una compañía de suministros? ¿Ha dado por abonada una factura que no ha llegado al destinatario adecuado? Si su respuesta a alguna de estas preguntas es sí, ya sabe que algún enemigo de lo ajeno ha ido a por usted a través del ciberespacio.

Para investigar estos delitos que no paran de incrementarse en un entorno ya tan cotidiano como es internet, la Guardia Civil actúa a través de equipos especializados. El primero en crearse fue el Equipo de Delitos Tecnológicos (Edite), que cuenta con un grupo de tres agentes en Huelva cuya principal tarea es dar soporte tecnológico a las demás unidades del Cuerpo y no sólo eso. También llevan sus propias investigaciones relacionadas con delitos contra las personas y de carácter sexual, pornografía infantil, ciberacoso, criptomonedas o fraudes de gran calado.

El volumen de delitos no para de crecer, así como las modalidades tan extremadamente diversas de los que acechan por SMS, correo electrónico o whatsapp. Es por esto que desde el pasado año la Guardia Civil creó el Equipo @, complementario del anterior y cuyo objetivo fundamental es combatir el fraude en sus múltiples formas. Estafas que encuentran circunstancias especialmente propicias en fechas cercanas como el Black Friday o las navidades, cuando se multiplican las compras on line.

Miembros del Equipo de Delitos Tecnológicos, Edite, de Huelva. Miembros del Equipo de Delitos Tecnológicos, Edite, de Huelva.

Miembros del Equipo de Delitos Tecnológicos, Edite, de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

"La realidad siempre supera la ficción", asegura uno de los cinco componentes de este grupo en la Comandancia de Huelva. Todos estos agentes prefieren guardar su anonimato, precisamente para combatir mejor esas amenazas procedentes de identidades más que difusas. Por sus ojos, y sus pantallas, pasan las situaciones más inverosímiles y a pesar de que el riesgo cero no existe, lanzan una regla de oro: "El mejor cortafuego es el sentido común".

Para llegar a formar parte del Equipo @ estos guardias han pasado primero por un proceso de selección seguido de otro de formación específica que continúa a través de actualizaciones. No obstante, no actúan solos, lo hacen de la mano de sus compañeros de los puestos de la provincia porque ellos, en los cuarteles, son los primeros que reciben a los ciudadanos que acuden a denunciar la supuesta estafa. "Para que lleguemos a una información lo más completa posible, les asesoramos sobre los datos fundamentales que tienen que preguntar al ciudadano", unas pautas vitales para contar desde el principio con el mayor número de pistas que les permitan esclarecer el caso.

Con esto comienzan a tirar del hilo que es la investigación y a extraer los patrones delincuenciales, es decir, casos con características similares que se repiten de manera que "aglutinamos todas las denuncias que parten de ahí". Algunos están bajo denominaciones como smishing, cuyo punto en común es que llegan vía SMS. Lo puede recibir una víctima bajo la apariencia, por ejemplo, de un servicio público con un enlace que de pincharlo puede generar problemas.

Los agentes durante su trabajo de análisis. Los agentes durante su trabajo de análisis.

Los agentes durante su trabajo de análisis. / Josué Correa (Huelva)

Otros están relacionados con el phishing, cuando la caña de esta pesca fraudulenta se lanza a través del correo electrónico y se hace a lo grande, como una gran campaña para aumentar las posibilidades de que alguien pique ya que, advierten, "es más fácil estafar un euro a un millón de personas que un millón de euros a una persona".

Otros fraudes están conectados por otros modus operandi que reciben nombres tan sugerentes como Man in the middle. En este caso, un delincuente emplea un dispositivo espía para acceder a una entidad que a su vez interactúa con otra. Está en el centro, lo ve todo y dispone de datos como los bancarios que puede utilizar en su propio beneficio.

O el Rommance Scam, "que la gente mayor lo sufre mucho" porque a través de una pregunta genérica, "por ejemplo si desea ganar mucho dinero con una pequeña inversión" deriva paulatinamente en una conversación de tinte más personal e íntimo. Una manera da actuar con soporte tecnológico pero que a la vez desarrolla lo que denominan "ingeniería social". Y luego está el que el propio Equipo @ de Huelva ha bautizado como la estafa de la maleta, en la que aparece un familiar de un país lejano que pide ayuda económica para hacer frente a supuestos gastos inesperados.

Uno de los aparatos con los que Edite da apoyo tecnológico a las unidades. Uno de los aparatos con los que Edite da apoyo tecnológico a las unidades.

Uno de los aparatos con los que Edite da apoyo tecnológico a las unidades. / Josué Correa (Huelva)

"Los ciberdelitos están en constante evolución, somos autodidactas", apunta un agente del Grupo Edite ya bien curtido en estas investigaciones. Su formación es continua, pero el verdadero aprendizaje está en el trabajo del día a día y además, "la interconexión es fundamental".

La que tienen entre las distintas unidades operativas y en todas las provincias porque se mueven en un escenario en el que no existen fronteras. Para ello utilizan canales en los que tienen comunicación continua y material compartido que no para de crecer porque "los procedimientos cambian". Para la ciberdelincuencia, "ya no hace falta ir al internet profundo" porque hay, explica gráficamente, "varias capas de malos" que la Guardia Civil trata de combatir a través de los grupos @ y Edite.

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